Semana del 08 de Diciembre al 14 de Diciembre de 2017

La historia… “La Bella Napoli” pizzas hechas con el corazón

La historia… “La Bella Napoli” pizzas hechas con el corazón

Detrás de ese sabor inigualable y característico de sus pizzas, hay toda una vida de grandes esfuerzos
Empresas extranjeras y nacionales han llegado, pero no han podido desplazarla del gusto de la gente

“La Bella Napoli” no es sólo la primera pizzería creada e instalada en Ciudad Valles, es un sello de este municipio, un referente de proyecto familiar exitoso, al que ni los grandes capitales invertidos en el mismo rubro han podido desplazar del gusto de los vallenses y los huastecos en general.

Actualmente, el hecho de poder disfrutar directamente en nuestra casa o en una de las tres sucursales existentes, una deliciosa pizza en cualquiera de sus variedades, se dice fácil, pero en realidad detrás de esta empresa existe una interesante historia de una familia alemana – mexicana.

Esta historia de éxito, de una empresa familiar de la que hoy tres hermanas tienen su propia franquicia operando exitosamente, nos la comparte quien tuve la idea inicial de elaborar y vender pizzas en Ciudad Valles, Margot Woge Martín del Campo.

“Fue en 1978 cuando mi papá muere, somos diez hermanos, éramos parte de los hijos adolescentes y entonces nos quedamos sin el sustento de un padre de familia y teníamos que ver la manera en que mi mamá pudiera generar el dinero, y yo desde que era muy chica, desde que tenía 6 años, sabía que quería ser cocinera, chef, entonces desde esa edad me fijaba en lo que mi mamá hacía, era muy buena para la cocina, y hacía mis prácticas en pequeñas ollitas como para ir desarrollando lo que a mí me llamaba la atención y lo que ahora es mi pasión”, relata.

Recuerda que cuando su mamá queda viuda, siendo adolescente, se le ocurrió decirle a su mamá, doña Dolores, quien anteriormente hacía pasteles y siempre le había gustado la cocina, “qué te parece si pones una pizzería”, y ella la cuestionó “y qué es eso, y tú de dónde sabes que hay pizzas”, entonces le comentó: “Bueno yo lo veo y se me hace que es muy fácil, para mí era posible, le dije ya las he probado y se me hace que es algo atractivo, no las hay aquí en Ciudad Valles”.

“Y yo pensaba siempre en tener mucho éxito, nunca pensé que no iba a funcionar, siempre tuve mucha confianza en lo que estaba haciendo, y entonces mi mamá me dijo ‘ok vamos a hacerlo’, me dijo ‘qué vas a hacer’, le dije ‘déjame ir, déjame ver cómo se elaboran bien, en un buen lugar’, porque yo sabía más o menos, y le dije ‘voy a conocer el sistema de una cocina de una pizzería’, un hermano mío estaba haciendo el servicio social en la ciudad de Chihuahua, Guillermo, le dije que quería irme y ya me dice ‘sí vente y si quieres te quedas a estudiar acá’, le dije ‘no, no, no, quiero trabajar en un lugar, aprender y regresarme a Valles a ayudar a mi mamá para que tengamos un negocio a futuro”, comenta.

Se fue y le dieron trabajo en un buen lugar, empezó lavando platos, haciendo un poco de aseo, ayudando a los cocineros, pero iba con la mentalidad de que tenía que aprender rápido, porque era urgente, y así lo hizo, hasta los dueños de la pizzería inmediatamente confiaron en ella y le dijeron sobre las porciones, las cantidades, lo que se debía hacer, y a la semana ya sabía muy bien todo, y duró ocho días más, después les dijo que tenía que regresar a su casa y avisó que ya no podía trabajar.

“Entonces le hablé a mi mamá, le dije ‘ya, podemos hacerlo’, mi mamá me mandó dinero, fui a la frontera a comprar todo, porque también me fijé qué necesitaba, horno, moldes, rodillos, hasta las ruedas de queso Chihuahua me las traje, las menonitas, las auténticas, con ese queso empezamos en La Bella Napoli”, menciona.

Esa es parte de la historia, doña Dolores se queda sola con diez hijos, su papá era un oficial del ejército alemán, llega después de la Primera Guerra Mundial, se fusionan dos sangres, dos razas, la mexicana y la alemana.

Pero, ¿dónde se instalan por primera vez?
“Empezamos en la feria en 1980, ahí fue cuando yo le dije a mi mamá ‘este es el momento de que podamos darnos a conocer’ y fue curioso porque no teníamos anuncio, no teníamos nada que dijera se vende pizza, y la idea del nombre de ‘La Bella Napoli’ fue mía”, expresó.

Entonces era Mayo de 1980, cuando consiguieron un local en la feria, a lado de Los Mandilones, frente al Mesón de Liborio, y ahí empezaron; principió ella, porque era la que traía la escuelita de cómo se hacían las cosas, “mi mamá obviamente era como mis dos brazos derechos y todos mis hermanos, porque eran estudiantes y venían en vacaciones, Ingrid, Hermann, Graciela, Arturo, los que estábamos más cerca, todos estábamos ahí, uno preparaba la sangría, otro la limonada, otro la naranjada”.
“Yo estaba de las 5 de la tarde a las 2 de la mañana haciendo pizzas, teníamos todo, pero ya no tuvimos el tiempo como para capacitar a alguien y decirle ‘mira me vas a ayudar a extender, o me vas a ayudar a rellenar’, no, mi mamá y yo y todos mis hermanos, pero bien, al aventón no, o sea lo hacíamos bien, pero cuando eres joven, eres incansable”, señala.

Después de la feria se fueron a un local ubicado en el edificio La Colmena, al lado de la Presidencia Municipal, después al Hotel Piña, de ahí al Pasaje María Luisa y enseguida de ahí a la calle Juárez; después su hermana Ingrid abrió la sucursal en Frontera y Boulevard, y Graciela en Lomas Oriente.

Desde entonces, han llegado grandes cadenas y han claudicado ante “La Bella Napoli”, que, si se hace una encuesta, ocupa el número uno en Valles.

Reconoce la preferencia de la gente y considera que se debe a que “hemos trabajado mucho en mantener la calidad, tratamos de dar el mejor servicio, que en sí todo se vea bien, que la gente se sienta a gusto, que el producto sea siempre del mismo estándar, creo que no hemos bajado en eso y la gente lo dice”.

En la actualidad tratan de innovar, por ejemplo, ella en su negocio de la calle Juárez, en la zona centro, vende menú diario de comida, muy bueno, pues mucha gente lo dice, y lo mismo han hecho sus dos hermanas, “siempre trabajando por mejorar, porque es algo que nos apasiona, que nos da para vivir y que aparte nos da para darle empleo a más personas”.

¿Cómo se visualiza ‘La Bella Napoli’ a futuro?
“Bueno, creo que ya le corresponde a nuestros hijos, lo que pasa es que yo tengo otro trabajo aparte, y yo les digo a mis hijos que es cuestión de ellos, que ahora la juventud venga a apoyarnos, si ellos tienen alguna propuesta de hacer algo en otra ciudad, porque quieren abrir una en México o en San Luis, y les digo ‘pues bueno, órale vamos’, pero yo realmente ahorita no tengo en mente hacer algo, mucha gente sí nos dice a mí y a mis hermanas ‘por qué no abren una en Tampico o una en San Luis’, pero no es tan fácil, tienes que mantener la misma calidad y no puedes estar aquí y allá, yo creo la verdad, que ya les corresponde a nuestros hijos”.

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