El Palmito, un platillo para paladares exigentes

El Palmito, un platillo para paladares exigentes

Juan Hernández| Emsavalles| Ciudad Valles, S.L.P.| Sábado, 22 de Agosto de 2020| 12:08

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Dentro del núcleo central de las palmeras, se ubica un producto catalogado como verdura, sumamente nutritivo, por su alto contenido de fibra, proteína y bajo índice glucémico, lo que lo convierten en el perfecto acompañante para diversos platillos huasteco.

El palmito, en sus diferentes modalidades es un platillo típico de la región Huasteca, suave al contacto con el paladar, con un sabor similar a las alcachofas, pero el proceso para obtenerlo, es laborioso.

Delia Hernández, originaria del Ejido Ojo de Agua, ubicado en la zona Tének, vende este producto en el tianguis de Ciudad Valles, quien relata que para poder comercializarlo, tiene que trabajar desde la cinco de la mañana, debido a que el más rico, el más ligero, el más suave, se encuentra enterrado varios metros bajo tierra y es obtenido a base de puros machetazos que muchas veces, llegan a lastimar las manos del jornalero. Es tan complicado sacarlo, que diariamente solo desentierran tres para poderlo vender.

"La gente pide mucho el palmito, principalmente cuando tienen visitas de otros lugares y quieren ofrecerles de comer algo que no es ordinario en su tierra, y el palmito es sabroso, incluso lo mandan comprar desde Guadalajara porque allá no hay, y muchos no lo conocen, pero cuando lo prueban, quedan extasiados y fascinados, ya que su guiso es muy versátil, con huevo, carne de puerco, mole, etcétera" explicó Doña Delia.

Relató que el palmito no es un producto de temporada, todo el año se produce, pero también, tiene que ver mucho con las fases lunares, según las creencias.

El palmito más duro, se encuentra cerca de la superficie, pero el más suave, está varios metros bajo tierra, y ese es el mejor, por ello tanto esfuerzo para lograr sacarlo.

Es por ello, que el palmito es muy solicitado, cuyo precio, varía dependiendo el tamaño de lo que sería llamado camote, pero el sabor, vale la pena.

 

AH