Semana del 20 de Abril al 26 de Abril de 2019

Pasión por la verdad

Pasión por la verdad

Rodolfo del Ángel del Ángel

¿Cuál fue la característica más notable de aquellos hombres que llamaron a la iglesia a una reforma en los siglos XVI y XVII? Hombres como Zwinglio, Huss, Lutero, Calvino y Knox. Podemos apreciar muchas cualidades en ellos, y defectos, sin duda también, pues fueron humanos. Pero creo que una de las cualidades más notables de cada uno de ellos fue su celo y su pasión por la verdad. Fueron espíritus que se conmovieron ante los abusos de la iglesia institucional de su tiempo.

La iglesia se había convertido en un poder humano lleno de ambición, sedienta de poder y había terminado por apartarse del puro evangelio de Cristo y de la sencillez de la vida comunitaria de la iglesia. La ostentación, el lujo, el abuso de las pobres conciencias y el abandono de la Palabra de Dios como la autoridad final en materia de fe y conducta, permeaban la iglesia volviéndose un verdadero escándalo para la fe. Era la causa de Cristo, su corona y su pacto lo que estaba de por medio. Era el evangelio de la gracia, la justificación por la fe en Cristo; era la vocación sacerdotal y el llamado de toda la iglesia a ser sierva de Dios en el mundo lo que se jugaba en la arena de los intereses de la historia. Todo ello demandaba una toma de postura, una determinación a colocarse y mantenerse del lado de la verdad de Cristo sin importar el precio a pagar. Fue así como estos hombres, levantando el estandarte de la fe se mantuvieron en pie y firmes por la verdad.

La iglesia necesitaba una reforma entonces, una que calara hasta lo más hondo, que llegara hasta la raíz para producir una transformación y una reorientación de la iglesia en su aspecto histórico-institucional. Para ello se necesitaron un puñado de hombres determinados y valientes, quienes habiendo comprendido la exigencia de reino de Cristo, tuvieran pasión por la verdad y estuvieran dispuestos a testimoniarla antes los poderes fácticos de este mundo sin importar las consecuencias.

Cuando Lutero se le trató de persuadir a que no se presentará ante la Dieta de Worms, que representaba los más grandes poderes humanos en ese tiempo: El imperio y la iglesia. El respondió: “Así caigan demonios mil como tejas tienen los tejados, prefiero morir con Cristo que estar de pie con el César.”

Esa fue la pasión por la verdad que caracterizó a estos hombres que en su tiempo y circunstancias fueron antorchas que se encendieron y consumieron por amor a Cristo y a su iglesia. ¿Qué debiera significar para nosotros en estos tiempos creer y expresar esa verdad? Ciertamente que si la iglesia ha de seguir en una reforma continua conforme a la Palabra de Dios, no son más y mejores medios lo que necesitamos en primera instancia, lo primero y más importante que se necesita son hombres y mujeres decididos, valientes y consagrados, con una pasión por la verdad que consuma sus corazones, ciertamente que todo lo demás, vendrá por añadidura.