Semana del 15 de Mayo al 21 de Mayo de 2020

Ivanna "la escort": La venta de amor en crisis

Ivanna "la escort": La venta de amor en crisis

Omar Gómez

Contingencia afecta a las mujeres escort, es un trabajo difícil, quizás no bien visto por la sociedad, pero que no afecta a nadie. Pese a ello esta joven madre de 3 hijos dice que el ofrecer amor y compañía por un momento es una actividad que le permite subsistir; sin embargo, la llegada de la contingencia por el COVID 19 le ha afectado sus ingresos..
Ivanna es una mujer que trabaja como dama de compañía, comúnmente llamada escort y, al igual que la mayoría de las personas dedicadas a diferentes actividades, en la actualidad está pasando por una crisis importante por las medidas de aislamiento o restricción a raíz de la contingencia sanitaria por los contagios de COVID-19.

Y es que admite que "los clientes tienen miedo por esto del COVID-19, ahorita lo que menos quieren es exponer a su familia y lo comprendemos, porque estamos en la misma situación, pero muchas mujeres que se dedican a esto, es su único ingreso, y ahorita está muy difícil, porque el trabajo bajó 85% y estas últimas semanas se ha sentido más. Yo no lo había sentido tanto, porque tenía aun contacto con los clientes, todo iba bien, pero las últimas dos semanas ya se sintieron críticas y no hay nada, para mí ni otras mujeres.

ES UN TRABAJO DIFICIL
De lo que significa ser una escort, comenta "es un trabajo difícil, muchas personas creen que es el camino más fácil y más rápido de conseguir dinero y no lo es. Para mí es un trabajo digno, difícil, dar ese momento agradable que buscan los clientes, aunque muchas veces es imposible. Cuando hay personas que no me agradan, que no se percibe una buena energía, me doy la media vuelta y me voy, no porque estén pagando una cantidad o nos hayan contratado tenemos que acceder en todo, yo por lo menos tengo reglas y cuando algo no me parece me retiro".

En relación a su vida antes de la contingencia y cómo la ha cambiado ésta en el aspecto económico y social, explica "mi actividad no era a diario, manejo una cartera de clientes más cerrada, ya no tengo que llegar a conocer a una persona nueva y no saber nada de ella. Lo bueno de tener algunos clientes de confianza, es que te apoyan, porque saben que este trabajo es tu mayor fuente de ingreso y en mi caso siendo madre soltera, mis hijos viven de mí. Lo que me ha ayudado es que tengo un ahorro, y de eso estoy viviendo, pero todo tiene su fin, no sé hasta cuándo se vaya a alargar esto".

SU MODO DE VIDA Y SUSTENTO
Describe la forma en la que presta sus servicios: "en mi caso, se recibe una llamada por teléfono y dependiendo los clientes se va a su domicilio o se les ve en alguna parte, un hotel o un restaurant sólo para comer, o como compañía para una junta, no siempre es el tema íntimo".

Admite que existe un estigma social sobre la actividad que realiza, pero está consciente que "siempre va a juzgar la gente, pero a lo mejor un día yo juzgué y no me puse en los zapatos de la persona a la que juzgaba, qué la llevó a trabajar en eso. Muchas de mis amigas y yo no trabajamos por gusto, sino por necesidad".

Algo que llama la atención, es que por el trabajo al que se dedica, se les considera hasta psicólogas de los clientes, y expresa "sí, porque nos platican sus problemas y nos preguntan ¿tú qué opinas, tú qué harías? Entonces tienes que hacer a veces papel de psicóloga, de hermana, de mamá, hasta de enfermeras. Es algo complicado".

Desde luego que este trabajo es bien remunerado y así lo reconoce al hablar sobre lo que ganaba, "al día variaba, porque hay clientes muy buenos que pagaban muy bien por hora, y otro que, aunque tienen dinero son codos y no te quieren pagar más de $1,500.00 la hora".

LOS RIESGOS DE LO DESCONOCIDO
Pero también existen riesgos y como tal le ha tocado vivir episodios de violencia, "golpes no, pero hay clientes que les da por amenazarte, están tomados o drogados. Les he llegado a decir –miedo no te tengo, porque no te he hecho nada, y si por cuestiones de la vida me tocara morir así, ni modo, no me gustaría, pero estaba trabajando y el hecho de que quieras abusar de tu poder está bien, pero no me asustas-, sí nos ha pasado, no son clientes recurrentes, son a veces invitados de otros y les da por amenazar".

Finalmente pide a la gente que "antes de juzgar, pensemos bien que quizá están pasando por momentos difíciles para hacer lo que están haciendo. Prefiero hacer esto, porque sé que no me va a llevar a la cárcel, quizá no es un trabajo que se pueda presumir y decirle a mi familia, siempre le he dicho a mis hijos que el hacer un trabajo que te cuesta desempeñarlo, lágrimas, sudor, no deja de ser trabajo, ya cuando empiezas a fregar a la gente, a robar o hacer cosas que no son buenas, ahí sí me daría vergüenza, pero mi trabajo no me da vergüenza, porque yo no daño a otras personas, no destruyo a mi familia, sólo veo a mis clientes un momento y se acabó. Es un trabajo difícil, pero me ayuda asacar adelante a mi familia".

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