Semana del 15 de Diciembre al 21 de Diciembre de 2017

¿Cómo pasan la Navidad los boleros? (PARTE 1) Alfredo Martínez: 40 años dando lustre a los vallenses

¿Cómo pasan la Navidad los boleros? (PARTE 1) Alfredo Martínez: 40 años dando lustre a los vallenses

Manuel Ramos

Vestido con saco gris, pantalones plegados, botas oscuras que brillan con el sol de un mediodía gélido, Alfredo Martínez Hernández, de oficio bolero o lustrador de calzado, narra con tiento su historia llana y extensiva, donde se ha logrado consolidar a través de cuatro décadas, en un pequeño espacio de la Plaza Principal de Ciudad Valles, como uno de los más diestros en darle brillo a los zapatos.

El nació en la colonia Altavista, en 1966, y la primaria la realizó en la Escuela “Constituyentes”; mientras que la Secundaria en la “Dunstano Gómez Castillo. Hoy vive en la colonia Las Águilas y, a veces, en Praderas del Río, y se ha dedicado no solamente al arte de lustrar calzado, también a la plomería, la pintura, a impermeabilizar techos, e incluso a la albañilería también.

El bolero a veces si tiene trabajo, y a veces no tanto –refiere el hombre–, quien aprendió la técnica de hacer relucir el calzado de su padre, el Sr. Manuel Martínez, el cual también trabaja en esta área, pero desde hace casi 60 años. Esta herencia lo ha guiado a través de los años a conocer gente reconocida, pues con él han ido a bolearse desde funcionarios públicos, artista y la misma gente de la región.

Para las 6 de la mañana ya se le puede ver preparando su silla de calzado, sus herramientas en un cajón de madera: cepillos de cerdas, brochas, betún, tinta fuerte, jabón de calabaza, grasa, crema, agua, trapos y demás enseres de trabajo.

¿CÓMO PASA LA NAVIDAD?

El oficio de limpiabotas o bolero no es fácil –asegura Martínez–, porque tienes que sacrificar días festivos, como la Navidad y el 1 de Enero, hay que trabajar estos días, no hay descanso para ellos, menos para alguien que sabe que en ésta época llega más gente a la ciudad: a visitar a sus familiares, los turistas o simplemente los que ya viven aquí, se dejan venir y muchos que no alcanzan a bolear sus zapatos en casa por falta de tiempo o porque no quieren, se acercan con ellos, aunque les cueste una mínima cantidad.

La Navidad no la festeja, y esto se debe a la poca comunicación que ha tenido últimamente con sus hermanos, ya que desde que falleció su madre todo se vino abajo, las reuniones, los festejos, los regalos, “Ya no es como cuando estaba la jefa”, –afirma nostálgicamente–, quien era la cabeza de la familia.

Tiene un hijo que no ve desde hace 16 años, llamado Francisco Javier Martínez Martínez y una ex esposa, ella se llama María Andrea Martínez Pérez, quien vive en Tambaca, desde que el niño tenía 3 años se dejaron, y el muchacho ya tiene 27 años, y un angelito que ya falleció recién nacido. Esto también es motivo para no celebrar los festejos de fin de año.

LA CLIENTELA

Está leve la clientela ahorita –afirma Martínez–, pero para el 24 de Diciembre espera que se incremente el trabajo, por la afluencia de los turistas o las familias que vienen de fueras de la ciudad, quienes van a bolearse con ellos, y esos días acuden personas de todas las edades, aunque añade que ya no es como antes, cuando le llevaban zapatos de niño, de mujer, había muchos pedidos, pero ahora ya no, afirma que todo va cambiando por muchos motivos.

En el escenario de la boleada hay más hombres que buscan a estos artistas del calzado que las féminas, desde los que quieren lucir sus botas radiantes, hasta los que usan choclos o mocasines, quienes vienen de varias colonias o de la zona huasteca, e inclusive de fueras.

Narra que a la par de su trabajo en la Plaza Principal, también acude a las casas de los clientes que le piden vaya a lustrar su calzado, o a clientes de empresas como Grúas Valles, con quien tiene dos meses dando “bola” al dueño de esta compañía.

APOYOS Y VIAJES

Fue precisamente en estos días, que el Regidor del H. Ayuntamiento de Valles, José Pañola Vázquez, les dio un buen número de pantalones a los boleros que están situados en este lugar, pero que a él y otros no les tocó ninguna prenda, solamente a algunos compañeros, por lo que pide más apoyos al Sindicato de Boleros que depende de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

De la misma manera, hace años tuvo la fortuna de viajar a otros pueblos como Tulancingo, Matamoros y Monterrey, donde trabajó de albañil y ayudante, y de pescador en Laguna Madre, Tamaulipas, reiterando que el oficio de bolero lo inició en tiempos de la ex Presidenta Municipal de Ciudad Valles, Margarita Baconnier Ocejo, entre 1967 y 1970.