Semana del 12 de Julio al 18 de Julio de 2024

Temporada de huracanes

Temporada de huracanes

Héctor de Luna Espinosa

La temporada de ciclones tropicales de 2024 ya comenzó. En la República Mexicana, la temporada comienza oficialmente el 15 de mayo para el océano Pacífico y el 1 de junio para el océano Atlántico, y termina el 30 de noviembre en ambos.

En Hechos, capítulo 27, encontramos una historia impactante: el apóstol Pablo está siendo llevado a Roma como prisionero. Durante el viaje, él y la tripulación del barco enfrentan un terrible viento huracanado llamado euroclidón. A pesar de las advertencias de Pablo sobre los peligros de navegar en esa temporada, los responsables del barco deciden continuar. El viaje se vuelve catastrófico cuando una tormenta masiva los golpea, dejando al barco a la deriva durante varios días.

Pablo, confiando en una revelación divina, asegura a la tripulación y a los pasajeros que nadie perderá la vida, aunque el barco se destruirá. Siguiendo su consejo, toman medidas para aligerar el barco y eventualmente naufragan en la isla de Malta. Tal como Pablo predijo, todos sobreviven.

Quiero compartir tres enseñanzas bíblicas que encontramos en estos pasajes. En primer lugar, confianza en la providencia de Dios: Pablo confía plenamente en Dios a pesar de la tormenta. Esta confianza se ve reflejada en su calma y seguridad, incluso en momentos de desesperación. Esto nos enseña a confiar en la providencia de Dios en nuestras vidas, especialmente durante las tormentas y dificultades.

En segundo lugar, esperanza en medio de la adversidad: a lo largo de la tormenta, Pablo mantiene la esperanza y la transmite a los demás. Nos recuerda que incluso en nuestras peores circunstancias podemos mantener la esperanza si confiamos en las promesas de Dios.

Y en tercer lugar, la soberanía de Dios: la predicción de Pablo sobre el naufragio y la supervivencia de todos muestra la soberanía de Dios sobre las circunstancias. Esto nos recuerda que Dios tiene el control absoluto sobre nuestras vidas y situaciones, y que sus planes son siempre para nuestro bien.

En conclusión, la historia de Hechos, capítulo 27, es una poderosa narración de fe donde vemos la dirección y el cuidado de Dios sobre nosotros a lo largo de nuestra vida. Cada uno de nosotros enfrentará temporadas de vientos contrarios, tempestades que, sin la ayuda y dirección de Dios, nos será muy difícil o imposible salir adelante. Pero recuerda que Dios es mucho mayor y más fuerte que cualquier tormenta de la vida, y además socorre a quien le busca. Él te dice en Isaías 41:10: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."

Recuerda que siempre hay esperanza en Jesús; él venció incluso a la muerte. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Te invito a orar conforme al Salmo 18: "Te amo, Señor, fortaleza mía, roca mía, castillo mío, mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en quien confiaré; eres mi escudo, mi alto refugio y la fuerza de mi salvación."

En mi angustia invoqué al Señor, y clamé a mi Dios; él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él a sus oídos. Me tomó, me sacó de las muchas aguas, me libró de mi poderoso enemigo y de los que me aborrecían, porque eran más fuertes que yo. Me asaltaron en el día de mi quebranto, pero el Señor fue mi apoyo; él es mi socorro en la adversidad.

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