Semana del 05 de Julio al 11 de Julio de 2024

Viva la vida

Viva la vida

Rodolfo del Ángel del Ángel

Cada ser humano, aún en formación, es imagen y semejanza de Dios, por eso la vida es sagrada y merece ser valorada y defendida. Cada vida es un diseño original e irrepetible del Creador. El rey David al meditar en la presencia constante de Dios, nos dice que aún mientras estábamos en el vientre de nuestra madre, Él ya nos conocía, por esa razón sobrecogido por un sentimiento de asombro expresa: "Tú me observabas mientras iba tomando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. Me viste antes que naciera. Cada día de mi viva estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes que un solo día pasara" (Salmo 139:15-16)

No somos un accidente, un evento azaroso o inesperado, al menos no por Dios. Nosotros compartimos el asombro del salmista al pensar en el hecho de que, aún cuando todavía éramos un montón de células sin forma en el vientre de nuestra madre, Dios ya conocía la forma de nuestro rostro y nuestro nombre, ¡Ya tenía previsto el propósito de nuestra vida como un libro único e inédito!

En este tiempo, en medio de la cultura de muerte que vivimos, se menosprecia la vida. Sobre la base de la libertad de elección se niega el derecho que tiene cada criatura en formación a existir. No pretendo entrar en esa discusión, de por si tan polarizada, sobre el tema de la despenalización del aborto. Solo deseo dejar en claro que el derecho a la vida viene de Dios y ante Él, somos responsables por esos seres pequeños e indefensos, cuyo cuidado se nos ha encomendado.

En la narrativa bíblica encontramos ejemplos de la manera tan valiente como se debe esperar y proteger la vida aún en medio de circunstancias adversas. Tenemos el ejemplo de Amram y Jocabed, los padres de Moisés. ¡Qué tiempos tan complicados y oscuros en los cuales abrazaron a su hijo recién nacido! Eran esclavos en Egipto. Pesaba sobre ellos el terrible decreto de Faraón de quitarle la vida a todos los hijos varones que nacieran de las mujeres hebreas. Era el tiempo menos oportuno para pensar en ser padres. Esta historia da testimonio del poder del amor y de la fe en Dios y miren lo que vino después: Moisés llegó a ser el gran libertador y legislador de su pueblo. Y, ¿qué decir de María y José? Ella acepta una maternidad inesperada y José abrazó esa vida adoptando a Jesús como su propio hijo. En medio de la pobreza y la esclavitud recibieron esa vida santa, y por ello vino la salvación de Dios a la humanidad.

Por supuesto que estoy a favor de una paternidad responsable, a usar los medios de anticoncepción. Dios nos ha dado raciocinio para tomar decisiones dirigidos siempre por la sabiduría divina, otro asunto es la interrupción intencional del embarazo cuando esa vida ya está en formación.

Se que en medio del contexto de terrible violencia que se ejerce contra las mujeres, la interrupción del embarazo parece ser una salida. Tenemos mucho que avanzar para proteger la vida toda, ¡qué necesario es fortalecer la familia y, sobre todo, volver nuestra mirada a Dios! Cuidemos de la vida de todos; de quienes aún no nacen y que Dios reconoce como seres humanos plenos, y de la vida de los que ya nacieron. Unamos nuestra voz a la de nuestro Creador y digamos ¡Viva la vida!