Fernanda Padilla
Sus padres son diabéticos lo que los obligaba a salir por sus medicamentos cada cierto tiempo, asà como los insumos comestibles.
Guillermo es uno de los miles potosinos que dieron positivo a Covid-19, en un proceso que con temor enfrentó junto algunos miembros de su familia, ya que su hermana y padre también fueron diagnosticados con esta enfermedad.
"La verdad es que nos tomamos la cuarentena muy enserio, al momento de hacer compras tenÃamos todas las precauciones de desinfectar todos los artÃculos, cada que salimos era con todas las medidas, cubrebocas, guantes y solo salir una vez a la semana o cuando fuera necesario".
"Yo fui el primero que presentó sÃntomas, de hecho, ese fin de semana pues sà ya realmente todo en la ciudad ya estaba muy relajado en cuanto a las medidas de seguridad, ya para entonces creo que solo utilizaba el cubrebocas, ya no utilizaba guantes, y creo que fue por ahÃ, el descuido, esa semana fui a hacer el súper".
UN DESCUIDO
Guillermo trataba de no usar dinero en efectivo para evitar que por ahà entrase el virus, sin embargo, las terminales no eran desinfectadas cada que una persona colocaba su nip, por lo que atribuye a esto, uno de los descuidos que pudo generar el contagio, ya que dejó de portar guantes.
"La mayorÃa de las personas que iban a comprar tenÃan precaución y todavÃa en la puerta, en dónde te tomaban la temperatura, pero de ahà en fuera ni siquiera los trabajadores de los centros comerciales portaban correctamente los cubrebocas o las caretas".
COMIENZAN LOS SÃNTOMAS
"Yo todavÃa a la fecha sigo haciendo un curso en lÃnea, y noté que al momento de hablar en voz alta, pues se me cortaba la voz, no podÃa formar frases muy largas, y se atravesaba una pequeña tos, pero eso me llamó la atención, posteriormente todos los dÃas despertaba con un dolor de cabeza, no era como tal un dolor, era más bien con una presión y eso fue lo que me alertó".
Comenzó a faltarle el aire, y a cansarse demasiado con poco esfuerzo por lo que decidió comunicarse a la lÃnea de emergencia Covid.
"Me hicieron un formulario con los sÃntomas y cuando mencioné la presión en la cabeza, me pasaron a un segundo filtro, con preguntas más especÃficas, (...) en mi caso nunca presenté fiebre, pero por el dolor de cabeza caracterÃstico, fue que me consideraron como sospechoso y por lo tanto a la aplicación de una prueba gratuita, misma que me hicieron dos dÃas después".
En este tiempo desde Salud se comunicaron por la mañana para agendar la cita y aplicar la prueba del exudado, mismas que se realiza de dos formas mediante un hisopo largo, la primera que entra por la nariz y la segunda directo en la garganta.
"Fueron dos personas de Salud, se pusieron un traje especial, (...) me hicieron preguntas, llené un formato que se depositó en una bolsa protegida para que no tengan contacto y me aplicaron la prueba, y que en 72 horas tendrÃa los resultados".
La prueba también se le aplicó a su papá y a su hermana, ya que presentaban sÃntomas, por lo que los tres se tuvieron que aislar en habitaciones distintas sin compartir espacios de uso común.
"En conteo lo hacen a partir de qué te entregan los resultados, quiero pensar que es para tener la seguridad de que pase un periodo pues seguro, desde el comienzo de la infección o enfermedad hasta que ya uno pueda sentirse seguro".
Después de las 72 horas de que le realizaron la prueba, no recibÃa sus resultados, esperó un dÃa más y marcó para preguntar, fue ahà cuando las autoridades sanitarias le explicaron que el trabajo habÃa incrementado de forma considerable, ya que los sospechosos y positivos también iban en aumento.
"En el momento que tenÃa todos los sÃntomas que yo presenté era mucho cansancio, dolor en articulaciones, dolor en espalda y pecho, dolor de cabeza, dificultad para respirar, un poco de tos. (...) El dolor de cabeza es muy peculiar no es como migraña, sino que alguien te aprieta la cabeza y dura alrededor de dos horas y sólo por la mañana y por la noche".
ES POSITIVO
Tras una semana de espera, les comunicaron de manera telefónica que los tres eran portadores del SARS-COV-2, y dos dÃas más tarde por correo electrónico por lo que debÃan permanecer aislados en sus habitaciones, mientras que cada reciben una llamada por parte de la SecretarÃa de Salud para monitorear la enfermedad.
Después de los 14 dÃas ya podrÃan ingresar a áreas comunes en su propia casa, pero portando el cubrebocas en todo momento, ya que también se debe permanecer en casa del dÃa 15 y hasta el 28, fecha en que ya no representan un riesgo de contagio.
Guillermo tuvo algunas ocupaciones laborales a distancia, lo que ayudó a que el tiempo en aislamiento fuera menos pesado, su papá por otro lado, acarreó durante la cuarentena distintos males, desde la vesÃcula hasta herpes zoster por los altos niveles de estrés y depresión.
"DormÃa mucho, se despedÃa para ir a dormir como desde las 6:00 de la tarde, se ponÃa a ver las noticias o series, y se quedaba dormido, le dio como una especie de depresión".
Aunque el proceso na ha sido sencillo, Guillermo da gracias a que nadie de su familia ha requerido ser hospitalizado en el proceso, a pesar de las crisis que provocaban los sÃntomas cuando se manifestaban al mismo tiempo.
"Conozco a más personas que se contagiaron y la tuvieron mucho muy difÃcil, y no sabemos cómo puede reaccionar cada organismo y más vale que uno tenga las precauciones de no contagiar a otras personas porque no sabemos cómo pueden reaccionar sus organismos".
Sin embargo, insistió que la apatÃa de la gente está agudizando la situación, lo que pone en riesgo a todos los ciudadanos en general, sean o no cuidadosos de su salud.
"Lo más complicado es, yo creo que la apatÃa de la gente, que a pesar de que constantemente te están diciendo que no salgas, y que no salgas, pues todo mundo hace lo que se le pegue la gana, al momento que fue el contagio a los lugares a los que iba ya no habÃa ningún tipo de medidas de precaución".
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