Semana del 05 de Octubre al 11 de Octubre de 2024

El PAN: Un partido sin rumbo en el Congreso potosino

El PAN: Un partido sin rumbo en el Congreso potosino

La reciente incorporación de Enrique Ortiz como diputado en el Congreso del Estado de San Luis Potosí es solo el reflejo de la constante descomposición que atraviesa el Partido Acción Nacional (PAN) en la entidad. Este hecho ha dejado en evidencia, una vez más, cómo las decisiones políticas dentro del partido han sido tomadas sin la debida reflexión, en un contexto donde las alianzas y los compromisos están por encima de la coherencia y la capacidad de sus representantes.

Primero, es sorprendente que el PAN haya colocado en su lista a Marcelino Rivera, un exalcalde con una serie de irregularidades y quien ahora se ve inhabilitado para ocupar su curul. No obstante, lo más escandaloso es que su suplente, Enrique Ortiz, apenas llegó al Congreso y decidió declararse independiente, rompiendo cualquier lazo que pudiera mantener con su partido de origen. ¿Qué lectura deja esto de la dirigencia estatal panista encabezada por Verónica Rodríguez y Javier Suárez? Parece que las pugnas internas y la falta de estrategia les han cobrado factura, dejándolos con una bancada desdibujada y sin la influencia que esperaban tener en esta legislatura.

El impacto de esta situación trasciende al propio PAN. El Congreso potosino, con mayoría calificada de Morena, el Verde y otros aliados, no necesita negociar ni un solo voto con las pequeñas y debilitadas fuerzas de oposición. Este es un claro ejemplo del colapso de la oposición tradicional en San Luis Potosí. El PAN y el PRI, que antaño eran los partidos de referencia, hoy se han reducido a meros espectadores. La pregunta que muchos nos hacemos es: ¿qué sentido tiene una oposición que no está dispuesta a dar la batalla en términos de ideas y propuestas?

Si analizamos el panorama, nos damos cuenta de que los perfiles que hoy conforman las filas de la oposición son, en muchos casos, figuras que no están ni cerca del nivel de aquellos que marcaron época en la política potosina. Hace unos años, cuando el PRD estaba representado por figuras como Juan Ramiro Robledo o Eduardo Martínez Benavente, los debates en el Congreso eran vibrantes, con iniciativas de gran calidad. Hoy, esos tiempos parecen lejanos, y lo que observamos es una legislatura donde el debate ha sido reemplazado por simples juegos de poder, basados en alianzas coyunturales y chantajes políticos.

Aunado a ello, el desmoronamiento del PRI en San Luis Potosí es evidente. Sara Rocha, lideresa de lo que queda del partido en el estado, se enfrenta a constantes descalabros, como la salida de Alejandro "Caco" Leal hacia el Verde. Es evidente que, al PRI, ya no le queda mucho por ofrecer en esta legislatura, y sus diputadas parecen estar más preocupadas por la supervivencia política que por representar de manera efectiva a sus votantes.

Lo que está ocurriendo en el Congreso de San Luis Potosí es una muestra más del colapso de los partidos tradicionales en la política mexicana. En este escenario, Morena y sus aliados tienen vía libre para avanzar sin mayores contratiempos. La pregunta que queda en el aire es: ¿quién, dentro de este nuevo panorama, tomará la responsabilidad de garantizar un debate político serio y fundamentado en los próximos años?

Es momento de que los partidos de oposición se replanteen su rol, no solo en términos de números, sino también en la calidad de los representantes que eligen y en las estrategias que adoptan para seguir siendo relevantes. De lo contrario, su destino en el escenario político potosino y nacional será simplemente el de ser actores secundarios en un juego donde, por ahora, no tienen ninguna influencia real.

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