Angie Fields / Terapeuta emocional
Cuando una persona atraviesa una infidelidad, es completamente normal experimentar un torbellino de emociones: estrés, ansiedad, enojo, tristeza, depresión, coraje... una infinidad de sensaciones que se agolpan dentro de nosotros, buscando una salida sin saber cómo, ni cuándo, ni hacia dónde.
Es fundamental entender que estas emociones no deben ser ignoradas. Al contrario, es necesario afrontarlas y trabajarlas, porque en la medida en que logres hacerlo, comenzarás a sentirte mejor. No puedes vivir permanentemente enojado con la persona que te fue infiel. No puedes quedarte semanas tirado en la cama, sumido en la tristeza. Tampoco es sano convertirte en víctima eterna, repitiendo reproches una y otra vez. ¿Por qué? Porque quien más se daña eres tú.
¿Qué hacer con todas estas emociones?
Existen recursos y estrategias para afrontar este tipo de situaciones, aunque algunos pueden parecer fáciles en teoría y muy difíciles en la práctica.
Uno de los consejos más comunes es: "relájate". Y claro, suena simple. Pero cuando tienes las emociones a flor de piel, sobre todo las negativas, lo último que quieres o puedes hacer es relajarte. Lo que te dicen, lo que hacen o incluso lo que no hacen puede generar aún más enojo.
Por eso, en vez de solo decirte que te relajes, te propongo herramientas concretas que puedes intentar:
1. Meditación guiada
Hay muchas meditaciones diseñadas específicamente para calmar la ansiedad y el estrés. Puedes encontrarlas en aplicaciones o en línea. Tomarte unos minutos al día para cerrar los ojos, respirar y enfocarte en una meditación puede ayudarte a reconectar contigo mismo.
2. Mindfulness
Esta técnica consiste en centrarte plenamente en el presente. ¿Por qué es útil? Porque evita que tu mente se pierda entre recuerdos dolorosos del pasado o miedos sobre el futuro. Estar presente te permite tomar decisiones más conscientes:
¿Dónde estoy ahora? ¿Qué siento? ¿Qué quiero hacer con mi relación? ¿Me quedo o me voy?
En lugar de pensar en cosas como "¿por qué me lo hizo?", "¿qué tenía ella o él que no tengo yo?", "¿y si vuelve a pasar?", el mindfulness te lleva al ahora. Y desde ese ahora puedes construir con más claridad.
3. Respiraciones conscientes
Inhalar y exhalar profundamente, de forma lenta y controlada, tiene un efecto directo en tu sistema nervioso. Este tipo de respiración ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad porque calma el cuerpo desde dentro. Puedes practicarlo durante unos minutos al día, o en momentos de crisis emocional.
4. Comunicación efectiva
En algún punto, si decides hablar con tu pareja o con alguien cercano, es importante que intentes hacerlo desde la calma. La comunicación efectiva implica expresar lo que sientes sin gritar, sin juzgar, sin criticar ni señalar. Hablar desde la herida es válido, pero hacerlo con respeto puede abrir el espacio para la comprensión, no para más conflictos.
Superar una infidelidad no es sencillo. Nadie lo espera, y mucho menos se está preparado emocionalmente para vivirla. Pero lo cierto es que puedes sanar. Con tiempo, con trabajo interior, y con las herramientas adecuadas, es posible dejar de sobrevivir... y volver a vivir.
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