Semana del 14 de Febrero al 20 de Febrero de 2020

Tributo

Tributo

Rodolfo del Ángel del Ángel

Porque tu corazón creyó en el amor y se abrió pleno a la esperanza renunciando al miedo para ser fuerte y creer en la vida.

Porque tu vientre fue el espacio que albergó mi diminuta e inadvertida presencia que tú ya sentías tan plena y realizada.

Porque advertiste primero que nadie el íntimo secreto. . . y fue tan solo tuyo.

Porque tus labios quedamente cantaron una dulce canción que ya sabías de siempre acunando en tus brazos al viento y la promesa.

Porque descubriste el arcano de la creación fecunda que solamente se esconde en el secreto de Dios.

Porque advertiste mis pasos, inventaste mis juegos, y sentiste el leve toque de mis manos diminutas y rosas antes de mirarme a los ojos y descubrir que ya me conocías.

Porque tu voz me arrulló con canción de amores y de sueños y yo aprendí ese canto primero. . .ese canto es la vida.

Porque el rubor de tus mejillas encendidas y la alegría inocultable de tus ojos denunciaron tú secreto mucho antes que tus pasos leves y tu vientre crecido.

Porque aprendiste que la angustia y la alegría se pueden vivir al mismo tiempo cuando esperas la vida.

Porque tus manos, vacías de presencia, recorrieron mi rostro no nacido y supiste entonces que la alegría y la locura habitan en el mismo sueño.

Porque deseaste que el mundo fuera una extensión de tu vientre en espera y tu maternidad cobijo ilimitado del amor adivinado bajo tu piel.

Porque mi llanto se confundió con tu gemido y así, entre dolor disimulado y sábanas de blanco profanado, celebramos la vida al encontrarnos.

Porque en tu voz encontré el eco de mi propia voz y de tus labios aprendí la canción que me acompaña siempre.

Porque tu vientre es ese espacio que voy buscando siempre. . . inicio y destino de la vida. Vengo de ti y vuelvo siempre a ti. . . MADRE.