Una mujer que marcó la cultura mexicana por su belleza física y su personalidad, una extraordinaria actriz, una mujer que escandalizó al país entero, esta semana se anunció su muerte y lloró el cine mexicano, lloramos los que nos gusta el cine, falleció la gran Isela Vega Durazo.

Nacida en Sonora, y que desde los 18 años fue nombrada “Princesa del Carnaval” en Hermosillo y esto le empieza abrir las puertas de los escenarios de su tierra, pero decide ir a EEUU para estudiar inglés y modelaje; muchos críticos recientes que no sabía, decían que Isela Vega aprovechó su cuerpo para mostrarse en cine, no, fue una gran actriz que lo primero que hizo fue estudiar.

Cuando regresa a México a finales de los 50s, en la época de los centros nocturnos, los bares y los cabarets, comenzó a cantar en esos lugares, hay discos con una voz muy bonita, muy recia, muy fuerte. Debuta en el teatro en una comedia llamada “Una viuda y sus millones” ya desde entonces comienza a distinguirse por participar en producciones donde el papel de la mujer era el centro de la película misma, y le abrió las puertas en la película “Don Juan 67” al lado de Mauricio Garcés.

Se va a España y protagoniza una de las películas más importantes de su carrera “La pecadora, el cura y la santa” y desde entonces su carrera se caracteriza por este tipo de papeles. En los años 70 aprovechó el bum de la época de “las ficheras”, cuando México cae en una temporada baja porque de la época de Oro del Cine Mexicano de los años 50s y parte de los 60s; Isela Vega aprovecha ese cine de las “bellas de noche” con grandes artistas.

En 1974 la famosa revista Playboy le permite ser la primera mujer latina en aparecer en la versión norteamericana de ésta revista. Otra película fue al lado del galán Andrés García, protagonizando papeles donde la mujer no era sumisa, sino al contrario la mujer era bravía, echada para adelante y malhablada.