Semana del 26 de Febrero al 04 de Marzo de 2021

Oración por la paz

Oración por la paz

Rodolfo del Ángel del Ángel

Dios eterno de gracia y misericordia, me acerco a Ti con humildad y confianza, agradecido porque atiendes la oración de Tu pueblo. A quien sino a Ti podemos acudir en esta hora de necesidad. Nos acogemos a Tu gran amor y a la seguridad que nos da saber que Tu eres el Soberano del universo y haces Tu voluntad sabia en todas Tus criaturas. Miramos con tristeza y dolor a la humanidad envuelta en guerras, enfrentamientos y desigualdades. Nos indignamos frente a la pretensión de quienes creen tener el control y decidir el destino de la humanidad. Detrás de todos esos discursos que hablan de derechos, de búsqueda de justicia, o legítima defensa se ocultan los verdaderos intereses: tener el control y asegurar la riqueza material, aunque el precio sea la muerte de inocentes y la destrucción del planeta que Tu nos ha dado como bendición para todas las familias de la tierra. Ciertamente la raíz de todos estos males es el pecado y el egoísmo anidado en el corazón humano. Qué gran bendición la inteligencia que nos has concedido para imaginar, inventar y construir, ¡que terrible que toda esa capacidad se emplee para generar armas pavorosas que acaban con la vida!

Dios de justicia y gracia, Te pedimos traigas la paz entre los pueblos y entre las familias de la tierra. Tu eres un Dios reconciliador que en su misericordia no nos has dado el castigo que justamente merecemos, sino el perdón que no esperábamos. Tu cruz clavada en el centro mismo de la historia es el signo de Tu determinación de reconciliarnos, de atraernos de nuevo a la comunión contigo, rogamos porque el poder de esa cruz sea la inspiración para buscar activamente la paz en todos los ordenes de nuestra existencia.

Levantamos nuestra voz en esta hora oscura de nuestra historia para suplicarte que, de norte a sur, de oriente a poniente, a lo largo de todas las fronteras, valles, ríos y montañas un nuevo amanecer de paz, esperanza y reconciliación pueda cubrirnos como la luz del sol avanza despejando las sombras. Que podamos trabajar juntos la tierra sembrando la semilla que alimente a todos por igual, que los niños y niñas puedan jugar juntos y correr confiados y seguros en nuestras ciudades, parques y campos, que cada no pueda comportarse fraternalmente con su vecinos compartiendo su casa, su pan y su mesa, que no haya jóvenes que se adiestren más para la guerra, sino para crear, servir, vivir y ser felices, que los odios que dividen y engendran el conflicto y el enfrentamiento se disipen, que comprendamos al fin que nos has hecho a todos iguales a Tu imagen y semejanza y por eso cada uno vale y cuenta igual que los demás.

Yo se que la utopía de esta oración parece imposible, pero vivimos en la esperanza del mundo nuevo que traerá nuestro Rey y Señor cuando retorne. Ese mundo nuevo ya se ha hecho presente por la victoria de la cruz y se va abriendo paso en la historia. Que no nos desaliente el mal del mundo, ni nos engañe la aparente derrota de lo bueno, porque nada puede detener la historia que nos conduce a la victoria definitiva del bien. Escucha nuestra oración, fortalece nuestra fe, acompaña nuestras luchas y renueva nuestra esperanza. Lo rogamos por Jesucristo el Príncipe de Paz. Amén