Semana del 06 de Diciembre al 12 de Diciembre de 2024

Enrique Serna: "A México no le ha ido bien con López"

Enrique Serna: "A México no le ha ido bien con López"

Samuel Roa Botello

Seducción, Populismo y el Espejo de una Nación

La historia de México parece marcada por una constante: los líderes que polarizan, fascinan y dividen. Tres figuras que comparten un apellido —Antonio López de Santa Anna, José López Portillo y Andrés Manuel López Obrador— representan, en diferentes épocas, la complejidad de la política mexicana, donde el carisma y la retórica populista se imponen sobre los proyectos de nación. El escritor Enrique Serna, autor de El seductor de la patria, plantea que los mexicanos no hemos aprendido a reconocer estos patrones de liderazgo que explotan las debilidades colectivas.

MITOS PARA JUSTIFICAR TRAUMAS
Enrique Serna señala que los mexicanos tienden a construir mitos para justificar sus traumas históricos. En el caso de Santa Anna, el hombre detrás de múltiples derrotas y entregas territoriales, fue elevado a la categoría de héroe nacional tras su victoria en Tampico contra Isidro Barradas en 1829. "Santa Anna se convirtió en un símbolo nacional, prácticamente como si fuera la encarnación de la patria", comenta Serna. Este fenómeno guarda paralelismos con el PRI, que enarboló los colores de la bandera como su escudo, llevando a muchos a creer que "el PRI era México".

Del mismo modo, López Obrador no pretende ser México, pero sí se presenta como el único representante legítimo del pueblo, como si este fuera una entidad homogénea. Para Serna, este tipo de política populista sigue siendo eficaz en una nación que no termina de aprender de su historia.

SANTA ANNA: ¿EL PRIMER GRAN POPULISTA?
Antonio López de Santa Anna no puede considerarse estrictamente un populista en el sentido moderno, pero sí fue un maestro en el arte de la seducción política. "Era un hombre carismático, la gente lo quería, a pesar de que sabían que era corrupto, oportunista y cínico", afirma Serna. A pesar de sus flagrantes fracasos, fue llamado repetidamente a la presidencia por sectores poderosos como el alto clero y los hacendados.

Esta relación entre el líder y su público es esencial para comprender a los "López" en la política mexicana. Santa Anna ofrecía lo que el pueblo quería escuchar, una estrategia que, según Serna, es "la parte secreta de un seductor de masas". Esa habilidad para conectar emocionalmente con las masas ha sido tanto su fortaleza como su maldición, pues lo convirtió en un "mal necesario" en un país que buscaba desesperadamente estabilidad.

DE HÉROE A CARICATURA
El declive de Santa Anna es un recordatorio de cómo la seducción política puede ser efímera. Desde ser proclamado Benemérito de la Patria, hasta convertirse en la "Alteza Serenísima", su transformación en caricatura refleja el desgaste de su figura. "En el himno nacional que él mandó componer, había varias estrofas dedicadas a ensalzar sus hazañas, como si fuera un nuevo padre de la patria con igual o mayor importancia que Hidalgo", explica Serna. Sin embargo, su legado quedó manchado por sus fracasos, como la pérdida de Texas y la guerra contra Estados Unidos.

EL ECO EN LÓPEZ OBRADOR
El paralelismo con López Obrador es inevitable. Según Serna, López Obrador busca representar al pueblo de manera similar a cómo Santa Anna se erigía como encarnación de la patria. Pero mientras Santa Anna era llamado por élites, el líder actual apela directamente a las masas, consolidando su poder a través de un discurso que polariza y promete rescatar a los marginados.

La narrativa de López Obrador no es nueva. José López Portillo, con quien también se le compara, utilizó un discurso populista similar durante su mandato en el siglo XX, basado en la bonanza petrolera y la intervención estatal. Para Serna, el "obradorismo" es una restauración del PRI autoritario que encarnó López Portillo: "Significa la restauración de ese PRI obeso que se creía el salvador del pueblo".

FASCINACIÓN Y MASOQUISMO POLÍTICO
¿Qué tienen en común estos tres "López"? Según Serna, los mexicanos tienden a privilegiar la simpatía y la seducción política por encima de un proyecto de nación claro. "Los políticos así son encantadores de serpientes. Logran conectar con la masa, lo cual puede ser muy peligroso", afirma. La fascinación por figuras carismáticas, que prometen lo imposible mientras conectan emocionalmente con su público, ha dejado una huella profunda en el ADN político del país.

Sin embargo, reducir a toda una nación a un "masoquismo político" sería simplista. Para Serna, aunque esta tendencia es innegable, también hay espacio para la reflexión y el cambio. "No puedes definir a todo un pueblo por un extravío", asegura.

¿UN NUEVO CAPÍTULO?
El futuro de López Obrador y la Cuarta Transformación depende en gran medida de cómo termine su gobierno. Serna advierte que si el proyecto fracasa, el mandatario podría ser recordado con el mismo desdén que Santa Anna. "Si acaba mal, va a ser un personaje tan detestado como Santa Anna", predice.

En un contexto global donde el populismo y los liderazgos polarizantes resurgen, México enfrenta retos tanto internos como externos. La capacidad de los líderes mexicanos para enfrentar estos desafíos determinará si el país rompe con su tradición de líderes seductores pero divisivos, o si continúa atrapado en un ciclo de carisma y promesas vacías.

La historia de los "López" es, en última instancia, un espejo de las debilidades y aspiraciones de México. Como dice Serna, "es una lección que realmente no hemos aprendido". Pero, quizás, aún estamos a tiempo.

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