Los 4 daños ambientales del NAICM

Los 4 daños ambientales del NAICM

Destrucción y alteración del paisaje son dos consecuencias que ha dejado tras de sí el NAICM, estos son los 4 daños que ha dejado el proyecto

REDACCIÓN  | lasillarota.com| | Miércoles, 10 de Octubre de 2018| 14:00

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La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), obra que fue promocionada como la más amigable con el medio ambiente y con altos estándares internacionales en diseño sostenible y eficiencia energética, esconde cuatro daños irreversibles.

El diario El País publicó que la terminal, diseñada por Norman Foster, aspira a ser la primera en obtener la certificación LEED platino, el mayor distintivo internacional de eficiencia energética y diseño sostenible. 

El costo de la obra se calcula en 186 mil millones de pesos; lo que representa 17 mil millones más del presupuesto original, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM). Aunado a esto, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha detectado irregularidades por una cantidad que asciende a los mil millones de pesos.

Con un avance del 30% en la obra, el polémico proyecto está dejando tras de sí un grave daño ambiental. Primero: ha destruido un refugio clave para aves migratorias. Segundo: desgajado decenas de montañas del Estado de México. Tercero: ha arrasado terrenos agrícolas; y cuarto: ha alterado el milenario paisaje de la ciudad sagrada de Teotihuacan.

Una red de tuberías y maquinaria pesada drena el cuerpo de agua que llegó a ser un símbolo de recuperación ecológica en México, el lago Nabor Carrillo, porque las decenas de miles de aves que atrae cada año se han vuelto un problema para el nuevo aeropuerto.

El riesgo de colisión entre pájaros y aviones ha llevado a los encargados de la obra a tomar una medida que nunca estuvo contemplada en la evaluación de impacto ambiental del proyecto: drenar ese lago para convertirlo en una laguna de regulación que estará seca la mayor parte del año. Especialistas advierten que no hay forma de compensar un impacto de ese tamaño al destruir completamente un ecosistema que es el mayor refugio de aves migratorias del centro del país.

Vecinos de Tezoyuca, Estado de México, viven con miedo a que las lluvias y la erosión por la explotación de una mina de tezontle, material utilizado en la construcción del NAICM, se lleven un día por delante sus casas. La polémica por esa hilera de viviendas al filo de la excavación fue tal que los responsables del aeropuerto aseguraron que dejarían de comprar material de esa mina.

La demanda de tezontle y basalto se disparó con el arranque de las obras del aeródromo porque, al construirse sobre el lecho de lo que un día fue el lago de Texcoco, se necesitaron grandes cantidades de material para "exprimir" el agua del terreno antes de cimentarse.

LA SILLA ROTA publicó que el NAICM provocará inundaciones en la capital debido a dos factores. El primero se debe al flujo del drenaje de las aguas residuales que se transporta de sur a norte y desemboca en el Gran Canal, se encontrará con los drenajes pluviales del aeropuerto que se construyen de norte a sur.

El segundo factor se debe a la exacerbación de los hundimientos diferenciales provocados por la sobre explotación de los mantos acuíferos, sumado a las placas de concreto que se colocarán en la zona, lo que hundirá más la superficie.

La proliferación de minas a cielo abierto en el Valle de México ha alterado un paisaje milenario. Aunque la obra deja intacta la zona arqueológica de Teotihuacan, la extracción de material en las montañas que la rodean ha modificado para siempre las dimensiones reales de la Ciudad donde los hombres se hacen dioses.

En su esplendor, hace 1,700 años, Teotihuacan era la ciudad más grande del continente y una de las más extensas del mundo antiguo. Pero ahora "las minas han violentado un valle y un paisaje donde se encuentra por doquier el extraordinario legado de los teotihuacanos", dice Rafael de Antuñano, un antropólogo social y arqueólogo.

Nieves Rodríguez se enteró que una carretera iba a pasar por su casa el día que las máquinas llegaron a su puerta. La construcción de una planta en la que esta mujer ha vivido durante 20 años ha quedado embutida por una carretera que llevará al nuevo aeropuerto.

Yo no tengo adónde irme a vivir. Lo único que tengo es esta casita", dice Rodríguez.

Los terrenos por los que pasará la autopista que conectará al aeropuerto eran ejidos comunales, pero fueron vendidos tras aprobarse por mayoría en una asamblea que vecinos califican como amañada.