Semana del 20 de Diciembre al 26 de Diciembre de 2024

Entre abrazos, balazos y globalización: Los dilemas de México ante las tensiones internas y externas

Entre abrazos, balazos y globalización: Los dilemas de México ante las tensiones internas y externas

La política mexicana parece estar atrapada entre discursos y realidades que pocas veces coinciden. En el ámbito interno, la estrategia de seguridad "abrazos, no balazos" ha generado críticas tanto desde sectores nacionales como internacionales, mientras que, a nivel económico, la incertidumbre rodea la permanencia de grandes inversiones como BMW en estados clave como San Luis Potosí. Entre estos extremos, se encuentra una nación que lidia con presiones externas y profundas divisiones internas.

El panorama internacional no deja de proyectar señales de alerta. La designación de perfiles enfocados en seguridad por parte de Estados Unidos, así como las declaraciones del expresidente Donald Trump sobre el narcotráfico, dejan entrever una posible intervención más directa en los asuntos mexicanos. Aunque hasta ahora las acciones de Washington han sido indirectas, como advertencias sobre la reforma del poder judicial, las palabras de Trump —"México lo hace o nosotros lo haremos"— subrayan una postura cada vez más intransigente.

Por otro lado, la imagen de México como "patio trasero" de otras potencias, ya sea China o Estados Unidos, revive antiguas preocupaciones sobre soberanía. En este contexto, la reciente actividad del secretario de Economía decomisando mercancías chinas es un recordatorio de que la globalización tiene costos más allá del comercio. Las mafias asiáticas controlan vastos mercados de productos pirata, y el gobierno federal parece estar en una cruzada para detener esta ola, pero la acción llega tarde y luce más como un intento desesperado que como una estrategia integral.

En San Luis Potosí, la posible salida de BMW plantea un riesgo que va más allá de la pérdida de una armadora: amenaza con desestabilizar el ecosistema económico de un estado que depende de estas inversiones para mantener miles de empleos. Sin embargo, las señales de preocupación son escasas. Mientras Durango y otros estados vecinos trabajan para atraer nuevas armadoras con capital chino, San Luis Potosí parece distraído con eventos menores. Las prioridades locales no están alineadas con las necesidades globales, y la falta de una estrategia clara podría tener consecuencias devastadoras.

Guanajuato, Querétaro y otros estados han entendido la importancia de competir en el mercado global y han comenzado a diversificar su base económica, pero no sin enfrentar retos. La creciente violencia y la inseguridad en la región han puesto en jaque no solo a las inversiones extranjeras, sino también a las comunidades locales, donde la delincuencia organizada ha capturado territorios con una impunidad alarmante.

El Salvador, bajo el modelo de tolerancia cero de Nayib Bukele, se ha convertido en un referente, aunque no sin controversia. Sus cárceles, con condiciones infrahumanas, generan debates sobre derechos humanos, pero también logran resultados visibles en la reducción de la delincuencia. ¿Podría México aprender algo de este modelo o quedará atrapado en su propia crisis de valores entre orden y justicia?

Mientras tanto, México sigue siendo un tablero en el que se juegan varias partidas a la vez. La presión de Estados Unidos, la influencia de China, la inseguridad interna y las divisiones políticas forman un cóctel explosivo que exige liderazgo y visión estratégica. La pregunta es si estamos listos para enfrentar estos desafíos o si seguiremos improvisando, arriesgando no solo nuestra soberanía, sino también nuestro futuro.

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