Semana del 28 de Julio al 03 de Agosto de 2017

Galindo, el desesperado

Galindo, el desesperado

Su visita a Axtla la semana antepasada, quisieron venderla como el I’ll be back con mucha gente que lo rodeaba, de las que menos espera uno que se rodee el resiliente Enrique Galindo. Muchos de ellos son parte del séquito que tienen secuestrada una parte de la Huasteca Potosina y que poco o nada han aportado a la región ni en los puestos públicos en los que han estado. Hablamos del anodino y gris Juan José Ortiz, Leónides Jonguitud, y otros de esas familias que se han enriquecido con las canonjías que el sistema político ha puesto en sus manos.

Pareciera un revire para Frinné Azuara, casualmente axtlense que se le adelantó en el camino sin necesidad de andarse placeando en su propia tierra. Y quien sí, sin necesidad de mostrarse está más fuerte que nunca, no con el gobernador que no importa gran cosa; sino con el grupo político que maneja este país por el momento.


Lo que hace parecer entonces es que Galindo está buscando incesantemente reflectores, pero malo si los que lo alumbran son de esos de 60 watts que solo arrojan una iridiscente y paupérrima luz amarilla. Provocó que en días siguientes a su aparición, también quisiera ser visto Martell, casi auto proclamándose así mismo delegado del PRI en el estado y candidato de algo.


Sueños de uno y de otro, que significa que no están encontrando la brújula de sus sentimientos más hondos.

Galindo ha estado perdiendo el peso, está un poco despistado, ha perdido timing y lo sabe, por eso acepta estar donde no debe estar.

Mucho se dice de Enrique Galindo, que sí las tenía, que tuvo, que se la deben, pero en la política ficción como se dice, lo que ayer fue, hoy no lo es tanto y mañana quizá sea lo contrario.

No está leyendo las lecturas adecuadas; hay que recordar que su avispado sentido de supervivencia lo tuvo buena parte en la administración federal, que si se acompaña con un buen amigo llamado Marina, pues se dan casos como el Chapo, la Tuta y el Viceroy y que se las cuelgue como sus medallas, pero no tan colgadas, no las puede presumir en su CV tanto porque muchos conocen lo que en verdad ocurrió.

Galindo es excelente olfateador de oportunidades; sin embargo estos no son los caminos que debe usar. Un camino básico debería ser voltear a ver sus bases, su condición y origen como Policía Federal, de esta forma entendería que SLP es cuna de figuras, de las que habría preguntarse si no ha quedado mal con ellas.

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