Chavero Roque, preparación y vocación para ser buen abogado y maestro

Chavero Roque, preparación y vocación para ser buen abogado y maestro

Ha formado 23 generaciones de abogados en la Uni

Nallely Rivera| Emsavalles| Ciudad Valles, S.L.P.| Domingo, 08 de Abril de 2018| 15:35

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Alfredo Chavero Roque, Licenciado en Derecho por profesión y catedrático por vocación, a lo largo de 23 años como académico se ha ganado el respeto de sus alumnos y de la sociedad, considera que para su desempeño se requiere de preparación y vocación, "que te guste lo que estás haciendo".

Menciona que su actividad primaria es el ejercicio de su profesión, actualmente se desempeña como Secretario de Estudio y Cuenta en el Juzgado 1ro civil, y por la tarde en la Universidad, a donde acude no por devengar un sueldo, sino porque de veras tiene el gusto por la vocación de educar.

Manifiesta que trae valores aprendidos desde casa, de igualdad, de justicia, de equidad, que son los primeros que te inculcan, y después ya cuando por ejemplo en la carrera de derecho, se llevan materias de ese tipo, éticos, del buen comportamiento del abogado, de cómo ejerces, se debe tener perfil de luchar siempre por la justicia.

El hoy reconocido catedrático informa que empezó a clases en San Luis capital, en una secundaria nocturna para trabajadores.

Chavero Roque considera que con el nuevo sistema de justicia penal, que se dice dará un verdadero propósito de justicia a la sociedad, es necesario capacitarse cada día que pasa "porque el derecho se transforma", por eso insistió hay que estar bien actualizados.

Menciona que inició su carrera como AMP en Moctezuma, en el Altiplano Potosino, un espacio que considera estaría creado para que personas como él, en ese entonces, se foguearan y aprendieran. Dice que ahí llegó con la ilusión de hacer las cosas bien, de cambiar las cosas que tu consideres que debes cambiar, y así permaneció en ese lugar 6 meses.

Posteriormente se desempeñó un año en el juzgado 4to, del Poder Judicial de la Federación, en la Ciudad de México; luego en el tribunal colegiado, es cuando se casa y regresa a la zona.

Para ingresar como catedrático en la Universidad, lo contactaron a través de un juez cuando era director Héctor Flores Azuara, a los 2 años de desempeñarse en el juzgado 1ro, en el ’95, cuando iba a salir la primera generación de derecho; le toco empezar a dar clases en las aulas de madera, a la fecha ha formado ya 23 generaciones, ganándose el respeto y reconocimiento de sus alumnos y la sociedad, lo que en su consideración son de más valor que los oficiales -que también tiene-, que si bien le representan satisfacción, son también una responsabilidad, "vas por buen camino pero hay que mejorar".

A sus 56 años de vida, agradece a sus padres el recibir educación, y después el apoyo de su esposa e hijas, así como a sus amigos que le han apoyado mucho.

 

MT