Semana del 24 de Junio al 30 de Junio de 2022

Cómo acercarse a Papá

Cómo acercarse a Papá

Héctor de Luna Espinosa

Abba es una palabra aramea que significa "padre". Este término lo usa un niño para dirigirse a su padre, como cuando dice "papá" o "papi". Comunicaba un sentido de afectuosa intimidad y también de respeto; pero en los círculos judíos nunca se ha usado para dirigirse al Todopoderoso. Sin embargo, Jesús la utilizó para dirigirse al Padre (Marcos 14:36). También los primeros cristianos la usaron para expresar una relación muy íntima entre Dios y Sus hijos (Romanos 8:15; Gálatas 4:6).

El Señor Jesús usó probablemente esta palabra muchas veces, aun en algunas en que los pasajes bíblicos han transmitido la versión griega: "Padre", "Padre mío", y también "mi Padre". Es una expresión de plena confianza y rendición a la voluntad del Padre, que Jesús quiere comunicar con Sus discípulos.

El Padre Nuestro en su forma aramea probablemente comenzaba con Abba.
Jesús vino a revelarnos al Padre y a llevarnos a Él,

Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

A la petición de Felipe de que les mostrara al Padre,

Juan 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

El que ve a Jesús, ve al Padre.
Si quieres tener una relación íntima con el Padre celestial, necesitas venir a Jesús. Él te dará a conocer y te llevará al Padre.
Bajo la ley romana, un hijo adoptivo disfrutaba de todos los derechos legales relacionados con las propiedades de su padre, incluso si anteriormente fue un esclavo. No era un hijo de segunda clase, era igual a cualquier otro hijo, biológico o adoptivo, en la familia de su padre.
Como hijos adoptados de Dios, tenemos los mismos derechos de Jesús para con los recursos de Dios; de manera que podemos reclamar lo que ha provisto para nosotros: nuestra identidad total como sus hijos.

Romanos 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.