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Semana del 27 de Enero al 02 de Marzo de 2017

Una agenda con demasiados focos rojos para 2017

Una agenda con demasiados focos rojos para 2017

Juan Veledíaz/www.estadomayor.com



Guerrero, Michoacán, Jalisco y Veracruz seguirán en el foco mediático por los diferentes grados de descomposición que la violencia y el control territorial del crimen organizado han tenido en los últimos dos años y que se prevé continúen durante este 2017. LLos grupos armados de la delincuencia podrían empezar a tener focos de resistencia con civiles agrupados en policías comunitarias, como sucede ya en la Tierra Caliente de Guerrero. La movilización social en ciernes que activó el gasolinazo en diferentes ciudades del territorio nacional, reflejo del hartazgo contra la corrupción y el dispendio de recursos de la alta burocracia en los tres poderes de la Unión, se suma a la descomposición que durante 2016 lanzó alertas en diferentes puntos de la frontera norte del país.

Fue un suceso que activó las alertas en las agencias de seguridad y de inteligencia del gobierno federal. Ocurrió entre dos eventos noticiosos que tenían acaparada la atención de los medios electrónicos, prensa escrita y las páginas web de información en Internet. Por un lado los saqueos que siguieron a las primeras manifestaciones por el gasolinazo; por el otro el ataque de un comando armado de la delincuencia organizada que asesinó la noche del 4 de enero pasado en Nuevo Laredo, al coordinador regional de la procuraduría general de justicia de Tamaulipas, Ricardo Martínez Chávez, quien murió junto a un agente del ministerio público, un jefe de departamento y una policía de investigación. Era un golpe a la médula del área responsable de investigar al crimen, apenas tres meses después de iniciado el gobierno del panista Francisco García Cabeza de Vaca.

Con esos dos eventos de fondo la tarde del pasado 5 de enero en la carretera que comunica Monterrey con Nuevo Laredo, un aparente accidente de carretera privó de la vida al delegado de la Policía Federal en Tamaulipas, Sergio Licona Gómez, quien murió junto con el delegado del CISEN en la entidad, Marco Francisco González Meza, el inspector general Tito Jiménez Vázquez y el oficial Macedonio Hernández Rodea. Los cuatro funcionarios federales, los dos primeros máximos responsables en el estado de las agencias de seguridad e inteligencia civiles, perecieron después de que el vehículo blindado en el que viajaban volcara luego de que de forma aparente una llanta estallara y el conductor perdiera el control.

La vía es controlada por pistoleros al servicio del autodenominado Cartel del Noreste, como se hace llamar una facción del grupo paramilitar de los Zetas que dominan en esa región del estado de tiempo atrás. No se descarta que haya sido premeditado y que exista un factor extra que haya ocasionado el percance donde perdieron la vida los cuatro funcionarios, dijo a este Blog una fuente de la secretaría de Gobernación que sigue de cerca la investigación del caso.

Los cuatro funcionarios federales de acuerdo a información oficial, se dirigían a Nuevo Laredo para investigar la muerte de Martínez Chávez, coordinador regional de la procuraduría de justicia, y sus tres subordinados. Para diversos analistas y especialistas en materia de seguridad, llamó la atención que el supuesto accidente haya sido mortal para los cuatro pasajeros del vehículo blindado —una Dodge Durango modelo 2016 con número económico 14398—, que éste no llevara al menos un vehículo de escolta, sobre todo por tratarse de un terreno hostil y vigilado por “halcones” de la delincuencia organizada, por lo que no se descartaba que haya sido un atentado.

El caso fue silenciado en los medios nacionales por las movilizaciones que provocó el gasolinazo, los saqueos en entidades como Veracruz y Estado de México, los cambios en el gabinete del gobierno federal, y la tormenta económica que se cierne ante el inminente inicio de la gestión en la presidencia de los Estados Unidos del empresario inmobiliario Donald Trump.

Frontera norte: foco rojo para el 2017

Las estadísticas del 2016 de asesinatos vinculados a la delincuencia organizada, muestran que la violencia se disparó en todo el país a niveles similares a los años más agitados del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. El año pasado en Tijuana, la secretaría de seguridad pública reportó cerca de 900 asesinatos lo que llevó a la ciudad fronteriza a cifras similares a las registradas en el año 2010. Un factor que abonó el año pasado al incremento en la estadística, fue la abierta disputa por la zona entre el cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que en alianza con los remanentes de la organización Arellano Félix, han incrementado los choques con el grupo de Ismael “el Mayo Zambada”.

No solo en Tijuana la frontera ha mostrado señales de descomposición. También en Ciudad Juárez los índices se incrementaron el año pasado como hace un lustro no ocurría. Después de que transcurrieran cinco años con estadísticas a la baja, hubo un repunte que ya preocupó a los órganos de inteligencia del gobierno federal. Si en el año 2015 hubo 311 asesinatos, en 2016 se pasó a 536, lo que equivale a un aumento del 76 por ciento, aunque las cifras están lejanas de los más de mil y tantos casos que llegaron a registrarse entre los años 2008 a 2010. El factor que explicaría el repunte, es según fuentes del gobierno federal, la reagrupación del grupo de pistoleros de La Línea, antiguos aliados del clan Carrillo Fuentes, que buscan retomar el control del paso de droga que tiene en su poder grupos apoyados por Gente Nueva, testaferros aliados del cartel de Sinaloa.

Otro foco rojo en la frontera se localiza en Nuevo Laredo, donde durante 2016 hubo más de 80 asesinatos con una tendencia a la alza todo del año. La explicación sería que la fragmentación de los Zetas abonó a que la violencia se incrementara, dice la misma fuente del área de seguridad del gobierno federal entrevistado. Por un lado el autodenominado Cartel del Noreste, que protagonizó durante 2016 episodios de terror en Ciudad Victoria, al adjudicarse asesinatos de mujeres y niños inocentes. Su disputa contra sus antiguos aliados que se hacen llamar Zetas “vieja escuela”, serían un factor que explicaría el volumen de violencia que ha repuntado en Nuevo Laredo, y que tuvo en el reciente episodio del asesinato del coordinador regional de la procuraduría de Tamaulipas y tres de sus colaboradores, un ejemplo de lo que durante el año pasado se anunció.

También en Tamaulipas, pero en el corredor que va de Reynosa a Matamoros, la frontera seguirá este 2017 con índices elevados de violencia, donde el primer afectado será la población civil, el comercio y la vida cotidiana en general. La prospectiva que se presenta es que la fragmentación de grupos criminales abonará a que la beligerancia de los grupos armados continúe. El trasiego de armas desde el sur de Texas, “el cobro de piso” para el paso de droga e indocumentados, son dos de las fuentes de financiamiento que durante el 2016 poco fueron afectadas por el gobierno federal. La estrategia se enfocó en operativos de disuasión, despliegue de fuerza y mayor presencia aleatoria en ciertas zonas de ambas ciudades.

Un ejemplo fue lo sucedido al medio día del pasado 11 de enero en Matamoros, cuando un comando de pistoleros del Cartel del Golfo, atacó a tiros un grupo de la Policía Federal en las calles de Monte Albán y Quinhua, en la colonia Tecnológico. Según reportes oficiales, en el tiroteo resultó herido un agente federal mientras que tres presuntos delincuentes quedaron sin vida a bordo de una camioneta donde hallaron armas de alto poder. El choque se registró en medio de rumores y mecanismos de propaganda criminal, como mantas colocadas en la vía pública con mensajes presuntamente de la delincuencia organizada, dirigidos al gobernador del estado.

Si la delincuencia organizada seguirá durante el 2017 como un factor que incrementará los focos rojos de la violencia en la frontera, la crisis humanitaria que se asoma en ciudades como Mexicali y Tijuana ante el incremento de miles de migrantes en su mayoría haitianos, varados en estos lugares, podría desbordarse en el mediano plazo. Al menos es lo que advirtieron en una carta enviada al presidente de la república Enrique Peña Nieto, varias organizaciones civiles de Baja California agrupadas en la Coalición Pro-Defensa del Migrante.

Desde mayo del 2106 comenzó a incrementarse el número de solicitantes de asilo que quedaban varados en estas dos ciudades fronterizos hasta llegar a 12 mil. La cifra ha resultado imprevisible por lo que los albergues que gestionan organizaciones civiles, no se han dado abasto pues fueron habilitados como refugios emergentes para que los migrantes no pernoctaran en las calles.

La crisis de los migrantes haitianos y africanos que han copado los albergues en esta zona de la frontera, amenaza con convertirse en un factor “extra” a la previsible deportación masiva de ilegales en Estados Unidos anunciada por Donald Trump, quien asumirá la presidencia del vecino país el viernes 20 de enero.

twitter.@velediaz424
sitio web. estadomayor.mx

 


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