Ãngel Castillo Torres
Con un tema difÃcil y candente, especialmente para quienes tenemos historia dentro del PRI, ¿qué está pasando en San Luis PotosÃ? Sara Rocha arremete contra Enrique Galindo y le exige cinco posiciones. Le dice que es gracias a Alito, y lamenta que ya no se puedan tener opiniones diferentes dentro del PRI. Ya no se puede construir una vida democrática en el partido generando debate.
EL INICIO DEL FIN: DECADENCIA DEL PRI
Primero, desde el punto de vista polÃtico, estamos presenciando un proceso de decadencia de un partido que en otro tiempo fue una poderosa maquinaria polÃtico-electoral y prácticamente un actor más del estado mexicano, como la SecretarÃa de Elecciones del poderoso PRI en su época hegemónica. Este proceso de decadencia no es reciente; comenzó prácticamente desde el año 2000, cuando se perdió por primera vez la presidencia de la República en manos de Vicente Fox. Posteriormente, continuó evolucionando. Creo que lo que más daño le hizo al PRI y que incubó este virus de la decadencia fue, por un lado, la corrupción, que no fue denunciada ni detenida en su momento y que se convirtió en un fenómeno casi cultural que invadió el ADN de la clase polÃtica priista, tanto a nivel nacional como aquà en el estado. AsÃ, evolucionó hasta hoy, donde nos enfrentamos a una circunstancia en la cual el PRI está viviendo un proceso de autoritarismo que niega la democracia interna, no permite la autocrÃtica ni la disidencia, ni la libertad de pensamiento ni de opinión, lo cual es más propio de una tiranÃa que de una democracia.
PROTAGONISTAS DE LA DESCOMPOSICIÃN
Los principales protagonistas en este sentido son Alito Moreno a nivel nacional y el remedo de dirigente espurio que tenemos aquà en el estado, Sara Rocha. Vivimos, para hacer una comparativa, una época muy similar a la que se vivió en la Unión Soviética bajo Joseph Stalin, el 'padrecito' que inició purgas de todos sus enemigos, similar a cómo Alito ha eliminado a sus adversarios, siempre blandiendo la amenaza de expulsar a aquellos que no piensen como él o lo critiquen. La consigna ahora ya no es democracia y justicia social, sino Alito. seguramente estarÃa de acuerdo en que es 'estás conmigo o estás contra mÃ'.
UN FUTURO INCIERTO: ¿EL CAMINO A LA EXTINCIÃN?
Esto también nos hace prever, desde el punto de vista polÃtico, que paso a paso el PRI se encamina hacia sus exequias, hacia su despedida. Ya hay datos contundentes que asà lo muestran: el PRI no ganó ni una sola diputación federal de los 300 distritos. Ha pasado a ser la cuarta fuerza polÃtica del paÃs, incluso por debajo del Movimiento Ciudadano. Es un partido lleno de desprestigio y falta de credibilidad, prácticamente reducido a un partido rural que atrae votos de las comunidades más pequeñas, quizás por una nostalgia relacionada con la entrega de tierras durante la época del general Lázaro Cárdenas, quien distribuyó más de 18 millones de hectáreas a los campesinos y formó la mayor parte de los ejidos en este paÃs. Existe cierta evocación en ese sentido.
EL PODER Y SUS EFECTOS PERNICIOSOS
Por otro lado, también hay elementos muy ligados a la naturaleza humana y a los efectos perniciosos que genera el poder. El poder realmente trastorna a aquellos que no están preparados para ejercerlo correctamente. Como dice el lenguaje coloquial, el poder trastorna a los inteligentes y vuelve locos a los necios. Estamos presenciando pulsiones, instintos destructivos, pulsiones de muerte. Lo que queda del PRI parece ser ahora restos que se disputan de manera obsesiva aquellos que han sido invadidos por un espÃritu carroñero, un espÃritu de zopilotes. No les interesa más que eso. A pesar de la disminución del peso del PRI, seguramente Alito está pensando en reelegirse, lo que le garantizarÃa impunidad ya que enfrenta múltiples investigaciones abiertas por la fiscalÃa de su estado anterior, Campeche.
Además, hay que considerar el financiamiento público de los partidos. A pesar de la reducción en su votación, el PRI seguirá recibiendo un considerable financiamiento en los próximos 5 a 7 años. Esto equivale a una bolsa de casi 5,000 millones de pesos, que Alito pretende controlar para asegurar su dominio. Su estrategia incluye disminuir y controlar de manera autoritaria el Consejo PolÃtico Nacional para designar de manera vertical a quienes ocupen las posiciones plurinominales, tanto a nivel federal como local. En San Luis PotosÃ, por ejemplo, vemos a Sara Rocha ocupando la primera posición y a Frinné Azuara Yarzábal la segunda, como resultado de esta estrategia.
UN PARTIDO EN AGONÃA
Asà que ese es el diagnóstico: hay pulsiones de muerte en el PRI, está acabándose y no sé cuánto tiempo pasará antes de que esto llegue a una crisis, similar a lo que enfrentó el PRD cuando estuvo al borde de perder su registro. Creo que la sobrevivencia del PRI está en duda en los próximos años. No sé cuánto quedará de este partido histórico que ha sido fundamental en la historia polÃtica de los últimos 60 o 70 años. Esto es lamentable para muchos priistas que, con buena fe y convicción, siguen dentro del PRI, luchando y esperando un cambio que no parece llegar. En lugar de progresar, hay una regresión: falta de democracia, un pensamiento único que condena a quienes piensan diferente, un espÃritu carroñero y una crisis de credibilidad profunda en la sociedad hacia este partido. Es verdaderamente lamentable.
EL FUTURO DE ENRIQUE GALINDO
Recordando las palabras con las que comenzaba aquella novela de Ernest Hemingway, 'Por quién doblan las campanas', podrÃamos decir que, lamentablemente, doblan por el PRI, que parece estar en un estado moribundo.
El PRI en México no se puede entender sin aquella visión de Plutarco ElÃas Calles de construir instituciones y llevar a los caciques a convertirse en caudillos de manera institucional, estableciendo la paz después de la Revolución y durante los años posteriores. Es cierto que el PRI demostró ser una maquinaria poderosa, como dirÃa Vargas Llosa, la 'dictadura perfecta', pero hoy en dÃa está demostrando que la democracia ha sido imperfecta con él, especialmente teniendo dirigentes como Alejandro Moreno y Sara Rocha.
Creo que es muy acertado destacar la postura que ha tomado frente a esta actitud retrógrada el presidente municipal reelecto, Enrique Galindo. Ãl ha marcado un lÃmite claro, diciendo que no habrá posiciones polÃticas por cuotas ni compadrazgos, refutando la actitud mercantilista que mencionabas al referirte a Sara Rocha exigiendo posiciones para ella y sus allegados. Esta actitud de chantaje y condicionamiento seguramente traerá tensiones tanto con Alito Moreno a nivel nacional como con la dirigente espuria en el estado, Sara Rocha.
LA ENCRUCIJADA DE GALINDO
Creo que también será tiempo para que Enrique Galindo considere si debe seguir en el PRI, ya que probablemente enfrentará bloqueos internos. Su ciclo en ese partido parece estar llegando a su fin y él tendrá que pensar en su futuro polÃtico. Galindo ha crecido significativamente como marca y como figura polÃtica, y es poco probable que el PRI solo hubiera logrado los 195,000 votos que lo llevaron a convertirse en el primer alcalde reelecto si no fuera por él. Además, el partido carece de estructura y cuadros; prácticamente está desaparecido en la región. Por lo tanto, ese cascarón vacÃo ya no le servirá a Galindo si está pensando en 2027, que es el año de la sucesión gubernamental en el estado.
Es como un Mustang con motor de Vocho, y bueno, con esta analogÃa en mente, Enrique Galindo que hasta hoy sigue siendo priista, pero lo que viene será otra historia. Después de la designación de varios perfiles a nivel federal, parece que el destino de Galindo está cada vez más cerca de ser parte de Morena. Por ahà yo creo que eso es una responsabilidad, la otra opción es el PAN, aunque también atraviesa por una crisis y una gran atención hacia su figura. Pero habrá que esperar, ya que la polÃtica es de coyunturas, y hay que ver cuál es la más favorable. Pero evidentemente, yo sà le auguro una vida polÃtica a Enrique Galindo fuera del PRI.
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