Alfredo Lara Álvarez
La unión, la responsabilidad, la convivencia y disciplina, forman parte de la Grillos Marching Band, un grupo de adolescentes inquietos que permean de emociones a propios y extraños que se dan gusto al disfrutar del despliegue de sagacidad y destreza con el que llevan a cabo sus actos, malabares o canciones, como les conozca la gente, como les gusten, o como puedan llamarles, el chiste o la idea, es disfrutar a esos chavos, gozar, gritar y hasta llorar con ellos de emoción, de poder estar ahí, escuchando los instrumentos musicales, que engalanan eventos, desfiles, y presentaciones, es.... El sueño llevado a cabo por parte de su dirigente, Jairo Vergara Saldierna, un poblano que más que poblano ya es huasteco, o adquirido huasteco, tierra que se lo ganó, con su aprecio, con su estima, con su corazón, así es como Jairo considera a la Huasteca, por ello su frase del grupo de músicos, "nosotros no solo tocamos con las manos, tocamos con el corazón".
Jairo cursó hasta la primaria en su natal Puebla de los Ángeles, y en su grado 6º, nace su interés por participar en la banda de guerra, y su pasión por la música de este tipo, misma que lo posicionó como dirigente de la Banda de Guerra de la secundaria número 5 en Ciudad Valles, adonde llegó con su familia para posteriormente integrarse al CBTIS, en donde de igual forma, se convierte en titular de la misma agrupación, sin abandonarla, a pesar de continuar sus estudios de ingeniería industrial en el Instituto Tecnológico de Ciudad Valles.
Fue en el año del 2001, cuando integran a esa banda de guerra, algunas bastoneras, lo que sería el inicio de lo que en el año 2006 se formó la llamada "marching band", con el apoyo de una donación del municipio de su primer tuba y 3 saxofones que aún rondan el colegio, esto, como inquietud que Jairo ya traía desde su estado originario, pues es ahí en donde por primera vez se comienzan a armar estos grupos musicales en varias escuelas, como una copia de los mismos grupos de alumnos que animan los juegos de las escuelas preparatorias o universidades de Estados Unidos, de donde se toma el concepto de "Marching Band" que es prácticamente lo que se le conoce en nuestro país como la banda musical, con la diferencia que éste concepto es un poco pueblerino, y con eso de que somos vecinos de los norteamericanos, palabras y expresiones han sido adoptados en ese idioma, lo que al final de cuentas no importa mucho, sino que los alumnos puedan divertirse, entretenerse, disfrutar y demostrar de los son capaces cuando se proponen algo, cuando se concentran en algo, cuando no buscan la vagancia o el pandillerismo.
El concepto como se expresa en inglés en conformar una "musicianship", es decir una relación cercana entre músicos de este tipo y de este género, el de las bandas, el de ese grupo de chavos que animan los eventos públicos con esa pasión, con esa entrega, con esos pocos minutos que significan horas y horas de ensayo, con ese sacrificio de horas de no estar pegados al "facebook", y de no estar chateando en las computadoras.
LA DESPEDIDA, NO MÁS "GRILLOS ESCANDALOSOS"
La convivencia de los jóvenes, se hace eterna, departiendo una hamburguesas en una de las canchas del plantel, se despiden, será su último año para algunos que continuarán con sus estudios, besos, abrazos, "selfies", y bromas por el micrófono de parte de Jairo hacia sus pupilos, hacia su grupo de adolescentes escandalosos que le hacen honor a la mascota del CBTIS 46, los Grillos, escandalosos y ruidosos, al menos esa fue la queja por un tiempo de los vecinos que viven en torno a la escuela, pero que se fueron acostumbrando, y adquiriendo el gusto, esa cadencia que desarrollaban los chavos con sus instrumentos que a más de uno que otro habitante de esa colonia hizo bailar o de perdido mover el cuerpo.
Es la reunión de despedida de la parte de la banda que se va, porque tiene que estudiar una carrera tal vez en una universidad local o en otro estado, es por ello la importancia de decir adiós, hasta que se acaben las hamburguesas, hasta que caiga la noche, hasta que hagan su última tocada dentro de la escuela, junto a sus compañeros, pues otros vendrán a sustituirlos, pero dicen, nada, absolutamente nada, les cambiará la experiencia de haber pertenecido a la primer "Marching Band" que se creó no solo en Ciudad Valles, sino en el Estado, agrupación que ha visto pasar a varias generaciones y que despide a un miembro que despertó prácticamente su educación musical, despertó su oído musical, su talento, y el arte que podrá desplegar en los próximos años, el joven prometedor, Conrado Ávila a quien no le tomaban en serio, hasta que tocó por primera vez uno de los instrumentos, el saxofón soprano, o ese, el que decían sus compañeros que era, el "clarinete dorado", en la sección de percusiones.
TALENTO NATO EN UN MÚSICO PROMETEDOR
Al tocar un par de notas por primera vez, escucharon su talento, vieron su destreza, pudieron saber que era quien dirigiría la sección de percusiones, lo que tarda a algunos hasta 3 años en lograr a Conrado le tomó un par de meses, pero le costó poco más, pues había desunión e incluso tenía que enseñarle a un compañero que tenía ya 3 años en la banda, ganándose el respeto y el apoyo de sus compañeros.
Aspiraciones ambiciosas de Conrado, serán probadas a quien quiere estudiar la carrera de Contador Público, pero en su corazón fundar una escuela musical cuando consiga los recursos, pues considera que su talento no debe ser desaprovechado, lo lleva en el corazón, lo que tendrá que enfrentar como en aquella ocasión en la que tuvo que trabajar para sacar adelante algunos de sus gastos al verse reducido su recurso para estudios y de los uniformes y otras accesorios que requieren, ese esfuerzo que le costó descender a un integrante más, después de haber sido jefe, pero el chambear en una chatarrera le dejaba ese poco dinero con el que pudo continuar, experiencia que le dejó mucho aprendizaje; Conrado hizo esforzarse a varios de sus compañeros, pero pudieron aprender de él, al llevarlos a cansarse, a practicar con instrumentos viejos, para después, poder sacar las notas que necesitaban producir, esos instrumentos que aprendió a tocar para cuando su sueño se haga realidad, pues conoce cómo tocar la guitarra, el bajo, el teclado, los 4 tipos de saxofón, además de que está aprendiendo las percusiones, tonos que la UASLP disfrutará.
NUEVOS INSTRUMENTOS Y LA INSPIRACIÓN PARA LA UASLP Y EL ITV
El 2008 marcó la importancia para los grillos, el alcalde en ese entonces, Rómulo Garza, les entregó la totalidad de los instrumentos que necesitaban para estar completos, para poder seguir escandalizando, produciendo, mejorando, expresándose como solo un adolescente con todas las energías en su cuerpo puede hacerlo, con lo que asistieron a la ciudad de México a un concurso nacional, el que no perdieron, sino que ganaron experiencia, emociones, felicidad, y el placer de haber demostrado que los huastecos también saben tocar, con la creación de una canción inédita, de título "una vida mejor", la que reproducen en algunos eventos a los que son invitados.
Actualmente, "Lechuzas Marching Band" es un grupo de alumnos de la UASLP campus Valles, mismos alumnos que estuvieron estudiando en el CBTIS y que formaron en su mayoría, parte de la "Grillos Marching Band", y que se quedaron con esa espinita para continuar con su escándalo, pero ahora, alegrando a la comunidad estudiantil universitaria.
La inspiración ha servido no solo para ellos, sino para los estudiantes del Instituto Tecnológico de Valles, quienes se encuentran armando el proyecto para dar a conocer su marching band, de la cual se desconoce todavía el logo y la mascota o el nombre, pero que promete un buen encuentro en un futuro, de las que serían las 3 agrupaciones musicales de ésta índole, la que ha funcionado para muchos jóvenes, a quienes los retira de la ociosidad, y otras inquietudes que a su edad pueden fastidiarlos y es mejor escuchar el escándalo, ese escándalo que es más que eso, son pasiones musicales expresadas a través de los instrumentos, con el fin de formarles carácter, compromiso y disciplina, pues es un conjunto de trabajo, padres de familia, profesores y alumnos, lo que será conocido como la marching band que inició en nuestra ciudad, que aunque pequeña, merece tener este tipo de expresiones musicales que forman también parte de la cultura.
Las últimas notas, de los que salen, pero las mejores notas, de quienes continúan, esos estudiantes que seguirán tocando, desplegándose, desenvolviéndose, poniendo la alegría a cada asistente que los observa, que puede gozar del redoble de tambores, las percusiones, las trompetas, los clarinetes, la tuba, los banderines de las bastoneras, del traje de gala, de la tambora y del pandero, los gritos..... de la "Grillos Marching Band".
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