Semana del 03 de Abril al 09 de Abril de 2021

El poder de la cruz

El poder de la cruz

Rodolfo del Ángel del Ángel

Tú eres un Dios reconciliador que, teniendo la potestad de ejecutar el castigo, has decidido hacer la paz y ejercer justicia mediante al poder reconciliador de la cruz. En el punto de convergencia de la cruz el cielo y la tierra se unen para traer armonía, paz y gracia.

El mástil de la cruz señalando hacia el cielo y hundiendo sus raíces en la tierra, nos dice simbólicamente esta verdad definitiva y fundamental: Tú has decidido venir a nuestro encuentro, ¡que gesto tan maravilloso!, ¡qué amor tan incomprensible e inmerecido el que nos muestras! Vienes en pobreza y te entregas como ofrenda para traer la riqueza de tu perdón y la promesa de un mundo nuevo a nuestra vida.

Ese madero está clavado en el centro mismo del mundo y de la historia atrayendo con su poderosa fuerza gravitatoria a la entera creación. Y el madero horizontal, abierto de manera definitiva en un abrazo infinito nos abarca a todos. Así es tu amor, universal, incluyente, sin distinciones, sin fronteras. Todo el universo está incluido en ese poderoso signo reconciliador de tu cruz, en cuyo vértice, convergemos, nos encontramos, como una sola humanidad, reconciliados, hermanados, abrazados y envueltos por tu perfecto amor.

Frente a la guerra, la muerte, la desolación que el corazón humano siembra con sus máquinas y sus maquinaciones destructivas, qué débiles e inútiles parecen nuestros esfuerzos para reconciliar y aliviar el dolor del mundo. ¡Qué fácil es ceder a la desesperanza y encerrarnos en la indiferencia de un quietismo mortal!

Que no olvidemos que Tú sigues trabajando, tejiendo de manera soberana, admirable y sabia los hilos de la historia, suavizando los bordes y las asperezas de la burda cruz para que gradualmente su perfección sea manifiesta y su convergencia devore para siempre los poderes de la muerte y la prepotencia de los que se pretenden dioses. La destrucción llegará a su fin, los limites que separan y las murallas que dividen desaparecerán. Los instrumentos de guerra se tornarán aperos de labranza para cultivar la tierra común en la que al fin viviremos en paz.

Danos esa visión de la cruz que, siendo un instrumento de tortura, paradójicamente es el centro integrador de todas las cosas. Recuérdanos, así, que la de la muerte nace la eternidad; de la crueldad, surge el perdón y de la injusta condena, la reconciliación.

Que inspirados y fortalecidos por la victoria de la cruz, llenos de la esperanza y del poder de tu gracia anunciemos y vivamos en el mundo la paz y el amor que al fin triunfarán sobre la humanidad extraviada.