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Semana del 01 de Febrero al 07 de Marzo de 2019

Resarcir el agravio

Resarcir el agravio

Juan Veledíaz



El pasado 19 de febrero hubo una ruptura simbólica con la anterior administración que encabezó el general Salvador Cienfuegos Zepeda en la secretaría de la Defensa Nacional. En la ceremonia del día del Ejército, se restituyó el derecho de todos los militares que pasan a retiro, a ascender al grado inmediato superior y portar las insignias que los acreditan con ese reconocimiento. Era algo que fue desconocido y se negó desde 2013, lo cual generó cientos de demandas de amparo que en su momento se ganaron pero que no fueron respetados. Velar por el bienestar de sus tropas y un criterio de elemental justicia, fue lo que recordaron debe de ser la virtud suprema del don de mando militar.

–No me vayas a traicionar—dijo en voz baja el secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos Zepeda al oído del general Silvestre Jorge Vázquez Benítez. Esa mañana a principios de julio del 2015, se realizaba una ceremonia castrense para un grupo de militares que pasaban a retiro. Vázquez Benítez había sido designado para leer el discurso durante el evento. Cuando pasó al presídium a recibir su condecoración, el general Cienfuegos se le acercó y le hizo el comentario. Tiempo después se conocería entre un grupo reducido de asistentes aquel episodio.
Y fue porque Vázquez Benítez era uno de los varios generales, que junto con coroneles y oficiales de distingo rango no estaban de acuerdo con una disposición oficial que modificaba un artículo del reglamento de la ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas (ISSFAM), que impedía a todos los militares a usar las insignias del grado inmediato superior al que ascendían una vez que pasaban a retiro.

Las adecuaciones al artículo 16 de la ley del ISSFAM, fue motivo de uno de los mayores malestares al interior del ejército en los últimos años. “Un capricho del alto mando”, lo llamaron varios de los afectados. La inconformidad se tradujo en una serie de amparos en cascada que se presentaron en instancias judiciales y que ocasionaron que se iniciaran litigios por este hecho en varios tribunales de todo el país.

Vázquez Benítez no traicionó al general secretario Cienfuegos, dijo uno de los abogados que lo asesoró, porque solo hizo valer su derecho a exigir lo que por ley le correspondía.

“No hay que olvidar que también existe ese precepto de que nadie podrá tener dos grados militares, y aquí se violaba, porque mientras en el uniforme seguías siendo coronel por las insignias, para efectos de cobro eras general, y eso no estaba bien. Tenías que ser general porque es tu ascenso que ganaste al pasar a retiro y después de tantos años de servicio”, comentó otro litigante que pidió se reservara su identidad.

Genuino liderazgo
En aquella ocasión Vázquez Benítez fue uno de los ocho generales que condecoraron, le tocó leer un mensaje donde resumía el papel que habían tenido durante sus años de servicio activo. Decía estar a disposición del alto mando en caso de ser requeridos, pero aludió a que detrás venían nuevas camadas de oficiales que deberán hacerse cargo de los retos que tendría el país. En su discurso no dijo nada sobre la disposición que le impidió portar en el uniforme las insignias del escudo nacional con tres estrellas que lo acreditaban como divisionario, como le correspondía al ser un general de brigada que pasaba a retiro y debía ascender.

El general fue protagonista de nuevo el pasado martes 19 de febrero, durante la celebración del día del Ejercito efectuada en Saltillo, Coahuila, donde leyó un discurso que le ganó el reconocimiento de sus pares y de las autoridades presentes encabezados por el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador.

Vázquez Benítez dijo que en mayo de 2013 pasó a situación de retiro, entonces se les concedió el ascenso únicamente para el cobro de sus haberes, sin que a él ni a sus compañeros le fuera reconocido portar las insignias correspondientes. Aludió a que la derogación del artículo 16 de la ley del ISSFAM, que se dio ese día, fue una noticia que los llenó de alegría.

“Porque no solo beneficia a quienes se encuentran en situación de retiro, sino a quienes lo harán en el futuro. Quienes servimos a la patria desde el ejército y la fuerza aérea, sabemos que la carrera de las armas exige disciplina, honor, valor, lealtad, subordinación, obediencia, abnegación y sacrificio virtudes que son indispensables para servir con dignidad y decoro a la patria”.

“El reconocimiento que se hace a partir de hoy a nuestro grado, tiene un gran significado para nosotros, porque habla de la sensibilidad, calidad humana, y genuino liderazgo que poseen tanto nuestro comandante supremo como nuestro alto mando, pero no solo eso, habla también de respeto y consideración hacia a quienes por muchos años servimos con entrega, honor y lealtad a nuestra querida institución y a México”, señaló Vázquez Benítez.

El hoy general de división retirado puso el acento cuando habló de que uno de los deberes fundamentales de todo comandante militar, es procurar el máximo bienestar a su personal, lo cual va acorde con el principio de don de mando. Este precepto, recordó el general, “dicta: conoce a tus hombres y vela por su bienestar. Pero además existe una característica del propio don de mando, que se llama justicia”.

Era un acto de justicia que tardó cinco años pero cuando llegó, lo hizo para más de 22 mil militares que durante este lapso pasaron a retiro entre generales, jefes, oficiales, y tropa.

Simbólicamente fue un acto de ruptura con la anterior administración en la secretaría de la Defensa Nacional que encabezó el general Cienfuegos. Su obcecación por mantener este precepto, que violaba varias leyes, fue señalada por sentencias de amparo a favor de varios militares que se inconformaron y que presentaron demandas para el respeto de sus derechos. El caso más sonado y que se documentó en este Blog fue el del general Salvador Martínez Villalobos (Truenan militares contra el general Cienfuegos https://www.estadomayor.mx/62763), quien ganó su demanda pero no le fue respetado.

El general Martínez Villalobos fue uno de los militares que pudo portar sus insignias de general de brigada, pasó a retiro como brigadier, y ya cuenta con sus documentos de identidad militar con este rango.

Lo que llamó la atención de los agregados militares acreditados en el país, quienes estuvieron como invitados al evento en Saltillo, fue que los ascensos en esta ceremonia fueron desde cabos, soldados, sargentos, tenientes, capitanes y jefes que representaron a todo el espectro del ejército y fuerza aérea que se vio afectada en los últimos años en sus derechos.

Fue una batalla que se ganó primero en el terreno judicial, pero que por obsesión del alto mando de entonces no se respetó. Con el nuevo gobierno, la victoria llegó y elevó la moral de las tropas, oficiales y jefes, quienes en adelante podrán volver a gozar de este beneficio tras sus años de servicio al país.

twitter. @velediaz424
sitio web. estadomayor.mx

 


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