Semana del 21 de Mayo al 27 de Mayo de 2021

Debemos actuar honrando a Dios

Debemos actuar honrando a Dios

Rodolfo del Ángel del Ángel

En estas elecciones, como en todo, tenemos que ir a la fuente de la verdadera sabiduría, lo dice la Escritura y la Biblia muy claro, que la fuente de esa sabiduría es Dios y la vida comienza y la lealtad fundamental por rendir nuestro corazón a Dios, el principio de la sabiduría es la honra, el temor del Señor, cuando nosotros hemos puesto nuestra vida bajo el señorío de la autoridad de Cristo y pedimos de él sabiduría, tanto el gobernador como el gobernado se van a poder conducir bajo esa actitud que procura primero saber que estamos bajo la mirada de Dios, que nuestros actos y nuestro corazón están delante de él y él lo conoce, entonces vamos a buscar proceder de una manera que le agrademos a él y eso significa el bienestar para todos, porque cuando cada uno desea honrar a Dios, cuando cada uno desea actuar conforme a la voluntad divina, entonces obviamente aprendemos a convivir también con el prójimo y a buscar el bien común.

Siempre el discurso de contenido religioso y estas frases pueden de una manera generar el interés o la atracción de las personas hacia determinado candidato, pero de todos los discursos falaces y superficiales aquel que toma como pretexto a Dios para ganar influencia, es terrible, porque estamos siempre delante de su mirada y él conoce nuestros corazones y hay un juicio que nadie va a poder eludir, ahí no vamos a poder comprar la justicia ni negociar y es el juicio divino, y es a este al que debemos temer.

Entonces debemos tener mucho cuidado de no tomar a Dios y la fe como una bandera para ganar privilegios o influencia, pero también tenemos que aprender a ser una ciudadanía que sabe escuchar y entender, porque cuando tenemos discernimiento, cuando buscamos sabiduría de Dios, podemos saber qué hay detrás de las palabras del discurso, ciertamente que se usan las palabras para ocultar las intenciones del corazón, pero uno puede discernir porque cuando no hay congruencia entre las palabras y la vida, entonces podemos darnos cuenta que ese es un discurso falaz, porque no puedo decir "Dios te bendiga" cuando por otro lado estoy buscando pretensiones personales, llevar adelante un proyecto con el que busco mi beneficio y realmente no estoy pensando en los demás, tenemos que observar a las personas cómo han vivido y si hay o no congruencia con ese discurso.

Sencillamente hay que estar atentos a las palabras, creo que por una parte necesitamos recuperar el valor de la palabra, parece ser que ahora la palabra no tiene realmente el significado que debiera tener, es decir los discursos están hechos para convencer, pero no hay una intención de las propuestas, o de querer gobernar para el bien común, o querer buscar el beneficio de los gobernantes, hay que recuperar el valor de la palabra y hay ciertas actitudes y virtudes, cualidades éticas que son fundamentales: la integridad, el hablar con la verdad, el ser honestos y congruentes.

Creo que las más grande necesidad que tiene en nuestro país, la forma en que se gobierna o se pretende gobernar, es el cambio en el corazón, ya sabemos el problema está ahí en el corazón humano que busca su propio beneficio, que sea autoidolatra porque cuando el que pretende gobernar o que está gobernado cree que su palabra es infalible, cree que lo sabe y entiende todo, y que debe ser obedecido simplemente por tener poder, el gran problema no está en sus pensamientos y en sus ideas, está en su corazón, hay una raíz que necesita cambiar y si nosotros no nos sometemos a la autoridad divina, si no honramos y no nos damos cuenta que la vida es pasajera, realmente esto es algo que debiéramos considerar.

Si vemos la vida desde esta perspectiva, que hoy o mañana puede ser el último día, ¿cómo puedo vivir?, congruentemente, no puedo vivir en la mentira, creyendo que voy a ser eterno o que en realidad yo puedo tener el control sobre mi vida, sobre mis decisiones y lo que va a suceder el día de mañana, la vida es pasajera y si lo vemos de esa manera, ¿cómo debemos de vivir entonces, actuar y pensar? ¿Cuáles deben ser nuestras palabras y sobre todo nuestras acciones?

He reflexionando últimamente acerca de si como sociedad tenemos el gobierno que merecemos, y por una parte pienso que sí, porque no sabemos elegir, porque no tenemos discernimiento, por nuestros pecados, porque somos personas que somos convencidas fácilmente y no nos damos cuenta lo que hay detrás de las palabras, pero por otro lado no merecemos vivir como estamos, nuestro país y región es inmensamente rica, México no es un país pobre, es un país empobrecido, ¿qué quiere decir?, que no hemos administrado bien, no hemos elegido bien y hemos pensado que toda la responsabilidad es de quien gobierna, cuando la responsabilidad es de todos nosotros, definitivamente debe haber un cambio de corazón y de actitud, un giro de nuestro pensamiento, la Biblia habla de reconvención y arrepentimiento, y es Interesante que el término que maneja ahí, quiere decir cambio de mente, y dice el apóstol Pablo: "cambien su manera de pensar para que cambie su manera de vivir".

La transformación tiene que venir del corazón, Jesús dice: "arrepiéntanse porque el reino de los cielos es cercado", y ese reino es de paz, armonía, comunión, generosidad, en esta hora con todo nuestro corazón nos acercamos a la presencia de Dios y le pedimos Señor danos Luz, entendimiento, sabiduría, que nuestro corazón delante de ti pueda experimentar esa necesidad que tenemos de una transformación, que podamos volvernos a ti en un arrepentimiento sincero y al prójimo para vivir en el amor, compromiso y en la justicia, que podamos comenzar a construir un mundo nuevo y que ese mundo nuevo que comience en nuestro corazón y luego en nuestras relaciones inmediatas y luego con la familia y la sociedad, para que podamos ser esa sociedad que tanto soñamos y tanto queremos, esta no va a venir de manera espontánea, tenemos que ser nosotros agentes de transformación y esto comienza por tener una actitud humilde y de verdadero arrepentimiento.

Señor concédenos un verdadero arrepentimiento, que podamos vernos como hermanos y hermanas y que podamos ver por el bien de todos, reflejando nuestras palabras y acciones y el amor que viene de ti, que es la ley suprema, porque cuando hay amor hay justicia, compasión, generosidad y buen gobierno, te rogamos en nombre de Jesús.