Semana del 10 de Enero al 16 de Enero de 2025

2024, un año de cambios profundos para SLP

2024, un año de cambios profundos para SLP

El futuro depende de cómo las autoridades y la sociedad logren enfrentar la inseguridad, la descomposición política y social, y la crisis económica que amenaza con desbordarnos.

El 2024 en San Luis Potosí ha sido un año de importantes transformaciones políticas y sociales, en el que los potosinos han sido testigos de reconfiguraciones en el ámbito electoral, así como de complejas realidades sociales y económicas. A lo largo del año, hemos visto cómo se han fortalecido nuevos grupos políticos, cómo algunos actores han mostrado su verdadera cara y, al mismo tiempo, cómo las sombras de la violencia y la inseguridad han seguido marcando la pauta. Este ha sido un año histórico, pero también uno de grandes decepciones y luchas por mantener el equilibrio.

LA REELECCIÓN DE ENRIQUE GALINDO
Uno de los momentos más significativos del 2024 fue, sin duda, la reelección de Enrique Galindo como alcalde de la capital potosina. Con un mandato que generó grandes expectativas, se esperaba que Galindo actuara como contrapeso a los intereses de Ricardo Gallardo y su administración estatal. Sin embargo, la realidad ha sido otra. A pesar de la reelección de varios alcaldes, como en Río Verde y Ciudad Valles, se visibiliza un ambiente de desilusión con respecto a la administración municipal, particularmente por la falta de un proyecto claro y un liderazgo que logre estabilizar la ciudad ante los retos económicos y de seguridad.

EL PLEITO INTERNO DE LA 4T
El 2024 también fue testigo de la tensión interna en el partido de Morena, con las corrientes del gallardismo y el obradorismo chocando constantemente. Mientras Ricardo Gallardo consolidó su poder a través de una aplanadora legislativa en el Congreso local, la relación con Morena se tornó cada vez más tóxica. A pesar de ser parte de la misma corriente política, los intereses y estilos de gestión han sido tan divergentes que la convivencia se ha hecho insostenible, reflejando una profunda crisis de unidad dentro del movimiento. La falta de cohesión y la pugna por el control de la base social han sido elementos que marcaron el año en la política potosina.

LA DESAPARICIÓN DEL PRI
Aunque la situación de los partidos opositores es igualmente preocupante, no se puede pasar por alto el progresivo desgaste del PRI. Históricamente conocido por su pragmatismo, hoy el PRI en San Luis Potosí está sumido en una crisis de identidad. Lo que alguna vez fue el partido de las mayorías ahora se ve reducido a una sombra de lo que fue, atrapado entre la lucha por mantener algo de relevancia en un escenario político cada vez más polarizado. El Partido Acción Nacional, por su parte, parece estar atrapado en su propia lucha interna, sin lograr ofrecer una oposición firme ni coherente, dejando el terreno abierto para que otras fuerzas sigan ganando terreno.

EL ASESINATO DE JESÚS FRANCO
Uno de los episodios más trágicos del año fue el asesinato del alcalde de Tancanhuitz, Jesús Franco, quien fue ejecutado en un acto de violencia que reflejó la creciente inseguridad en varias zonas del estado. Aunque la administración estatal intenta minimizar la gravedad de la situación, los datos del Observatorio Nacional Ciudadano colocan a San Luis Potosí entre los estados con mayor número de delitos. La violencia, las extorsiones y las ejecuciones continúan siendo parte del paisaje cotidiano, y eventos como la muerte de Franco son solo la punta del iceberg de una crisis de seguridad que parece no tener fin.

LA INSEGURIDAD, UN ATRACTIVO TURÍSTICO NO DESEADO
Más allá de la violencia política, San Luis Potosí vive una crisis de inseguridad que amenaza con poner en peligro su desarrollo económico. Con la ampliación del aeropuerto de las Huastecas, que arranca a marchas forzadas, la preocupación de muchos es cómo recibiremos a los turistas si las calles de las ciudades están plagadas de delincuentes. Las autoridades han sido incapaces de ofrecer una respuesta efectiva, y mientras el gobierno se enfrenta a estas dificultades, las promesas de seguridad y bienestar siguen siendo, en muchos casos, solo eso: promesas vacías.

LA JUVENTUD POTOSINA
La reflexión sobre la juventud potosina también es crucial al analizar el 2024. En un acto deplorable que terminó siendo viral en redes sociales, dos jóvenes de Ciudad Valles arrojaron un cohetón a un indigente mientras dormía en la calle. Este hecho, que puso en evidencia la falta de valores y empatía en algunos sectores de la población, refleja la crisis de sentido humano que atraviesa nuestra sociedad. Más allá de los culpables, este incidente pone en evidencia la responsabilidad de los padres y las instituciones educativas, que deben retomar la formación en valores para frenar la decadencia en la que estamos inmersos. La presencia de las redes sociales como plataforma de ego y vanidad también juega un papel destructivo, alimentando conductas irresponsables y peligrosas.

LA CRÍTICA A LAS INSTITUCIONES Y LA CRISIS DE RESPETO
Un tema recurrente este año ha sido la pérdida del respeto hacia las autoridades y las instituciones. La relación entre la ciudadanía y la policía se ha deteriorado notablemente, y hoy, en muchas zonas de San Luis Potosí, los jóvenes prefieren hacer apología de la violencia que reconocer la autoridad de las fuerzas del orden. La falta de respeto por las leyes y la descomposición social son desafíos urgentes que requieren una estrategia de seguridad y educación que apunte a la prevención y a la reconstrucción de valores. En lugar de ser respetados, muchos policías se ven hoy sometidos a la indiferencia, mientras los delincuentes parecen dominar las calles con impunidad.

LA INESTABILIDAD ECONÓMICA Y EL FUTURO DE SAN LUIS POTOSÍ
Cerrando el año, 2024 deja una sensación de incertidumbre económica. A pesar de la aparente estabilidad en algunas áreas, como la zona industrial en la capital, la mayoría de la población vive con el temor de que los tiempos difíciles continúen. La falta de políticas públicas efectivas para contrarrestar la pobreza y la inseguridad sigue siendo uno de los grandes pendientes para las autoridades. A medida que entramos en 2025, es inevitable preguntarse si las lecciones del pasado año se aplicarán o si, por el contrario, seguiremos atrapados en un ciclo de promesas incumplidas y desencanto ciudadano.

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