Semana del 24 de Agosto al 30 de Agosto de 2018

Los delegados federales, una especie en extinción

Los delegados federales, una especie en extinción

Ese tipo de especie no es vital para la subsistencia de los ecosistemas de este país; si se pierde no pasa nada. Aunque ya más de uno y una siguen justificándose (auto-inmolándose), diciendo que ellos son una especie única, tan preciados como la vaquita marina y el lobo mexicano, y que no puede haber tanta ceguedad en la propuesta de López Obrador de desaparecerlos. Es una barbarie, inhumano, va en contra del federalismo, la gobernabilidad, el equilibrio de poderes -lloran indignados en los cafés tratando de hacer un frente-; lo cierto es que si desaparecen tampoco pasa nada, salvo para sus bolsillos, y la de sus amigos desde luego.

Digamos que, en promedio, los cerca de 50 delegados federales que tiene este estado ganan 80 mil pesos al mes; es decir, 4 millones de pesos al mes (cerca de 48 mdp al año, más jugosos aguinaldos) le cuesta a la Federación este grupo de funcionarios de segundo o tercer nivel federal; pero primer lugar estatal. Ellos, junto con los gobernadores de los estados se ponen a contar los pesos y las bolsas a donde va caer el erario federal, el cual es de luego el más jugoso de todos los presupuestos; de ahí se alcanza para obras y adquisiciones (de ellos o conocidos); para el 15% directo de su bolsa; para el apoyo del partido; para los candidatos afines; para pagar la burocracia de compromiso; ah, y para destinar lo que sobra para beneficio y apoyo social.

Claro, no todos los delegados son corruptos, pero hay que ver que se pueden contar con los dedos de una mano los que no lo son. Si el gobernador del estado es un virrey que hace y deshace a su antojo; basta tener a un delegado a modo y palomeado por la Federación para que el hurto sea legalizado, parte del status quo.

Por San Luis Potosí han pasado varios de inefable memoria últimamente: el delegado de la SCT García Coronado saldrá como un hombre rico, muy rico. Los constructores se cansaron de denunciarlo y nada pasó, nada. ¿Qué decir del triste operador, pero rico administrador Hiram Ventura, de Prospera?; una y otra vez, atosigó a los beneficiarios de prospera, coaccionándoles para votar por el PRI. Manuel Téllez Bugarín, titular de Conagua y todos los jugosos contratos de aguas que asignó a discreción. Éstos se llevan los premios de los más deleznables y corruptazos. El dizque gobernador del estado, desde luego, validó su actuar una y otra vez, hasta se tomaba la selfie algunas veces.

Nos creen además estúpidos, cómo si declarar desiertas licitaciones o asignar directamente a uno de tres competidores no son sino formas legales de hacer corrupción.

Por eso el fondo no es lo que cuestan por mes o por año, eso es nimio. El tema de fondo son los cientos de miles de millones de pesos que manejan a discreción y complicidad, dinero que pudo haber sido usado para verdaderamente beneficiar a la población necesitada; no como repartición de pesos, sino en servicios de calidad, programas que cerraran ciclos de necesidad, apoyos que sirvieran para fortalecer núcleos sociales, desarrollo y beneficios comunitarios, etcétera.

El tema es la indolencia y la corrupción que han hecho como símbolo en las delegaciones; por eso, desaparecer delegados federales implicará activar a los coordinadores administrativos, financieros, médicos, operativos de cada delegación; finalmente, ellos son los que llevan la operación, no les resultará raro hacer lo que ya hacen.

Por eso, aunque México pelea todavía por tratar de salvaguardar especies en peligro de extinción, esta es una de ellas a la cual hay que abonar con nuestra "huella verde" y buscar su desaparición.

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