Sábado, 22 de Febrero de 2025
CIUDAD VALLES, S.L.P.
DIRECTOR GENERAL.
SAMUEL ROA BOTELLO
Semana del 11 de Diciembre al 17 de Diciembre 2015

Mujer destacada... Lourdes Vega Vega vallense en Teletón

Mujer destacada... Lourdes Vega Vega vallense en Teletón

Samuel Roa Botello



Doctora con especialidades en pediatría y oncología, es parte fundamental en el equipo de Fernando Landeros
"La misión del oncólogo es tomar de la mano al paciente hasta la curación o hasta el final de su vida", afirma.

Es una mujer originaria de Ciudad Valles que actualmente es un pilar en Fundación Teletón, al ocupar la Dirección General del Hospital Infantil Teletón de Oncología (HITO) ubicado en Querétaro; se dice fácil, pero su historia profesional en la medicina para llegar hasta donde ahora se encuentra, empieza en Tampamolón Corona, a donde llegó recién egresada de la Facultad de Medicina para realizar su servicio social.
Se trata de Lourdes Vega Vega, quien cursó la carrera de medicina y se especializó en pediatría y oncología, llegando a convertirse en parte importante del equipo de colaboradores en la fundación que encabeza Fernando Landeros Verdugo, quien le confió el proyecto para edificar el hospital especializado en la atención a niños con cáncer, uno de los cuatro que existen actualmente en el mundo.

El origen
Lourdes Vega es hija de Edmundo Vega Montes y Naty Vega, cursó sus estudios básicos, primaria y secundaria, en Ciudad Valles, posteriormente emigró a San Luis Potosí, en donde radicó por ocho años al cursar la preparatoria y la carrera de medicina en la Universidad Autónoma.
"En la parte familiar, el arraigo en Ciudad Valles ha sido muy importante y marcó mi vida; nacer aquí, crecer aquí, en una época en que todos eran conocidos, era una sensación de estar siempre segura, protegida", afirma.

Inicio profesional
Tras concluir la carrera, regresó a la Huasteca para hacer su servicio social en Tampamolón, el cual considera que "fue el año que definió lo que hago, a lo que me dedico, porque fue descubrir la satisfacción de poder atender a la gente, que uno piensa que llega a un centro de salud buscando una curación, y la verdad es que muchas veces llega a una consulta o con una herida, y lo que necesita es sentir que alguien se solidariza con sus necesidades, tener cercanía, que su doctora sea parte de la comunidad".
"Tenía que ir a las localidades, subía hasta lo alto de un cerro a atender un parto, o un herido, y allá encontré gente que ni siquiera sabía que existía el pavimento o un centro de salud donde atenderse; que lo que querían era que los vieras y aceptaban su enfermedad, sabiendo que podían morir por esa situación, lo que es una característica de fortaleza de nuestros ancestros".
Fue un año especial, me di cuenta que lo que me gustaba era atender a la gente y estuve tentada a no hacer una especialidad y dedicarme a esta área médica, pero al final dije 'tengo que hacer mi especialidad y regresar para tener contacto con este tipo de pacientes'".

El llamado
Fue a la especialidad de pediatría, en el Instituto Nacional de Pediatría de la Ciudad de México, que era de tres años, pero el primer día tenía guardia en un área donde estaban los niños con cáncer, ahí estaba medicina interna, neurología y al final oncología.
Trabajaba por la madrugada cuando sintió que la veían, se asomó y en el último cubículo, de ventanas de vidrio y seis camas, estaba un niño en una cuna cerca de la ventana, despierto y viendo hacia donde laboraban médicos y enfermeras; tenía un tumor en el lado izquierdo de la cara.
"Lo que me llamaba la atención era por qué estaba despierto a esa hora, en la madrugada, si no estaba llorando ni necesitando algo, me acerqué para verlo y di la vuelta para preguntarle qué era lo que tenía, pero me vino esa sensación por la que dices "de aquí soy, y a esto me voy a dedicar toda mi vida'", recuerda.
Pensaba estudiar la especialidad y regresarse pronto ya fuera a San Luis o a Valles, y hacer su ejercicio profesional en un hospital en la mañana y en la consulta privada en la tarde, no pensaba más que eso, pero el niño que vio ese primer día marcaría su destino.
A partir de entonces decidió prepararse para ser oncóloga, todo lo veía con ese enfoque y además sentía que la perseguían los pacientes, porque pasaba al área de neonatos y le tocaba un recién nacido con leucemia, pasaba al área de consulta y le tocaban niños con diversos tipos de cáncer; "sentía como que me seguían, es una especialidad como que te elige", asevera.
"Dios te pone las cosas para que llegues a donde tienes que estar, y así pasó, además como que la personalidad de quienes fueron mis maestros me gustaba, eran muy radicales, concretos, porque en oncología no puedes andar dudando, debes ser rápido; ellos eran respetados, unas figuras de inspiración", admite.

Oncología
Transcurrieron los tres años de pediatría y asistía a sesiones y trataba de que le enseñaran temas de oncología, fue entonces cuando presentó su examen para esa especialidad e ingresó dos años, y cuando terminó incluso le ofrecieron trabajar en el Instituto, pero sentía que no se podía quedar, que tenía que regresar a darle continuidad a lo que había iniciado en el servicio social
"En México el Instituto Nacional está bien, pero llegan los niños ya muy mal de salud, entonces dije: yo me tengo que regresar porque tengo que ir a encontrarlos, y es que llegan muy mal porque se tardan demasiado entre que el niño se empieza a sentir mal y que alguien diagnostique que tiene cáncer, es un tiempo que se pierde, y mientras la enfermedad avanza y después llega cuando tal vez ya no se puede curar, es la diferencia entre haber podido sobrevivir y ya no", lamenta.

El destino
"Pensé a dónde ir, tenía la oportunidad de elegir, dije que visitaría 3 lugares y en donde me latiera me iba a quedar. Por cuestión de arraigo vine a mi tierra, San Luis, aunque ya sabía que había dos oncólogos trabajando y dije: "mejor voy a ir a un lugar donde no haya oncólogo, para ver si puedo empezar yo el servicio', y un lugar donde no había era Veracruz. Fue a San Luis y platicó con los oncólogos que estaban ahí pero pensó que se iba a tener que adaptar al estilo de ellos, porque llegaron primero y ya lo habían marcado; después se fue a Veracruz, a Xalapa donde le comentaron que en todo el estado no había un oncólogo pediatra y podía iniciar el servicio y hacerlo a su estilo, y afirma "era como la segunda parte de mi servicio social, ir a encontrar a los niños, por eso decidí quedarme".
Al Centro Estatal de Cancerología en Xalapa llegó en 1997, donde comenzó a atender niños que ya no se tenían que ir a otro lugar, aunque también en el hospital atendían a adultos con cáncer, su servicio creció hasta ser de un piso completo.

Teletón
En el 2011, ya como subdirectora del hospital se enteró que Teletón estaba ayudando a hospitales que atendían a niños con cáncer, entonces decidió pedir una resonancia magnética, que no tenían en su hospital. "Fíjate cómo son las cosas, yo donaba al Teletón, pero no me gustaba ver mucho las cápsulas, o sea el evento, el programa es una cosa, el trabajo de la fundación, el día a día, es otra cosa, sí creía, sin querer ir más allá, donaba y punto", confiesa.
Hicieron la cita para ver si les ayudaban en Teletón con la resonancia que costaba 15 millones de pesos, y coincide con el momento en que ellos tenían la idea de hacer un hospital para niños con cáncer, la cual surgió porque le dieron apoyos a varias instituciones y no se veía cómo mejorar la supervivencia de los niños, debido a que el donativo quedaba bajo control de la institución que recibía el donativo.
Ejemplo, un hospital pide la instalación de todo un quirófano inteligente y Teletón lo dona, pero pidió que prepararan en el hospital el área, lo cual nunca hicieron y el equipo se quedó en el pasillo.
Pidieron remodelar en Mérida el área y construir una unidad de trasplante de médula, que se donó en el 2011 y desde entonces hasta el 2015, sólo un trasplante han hecho y la unidad está cerrada, porque no pueden contratar personal, y no se puede hacer nada porque es propiedad de la institución.
Eso estaba sucediendo en la vida de la fundación, al mismo tiempo que en Xalapa querían un equipo también, pero le dijeron que era mejor hacer un hospital controlado por Teletón.

La invitación
En Teletón buscaban a quién podían llevar como director médico del hospital, y recordaron a un oncólogo muy famoso en Estados Unidos, que pudiera decirles si era viable la idea de un hospital o no, y recurrieron a él.
"Fueron con él, y como yo lo conozco por azares del destino, porque yo roté en su hospital un tiempo e hicimos amistad, entonces cuando lo buscaron él les dijo busquen a esta doctora para que les ayude, y yo al mismo tiempo estaba sacando la cita para pedir donada una resonancia", señala.
"Nos dieron la cita y llevamos de Xalapa el proyecto a Teletón para que nos dieran el equipo de resonancia magnética mientras el doctor de Estados Unidos me recomendaba para que les pudiera ayudar. Ahí fue cuando me preguntaron si les podía apoyar a armar el proyecto del hospital para presentarlo al Patronato de Teletón, para ver si lo aprobaba o no, y les dije que sí, de manera que me pedían información y se las daba, también mi opinión, pero hasta ahí, yo lo que quería era que nos dieran una resonancia para Xalapa", agrega.
Entonces se formalizaron reuniones en línea para avanzar en el proyecto del hospital, después en Teletón lo armaron y presentaron, y no les fue nada bien con el patronato, porque se los regresaron, pero dijeron que lo volverían a armar otra vez, y así se fue involucrando en cómo lo iban a presentar, incluso fue a la sesión del patronato, por si preguntaban algo sobre la parte médica.
Se dio la respuesta del oncólogo de Estados Unidos, que dijo que no podía venir como Director Médico, pero que si le preguntaban su opinión era que la invitaran a ella, "entonces me invitan y lo pensé creo que como cinco minutos para irme al proyecto, y significó dejar mi estabilidad en Xalapa, tenía mi vida hecha, visualizando terminar y jubilarme ahí, pero la idea de tener un lugar exclusivo para niños con cáncer, que es lo voy a ejercer toda mi vida, la verdad era como saber que se podría tener un espacio de cielo", comenta.
"Cuando me estaban invitando, que fue una llamada larguísima, de horas, dije: "sí me voy a ir a este proyecto"; y llegué como directora médica", relata.
"La verdad que para mí era como un mensaje del cielo la invitación, así que decidí irme. El corazón no se equivoca, finalmente te guía en la buena toma de decisiones", asegura Lourdes Vega.

Su integración
"Cómo se puede dar tal conjunción de factores, en un país en donde batallamos tanto en el tema de la salud, donde la sobrevida de los niños con cáncer está lejos de ser la que debería, en donde tenemos tantos problemas como sociedad, que se pueda construir un hospital de los que hay pocos en el mundo, porque hospitales exclusivos para niños con cáncer hay cuatro en el mundo: en Memphis (EUA), Egipto, Brasil y ahora el de aquí".

Entró oficialmente en agosto de 2011 al proyecto del hospital y la entrega de la resonancia se hace el 22 de agosto, "así que yo la pedí como parte del hospital de Cancerología de Xalapa y la entregué como parte de Teletón, esa fue mi primera salida de trabajo", menciona.
Llegó y del hospital para niños con cáncer aún no había planos, había que hacerlos. Fueron dos años de estar en México, en el diseño y la planeación del proyecto, y ahorita ya dos años de estar operando el hospital, pues se inauguró el 12 de diciembre de 2013.

El hospital (HITO)
"Lo que puedo decir es que es un proyecto muy importante en la medicina, porque si conoces el hospital te das cuenta de que es un modelo de atención muy diferente. Agradezco toda la confianza que nos dieron para que dijéramos qué habría en el hospital y qué no, en cuanto a todas las áreas quirófanos, laboratorios, etc..".
El proyecto del hospital era una idea que fue aprobada por el Patronato de Teletón, con un presupuesto que no se tenía como Teletón, pues el hospital costó 930 millones en construcción y equipamiento, y eso no se recauda en un Teletón, así que tendría que ser en dos ediciones, pero el Gobierno del Estado donó el terreno.
Afirma que desde su inauguración, los resultados han valido la pena, por el esfuerzo económico y humano; "es una enorme satisfacción y orgullo estar trabajando en la fundación, en el hospital, e ir construyendo todos los días una manera diferente de atender a los niños".

Lo triste
"A veces los niños no se pueden curar por lo avanzado de su enfermedad, pero un logro es que tengan mejor atención y calidad de vida, y que su familia se sienta acompañada; lamentablemente el 70% de los casos llegan muy avanzados, así que también estamos trabajando para una detección temprana", dijo.
"La misión del oncólogo es tomar de la mano al paciente hasta la curación o hasta el final de su vida, no te puedes echar para atrás", precisa.

El altruismo
Recuerda: "pasé de la Dirección médica a la Dirección General, y entonces sentía que la parte administrativa me iba jalando y apartándome del trato directo con el paciente, pero fui encontrando la manera de tener un espacio de consulta para los niños ya que eso te renueva siempre como médico. Estamos muy orgullosos de lo que estamos logrando y creyendo en el proyecto, porque con el donativo al Teletón se puede cambiar la esperanza de vida de un niño".
"Si hubiera visto algo turbio, en ese momento les hubiera dado las gracias, no lo toleraría, pero al contrario, he visto en el pasar de estos años, cómo todo se hace en Teletón con tanta transparencia y con tanto cuidado, precisamente porque es el dinero que dona la gente, ya que el 80% de lo que se recauda viene de la sociedad, y hay gente que dice "hoy me voy a ir a pie al trabajo para darles mi donativo", y ese peso es más grande que lo que puede aportar una empresa", asevera.

Mensaje
"Lo que recibimos de chicos, como educación, nos forja para toda la vida, y mi familia en eso siempre está presente; además los huastecos somos gente terca, empeñada en lo que queremos. Decía mi papá: "qué lástima que el día sólo tiene veinticuatro horas para trabajar"; así que llevaré siempre por delante la bandera y la ideología que tenemos en la Huasteca, de continuar con el legado de trabajo": Lourdes Vega.

De bote pronto

Medicina: Mi vida
Pediatría: Una manera de encontrar la vocación en la oncología
Niños: Nuestros maestros
UASLP: La mejor en medicina
Instituto Nacional de Pediatría:
Mi alma mater
Huasteca: Toda yo
Teletón: Pureza de una causa
Fernando Landeros: Líder congruente
Edmundo Vega: Mi arraigo
Lulis Vega: Alguien que quiere hacer realidad los sueños de los niños


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