La historia del músico Jeziel Joab Guillén es bastante singular, pues de hecho no habÃa escogido a Ciudad Valles o la Huasteca Potosina como el lugar para hacer su vida, fue más bien cuestión del destino llegar a estas tierras, enamorarse y quedarse.
âVengo de la ciudad de Cancún, Quintana Roo, hace dieciocho años que llegué aquà y aquà me quedéâ, comenta que este artista urbano, trovador, de 37 años, quien añade que su gusto por la música fue âporque a mi papá siempre lo vi tocar, desde que yo lo veÃa me apasionó su música, me gustó cómo cantaba, él cantaba puros himnos de la iglesia, porque es un pastor evangélico, y pues asà nos iniciamos en estoâ.
Y en referencia a la actividad de fe de su padre, considera que âyo fui la oveja negra de la familia, me salà a disfrutar de México, porque me gustó mucho viajarâ, y precisamente eso dio pauta a que recordara cómo llegó aquÃ: âcrucé al otro lado y me deportaron, y ya venÃa por aquà para mi tierra y pues aquà me quedé, esta es mi tierra ahora, aquà nos quedamos, como dice la canción de las Tres Huastecasâ.
Sin embargo a su llegada a Ciudad Valles la vida no fue fácil, âpues primero fue un poquito difÃcil para darnos a conocer, pero bendito Dios estamos echándole ganas, y pues nos divertimos, hacemos lo que nos gusta y sobre todo le echamos la pasión y es lo más importante, lo que nos gusta hacerâ.
âBendito Dios cuando yo llegué aquà pues, no me da pena, llegué tocando en los buses, llegué tocando en las fondas en el mercado, y pues ahà estamos conociendo, por ejemplo conocà a Shamay, a Saúl, a Pedro Benavides, a muchos amigos, a Galicia, pues ahà nos fuimos desarrollando y fuimos haciendo una mancuerna de amigos con los que la verdad aprendà muchÃsimoâ, añade.
Aunque muchos pueden pensar que de la música no se vive, expresa âpues no, si le echas ganas, porque hay muchas puertas para tocar y puedes mover aquÃ, te puedes mover allá, donde sea, la cosa es para mÃ, como siempre digo, llevarle el alimento a mi familia y tenerles un techo, pero lo más importante su comida y los estudios de mis hijosâ.
Jeziel Joab Guillén se casó con una vallense, Esperanza Tenorio, con quien procreó dos hijos, Joshua Joab y Herson Shaddai Guillén Tenorio, uno de los cuales cursa el nivel medio en la Escuela Secundaria No. 2 y el otro estudia en la Primaria âJosé Ma. Morelosâ.
Sobre el panorama actual de la música considera que âpara mà ahorita los artistas, discúlpenme la palabra, pero para mà son plásticos, es nada más un ratito su fama, y las canciones no están en el olvido, están en el recuerdo nada más, esas nunca van a pasar de moda, las van a escuchar nuestros hijos, nuestros nietos y todavÃa van a seguir sonandoâ, y en lo particular admite que le gusta mucho lo romántico.
Y afirma que la música transmite sentimientos, âde repente ves una señora que tal vez con cantar esa canción le recuerda a su padre o a su madre, o no sé, por ejemplo yo me pongo este ejemplo, que hay olores que me recuerdan a mi familia, y pues una canción te transporta y te transmite, y depende cómo lo hagas también, porque se trata de transmitir, no solamente de cantar y cantarâ.
Con dieciocho años ya en Ciudad Valles, tocando guitarra y teclado, también se ha dedicado a la composición, puntualizando que tiene âcomo unas doce o trece canciones, no muchas, pero me gusta hacer canciones que me convenzan a mÃ, más que nada, porque a veces escribo y digo esto no me gusta, lo deshago, no me gusta y yaâ
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