Semana del 19 de Junio al 25 de Junio de 2020

Don Mariano Hernández Afilador de cuchillos a los 90 años de edad

Don Mariano Hernández Afilador de cuchillos a los 90 años de edad

Yesenia Rivera

Viaja todos los días desde La Subida a recorrer las calles de Ciudad Valles, ofreciendo sus servicios,

a sus 90 años, don Mariano Hernández sale todos los días a las calles de la ciudad a ofrecer sus servicios como afilador de cuchillos, a cambio de una módica cantidad.

Actualmente radica en el ejido La Subida ubicado en la zona Tének, y todos los días acude a la zona urbana a recorrer las calles de la zona Centro y de las colonias, tocando las puertas de las casas y negocios, ofreciendo hacer trabajos o afilar cuchillos.

Comenta que en su comunidad solía hacer trabajos de poda de pasto, pero debido a su edad y una enfermedad que le aquejaba, tuvo que dejar de hacerlo y ya lleva 15 años dedicándose a este nuevo oficio, que le ayuda mantenerse por sí mismo, aunque gane poquito.

Este oficio lo aprendió desde muy pequeño, cuando su padre lo llevaba a trabajar el campo.
Don Mariano relata que no es fácil ser afilador, que también tiene su chiste, hay que saber cómo se afila un cuchillo, si no se echa a perder, y pues terminarán cobrándoselo a uno, lo mismo que afilar una tijera, ya que es diferente.

Y debido a los años que lleva dedicándose a esta actividad, sabe afilar desde un cuchillo, unas tijeras, un machete, un talache, hasta un hacha para cortar leña, pues ha adquirido suficiente experiencia.

Platica que a veces afila 6 cuchillos en un día y en ocasiones sólo dos, y no cobra determinada cantidad, sino que sólo recibe lo que la gente le da a cambio de su trabajo, hay quien le da 5 pesos, hay quien es buena gente y le da 20 pesos, pero se ha topado con personas que lo han hecho tonto, pues les afila 5 cuchillos y sólo le dan 20 pesos, argumentando que no tienen más, aunque el trabajo esté bien hecho y sea más, pues ya qué le queda decir, mejor agradece que salió para las tortillas.

Comenta que su esposa ya falleció, y actualmente vive con su hijo y la familia de éste, quienes lo tratan bien y a veces le ofrecen un taco, y se considera un hombre de bien, pues no ingiere bebidas alcohólicas ni ofende a nadie, sólo se dedica a trabajar para subsistir, "la gente me respeta y yo a ellos".

Señala que actualmente se encuentra bien de salud y muy agradecido con la gente que le da trabajo y lo apoya, pero también con Dios, a quien siempre le pide que lo cuide donde quiera que ande, y que no se le presente ninguna situación desfavorable.

"Dios me ha cuidado y no ha habido día que me deje sin comer, ya que soy pobre y tengo necesidad de salir a buscar la vida para comer, ya que la comida no me llega sola", dijo finalmente.

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