Semana del 28 de Julio al 03 de Agosto de 2023

Cerca de reprobar sistema carcelario de SLP

Cerca de reprobar sistema carcelario de SLP

Hace unas semanas, el gobierno gallardista cerró en definitiva el penal de Matehuala por presentar severas deficiencias, el cual era una bomba de tiempo a punto de detonar que se atendió, sin embargo, parece que el problema sigue siendo grave y podría generar mayores daños en los próximos años.

El sistema carcelario del estado de San Luis Potosí, obtuvo una calificación de 6.05 en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2022, a cargo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Da a conocer que los Centros Estatales de Reinserción Social de Matehuala y Tancanhuitz favorecieron la baja calificación, ya que reprobaron. El primero alcanzó un puntaje de 4.68 y el segundo 6.65 puntos.

Sin embargo, hay que recordar que en semanas anteriores el Gobierno del Estado oficializó el cierre inmediato del CERESO de Matehuala, derivado de severas irregularidades en su administración y funcionamiento.

Los 4 penales restantes evaluados tampoco destacaron por una buena valoración, ya que el margen fue de 6.03 a 7.40 puntos.

El CERESO de Ciudad Valles con 6.03; el de Tamazunchale con 6.30; el de San Luis Potosí con 6.23; y el de Rioverde con 7.40 de calificación, resultado ser el mejor de los 6 complejos analizados.

LO BUENO
En el CERESO de Rioverde, la CNDH encontró una apropiada distribución de personas privadas de la libertad; número de personas privadas de la libertad en relación a la capacidad del centro; y prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección.

Destacó la ausencia de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad del centro (autogobierno/cogobierno); capacitación del personal penitenciario; e inexistencia de cobros (extorsión y/o sobornos).

Además de actividades deportivas; integración y funcionamiento del comité técnico; y vinculación de la persona privada de la libertad con la sociedad.

MATEHUALA, UN CASO EMBLEMÁTICO
Antes de entrar a los resultados de la CNDH, la administración estatal detectó en la ya extinta cárcel matehualense, que no se garantizaba que los internos fueran alojados en espacios específicos según su sexo, género, edad, condición física, mental, antecedentes penales y motivo de su detención, a efecto de recibir un trato digno e integral.

De lo más alarmante, reportó que después de una revisión sorpresiva nocturna al interior de las instalaciones, en los dormitorios y áreas de uso común se ubicaron teléfonos celulares, bebidas alcohólicas, armas hechizas, playeras policiales, aparatos electrónicos no permitidos y drogas.

Ahora bien, el Diagnóstico informó de deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias; falta de capacitación del personal penitenciario; insuficiencia de personal de seguridad y custodia; y presencia de actividades ilícitas.

También deficiencias en los servicios de salud; falta de prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección; e insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos.

A diferencia de los otros CERESO’s, en este tenía deficiencias en la atención a grupos vulnerables tales como personas adultas mayores, con discapacidad, indígenas, LGBTTTIQ+ y que viven con VIH o SIDA.

La CNDH explicó que los datos deben servir para ir orientado a generar acciones, programas y política pública que incida a favor de las personas privadas de la libertad, a fin de revertir y erradicar de manera progresiva las deficiencias que históricamente han persistido.

Y exhortó a generar los canales de comunicación efectivos e idóneos que permitan observar y dialogar respecto de aquellas acciones específicas dados los contextos que convergen en los centros carcelarios.

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