José Guadalupe González / Ciudadanos Observando
Es momento de actuar y de exigir que las personas que ocupen los cargos de gobierno sean honestas, íntegras y comprometidas con el bienestar de la sociedad.
Es alarmante cómo el gobierno de San Luis Potosí sigue designando en puestos clave a personas con un historial tan oscuro y lleno de corrupción. Jorge Díaz Salinas, el exdiputado local que ha sido nombrado recientemente para una secretaría importante, es un claro ejemplo de cómo en este país se premia la deshonestidad en lugar de castigarla. Me parece inadmisible que alguien con un pasado tan turbio, que estuvo involucrado en escándalos como el conocido "mochigate", sea considerado para un cargo público, cuando debería estar enfrentando las consecuencias de sus actos.
Recuerdo perfectamente cómo, junto con Ciudadanos Observando, llevamos a cabo una investigación exhaustiva sobre Díaz Salinas y otros legisladores que formaron parte de una de las peores legislaturas de la historia de San Luis Potosí. Lo que descubrimos fue escandaloso: millones de pesos destinados a la construcción de caminos rurales que nunca se realizaron, desviados mediante empresas fantasmas y con la falsificación de firmas. Esto no solo es corrupción, es un crimen en contra de los más pobres, de la gente que realmente necesitaba esas obras. Y, sin embargo, aquí estamos, años después, viendo cómo una persona que fue parte de ese fraude es recompensada con un puesto de poder en el gobierno estatal.
Es frustrante, pero no sorprendente, que en este país exista una justicia tan desigual. Mientras que una persona que roba por necesidad puede terminar en la cárcel, los políticos corruptos parecen tener garantizada su impunidad. Si eres exdiputado o político, no solo no vas a pisar la cárcel, sino que, con suerte, te van a dar un cargo en el gobierno. Es indignante, y es momento de alzar la voz. No podemos permitir que estas personas sigan manejando el destino de nuestro estado.
Este caso no es aislado. El nombramiento de Jorge Díaz Salinas es solo uno de tantos ejemplos de cómo el actual gobierno está lleno de figuras de la llamada "herencia maldita". No se trata solo de Díaz Salinas. Ahí está Crisógono Sánchez, Mario García, y otros individuos que en su momento fueron criticados por su corrupción, pero que hoy están cómodamente instalados en el gabinete estatal. Es como si se hubiera borrado su pasado oscuro y ahora se les diera una nueva oportunidad, pero no para servir al pueblo, sino para seguir sirviéndose de él.
Uno de los problemas más graves de este tipo de nombramientos es que, lejos de resolver los problemas que aquejan al estado, perpetúan la corrupción. Gente como Díaz Salinas, que ya ha demostrado su falta de integridad, no va a cambiar de un día para otro. Al contrario, su presencia en el gabinete solo asegura que las "tranzas" continúen. Nos enfrentamos a un gobierno que parece creer que para ocupar un puesto público, debes tener una cola tan larga como la de un dinosaurio. Y eso no puede ser aceptable.
Lo que más desespera es que parece que no hay nadie en todo San Luis Potosí que pueda ocupar estos cargos de manera honesta. ¿De verdad no hay personas con capacidad y con un historial limpio que puedan ayudar al gobernador Ricardo Gallardo a dar buenos resultados? ¿Es realmente necesario recurrir a individuos que ya han demostrado ser corruptos y deshonestos? Me cuesta creer que en todo el estado no haya personas que quieran trabajar de manera íntegra y honesta por el bienestar de la sociedad.
Es cierto que los políticos son muy hábiles para cambiar de bando y adaptarse a las circunstancias. Un día son parte de la "herencia maldita" y al siguiente son abrazados por la Cuarta Transformación, como si al cambiar de partido se les borraran todos sus pecados. Parece que con un simple cambio de camiseta se purifican y todo su pasado de corrupción desaparece. Esto es lo que estamos viendo ahora, y es indignante.
Para ser justos, el problema no es exclusivo de la administración estatal. También lo vemos en el ámbito municipal y en otras instancias de gobierno. Tomemos, por ejemplo, el caso del ayuntamiento de Ciudad Valles, donde David Medina ha integrado a figuras cuestionables como Rebeca Terán Guevara en su gabinete. Y esto no es nuevo. En su momento, cuando Lorena Valle intentó darle un puesto en el DIF, fuimos nosotros, los ciudadanos, quienes levantamos la voz y logramos que se echara atrás esa decisión.
Lo que necesitamos es que este tipo de presión ciudadana siga existiendo. No podemos quedarnos callados ante estos nombramientos. No podemos permitir que gente que ha robado y engañado al pueblo siga ocupando cargos públicos. Es responsabilidad de todos nosotros alzar la voz, mostrar nuestra indignación y exigir que el gobierno escuche.
Si no hacemos nada, el futuro de nuestro estado se verá marcado por más corrupción y malos manejos. No podemos permitir que esto siga ocurriendo. De lo contrario, seguiremos viendo cómo los mismos de siempre se enriquecen a costa del pueblo, y eso no es lo que queremos para San Luis Potosí.
facebook. emsavalleNoticias
twitter. @emsavalles
sitio web. emsavalles.com
e-mail. emsavalles@hotmail.com
emsavalles© 2006 - 2024 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos sin previa autorización.
Emsavalles Publicidad, Escontría, 216-A, Zona Centro, Ciudad Valles, S.L.P. Tel:481-382-33-27 y 481-381-72-86. emsavalles@hotmail.com. contabilidad@emsavalles.com
No. de Certificado de Reserva Otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2021-071615041800-203