Fueron catorce años de convivencia y de una experiencia extraordinaria al lado del periodista Jacobo Zabludovsky, a quien lo conocí hace catorce años en un mes de agosto cuando él llegó a la redacción de Grupo Radio Centro, contratado para cubrir un espacio de un noticiario de una estación de radio que en ese entonces no tenía audiencia; lo primero que recuerdo, la primera experiencia que tengo, es que él se presentó como un reportero, dijo "no vengo a desplazar a nadie, vengo a ser uno más de ustedes, yo soy un reportero más, así es que cuando los mande al aire ustedes deben decirme Jacobo y no licenciado".
Los calificativos
Habrá quien opine a favor, habrá quien opine en contra, pero lo que no se puede negar es que era un extraordinario comunicador, un profesional de la noticia y como cronista qué se puede decir, basta recordar los lamentables hechos de 1985, los sismos y cómo Jacobo Zabludovsky dejó un testimonio para la posteridad, con esa excelente crónica que hizo al momento; era un reportero que salía a la calle, no le importaban las condiciones.
La convivencia
Una de las experiencias en estos catorce años, es que tuve la fortuna de viajar con él al extranjero, estuvimos cubriendo en el 2011 una asamblea de la Real Academia de la Lengua en España, en Valladolid, estuvimos quince días transmitiendo desde allá, se instaló un estudio especial para esa ocasión. Yo tenía referencia de Jacobo, por compañeros reporteros de Televisa, de que era una persona muy enojona, muy exigente, incluso había relatos de que les rompía las notas informativas cuando no le parecían cómo estaban redactadas, y con ese temor inicie esta experiencia con él y me di cuenta que era todo lo contrario, era una persona muy amable, además de muy culta y muy inteligente, y nunca me hizo una corrección relacionada con mis textos que pasaba al aire.
En esa ocasión en España tuve varias experiencias con él, pero una que recuerdo gratamente es que la primer crónica que yo tenía preparada para transmitirla respecto a esta reunión, él la vio y me dijo "ésta yo la voy a leer al aire", esto fue un halago para mí por supuesto, que él se atreviera a leer algo que yo tenía escrito y que me lanzara yo con otra información, aunque yo tenía que improvisar en ese momento, porque él, como se dice, se estaba fusilando mi nota.
Una anécdota
Una de las experiencias más interesantes, más sorprendentes de mi carrerea periodística, fue también en la reunión de la Academia Española de la Lengua, el equipo de producción, los técnicos y yo viajamos a Valladolid con anticipación para ir instalando la cabina, Jacobo llegaba al siguiente fin de semana. Me hablaron de la empresa y me dijeron que tenía la encomienda de ir por él de Valladolid a Madrid, teníamos una camioneta rentada y la experiencia parte desde ahí, por el hecho de manejar en el extranjero, pues a veces uno con trabajos maneja en su propia ciudad. Me lancé a Madrid, llegué al edificio a donde me dijeron que iba a llegar procedente del aeropuerto y pregunté si ahí se iba a hospedar el licenciado Jacobo Zabludovsky y me dijo el señor "no, aquí no se va a hospedar", me quedé sorprendido, pero luego agregó "él no se hospeda aquí, porque vive aquí, tiene un piso".
Un personaje
Cuando llega Jacobo baja de la camioneta con su esposa Sarita y dos personas que los acompañaban, estábamos platicando sobre cómo les había ido de viaje, cuando Jacobo me llama y me dice "Miguel ven, te quiero presentar a una persona", y cual va siendo mi sorpresa que me presenta al empresario Carlos Slim, ni nada más ni nada menos, esa es una experiencia que te deja de repente en shock, saludar a uno de los hombres más ricos del mundo, que viajó al lado de Jacobo y me lo presentó como si me presentara a cualquier amigo que te puedas encontrar en la calle; pero no sólo eso, cuando le preguntó a Jacobo qué tal el vuelo, me dijo "pues hicimos como quince horas", a mí me dejó sorprendido, porque regularmente son diez o doce horas en un viaje México-Madrid, y me explicó que habían hecho una parada en las Islas Canarias, eso me dio a entender que evidentemente habían viajado en un vuelo particular, privado, del señor Carlos Slim.
La corbata negra
En una plática informal decía que era un luto que él tenía de cuando murió su padre, a raíz de ese hecho decidió usar por siempre y para siempre una corbata negra, y una anécdota relacionada es que en una ocasión -esto es bastante polémico, que habría de llevarse varias horas de debate-, cuando él daba cuenta de los hechos relacionados con el 68, le habla el Presidente de la República para reclamarle por qué había usado una corbata negra, como si estuviera dando una señal al auditorio de luto por lo ocurrido y pues él dio una explicación precisamente de que no era por ese incidente, sino que ya usaba esa corbata negra, pero era por el duelo que él había decidido mantener toda su vida, respecto al fallecimiento de su papá.
El entrevistador
Se codeaba con escritores y algunos otros personajes también del medio artístico, en donde era muy reconocido, pero en el aspecto de la literatura, hay que decirlo de esta manera, se tuteaba con Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, de hecho por la capacidad que tenía de hacer entrevistas, como a Salvador Dalí, que por unos ha sido criticada y por otros no, pero no era tan fácil entrevistar a un persona tan extraño, tan difícil, tan complicado, pero así como a él, también hacía entrevistas a personajes de la política, de la historia, a Presidentes de la República y del extranjero por supuesto.
Era toda una enciclopedia y por eso dejó ese legado en el periodismo, de saber entrevistar a estos personajes, de hecho cuando hacía una entrevista, no preparaba preguntas, por supuesto tenía el contexto, el antecedente, era una persona estudiada, que conocía, pero no preparaba un cuestionario para saber preguntarle tal o cual cosa, las preguntas a veces parecían ingenuas, incluso bobas, sacadas de contexto, pero eran las que te daban la nota sobre el personaje en turno, ya que eran preguntas sin querer presumir de conocimientos del tema del que se estaba hablando, simplemente eran lanzadas al aire en el momento en el que se le ocurrían y era por su capacidad; una que ha sido muy halagada, es la que le hizo a Andrés Manuel López Obrador, el líder de Morena, que fue bastante publicada.
Los últimos tiempos
A él ya lo veía poco, porque realmente el trabajo mío era en la calle, pero cuando me lo encontraba nos saludábamos efusivamente, de hecho era una persona tan sencilla, que siempre alababa el trabajo de los reporteros y cuando a mí me encontraba siempre me decía que estaba agradecido por haberme conocido, porque siempre aprendía algo de mí, algo nuevo, hacía un par de meses que lo vi, ya era bastante delgado, se veía un poco cansado, ya con 87 años, era increíble esa edad y con esa lucidez, y que estuviera trabajando prácticamente al cien por ciento.
Él dejó de transmitir hace quince días, la última vez que estuvo en cabina, al salir de su programa, se sintió cansado, fue a consulta con su doctor, le dijo que se tenía que quedar en el hospital y lamentablemente no se pudo recuperar y sufrió este derrame cerebral.
El recuerdo
No queda más que decir que Jacobo Zabludovsky se supo reinventar, después de su primera etapa en la televisión con 24 Horas e incursionó en la radio, en Radio Red, tuvo una gran audiencia, tuvo una experiencia gratificante, ya que tuvo la libertad para poder hacer un periodismo libre, increíble y que va a dejar una huella, que va a ser difícil de borrar.
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