Martes, 16 de Abril de 2024
CIUDAD VALLES, S.L.P.
DIRECTOR GENERAL.
SAMUEL ROA BOTELLO
Semana del 01 de Noviembre al 07 de Noviembre de 2018

Mujer al volante, la historia de Judith Vega

Mujer al volante, la historia de Judith Vega

Juan de Dios Hernández



Fue víctima de la inseguridad y el rechazo que otras mujeres

“NO puedes estar aquí porque eres mujer, aquí no hay mujeres”, fueron las palabras con las que operadores de unidades de alquiler de la rampa del Sitio América que se encuentra en calle Independencia y Abasolo, recibieron a Judith Vega Azuara, cuando empecé a manejar, en la rampa me dijeron que yo no podía estar ahí por ser mujer.

“Yo les decía -no había, pero ya va a haber- me dijeron quítate, no vas a estar aquí. El encargado de la rampa me dijo –señora aquí no puede estar-. Estamos en el siglo XXI pensé que ya no había machines y sí hay”.

EN LA SCT NO LE DIJERON: NO PUEDE
Contraria a la postura de los demás taxistas de la rampa, Judith Vega resalta que en la Secretaría de Comunicaciones y transportes, no le dijeron “no puede” y había más mujeres.

“Cuando yo empecé arreglé papeles de licencia, tarjetón, todo lo que piden, nadie me dijo que no podía manejar, fui al curso, no fue aquí porque en ese tiempo no tenía dinero y fui hasta ciudad Santos para hacerlo. No tuve obstáculos para sacarlos en Comunicaciones no me dijeron “no puede”, en el curso no me dijeron “no puede”; no nada más era yo en el curso, éramos como 20 mujeres que venían de la región.

COMO INCURSIONA EN UN MEDIO SOLO PARA HOMBRES
Narra cómo por una casualidad empieza a sacar carreras y como de inmediato le dijeron que no podía estar en la rampa.

“En esa rampa no me quedé porque fuera a trabajar, yo pasé, el chofer se enfermó y le dije al chofer –yo llevo el coche al taller- me dijo que sí que se lo llevara al otro día temprano, el señor manejaba el taxi solo, nunca había yo tocado el taxi, entonces paso por el sitio y vi que solo había 2 carros y me formé sin avisarles y fue cuando empezaron con que no podía estar. Y ya tengo 5 años trabajando ahí. Aprendes de cero, no a manejar porque ya sabía, aprendes a andar en el medio que es de solo hombres.

MUJERES PREFERIAN IRSE CON TAXISTAS HOMBRES
Cuenta una anécdota de que cuando empezó a llevar personas hubo 2 que le preguntaban: ¿apoco usted trae el taxi?, Yo con usted no me voy, mejor con el de atrás- y se bajó y se fue en otro taxi.

“2 señoras y me quedé sorprendida porque entre mujeres nos tenemos que ayudar, es mi punto de vista. Empecé con pena, con miedo, y ahora las personas me dan ánimo y felicitan, algunas me agradecen ser un ejemplo a las que no hacemos algo porque tenemos miedo y no debe ser así. Algunos hombres sí me felicitan y me dicen –me voy con usted a ver si llego vivo a donde voy-, pero yo lo tomo como broma o juego”.

EL CLIMA DE LA CIUDAD AGOBIA A LOS TAXISTAS
“Al principio mi horario era de 5 de la mañana a 6 de la tarde, todo el día, ahorita empiezo más tarde, digamos las 8 y me voy a las 6. Yo escuchaba que decían los compañeros que terminaban muy cansados, y yo decía que de qué, si están sentados todo el día, ahora que tengo 5 años y el clima de Ciudad Valles, calor bastante fuerte ya veo que lo que nos agobia es el calor, a veces no hay trabajo y estamos ahí parados esperando que llegue el cliente”.

¿PARA QUÉ SE METE SI NO SABE?
Entrar en el mundo de los taxistas no es sólo saber manejar tuvo que aprender otras cosas

“Hubo compañeros que me ayudaban a moverlo en la rampa, yo lo prendía para irlo moviendo y me decían que no, que era mejor empujarlo y a no salirme de la raya amarilla, estar a cierta distancia. Al principio me decían ¿para qué se mete si no sabe? Y pues ni modo, es la necesidad hacerlo, es para estar bien, me la juego porque pasaron muchas cosas. No tengo otro empleo actualmente, era estilista, tenía clientes y todavía con el taxi me iban a ver a los clientes, pero estando con ellos se va el día y es todo lo que haría, mejor me dediqué de tiempo completo al taxi.

PROPUESTA PARA RECONOCIMIENTOS
Me han apuntado desde que empecé a trabajar para recibir algún reconocimiento por parte del gobierno; pero la señora Dianita de la rampa del panteón tiene 11 años trabajando, entonces quizá es más merecedora ella del reconocimiento. El Día de la mujer es cuando nos han invitado, si conocen a alguna persona que haya hecho algo por la comunidad que la apunten.

ESTOY TRABAJANDO Y ME SIENTO BIEN
Con 63 años de edad, Judith Vega Azuara, taxista de la unidad 421, asegura se siente bien en esta actividad.

“Cuando empecé, mis hijos dijeron que era muy riesgoso, mi nieto de 15 años me decía ‘no manches abuela vas a andar de taxista’, y pues sí. Me ha servido de terapia, ya una de mayor se queda sola en casa y le sobra tiempo porque ya no hay hijos que mover a la escuela, horas de comida exacta, nada. Es una distracción y no lo hago sin beneficio, estoy trabajando, me siento bien porque mucha gente me felicita, me admira porque dicen que soy una señora grande y ando aquí”.

VÍCTIMA DE LA INSEGURIDAD
Vega Azuara tiene 2 hijos, uno que también es taxista, trabajo en el que empezó primero que ella, que siempre le aconseja que no agarre pasaje fuera de la ciudad, ni gente tomada, esos eran los consejos.

“Yo siento que como mujeres estamos más frágiles en el sentido que si el pasajero es hombre. En una ocasión me asaltaron, hace 2 años un joven me sacó de la rampa, me preguntó cuánto cobraban hasta Xilitla, yo no sabía, pero los compañeros le dieron el precio y entonces me dijo –¿si me espera? Voy por mi esposa e hijos- no era un muchacho de mal aspecto, y me fui porque yo estaba en punta era la que salía. Me puso un cuchillo en el cuello, agarré el cuchillo y me corté, le dije malas palabras. Íbamos platicando bien, no había ningún momento de desconfianza en que pensara que me pudiera hacer daño, en lugar de asustarme me enojé. No traía dinero del taxi, era mi primera carrera. Traía de un abono de $800 pesos, de otra cosa y me lo quitó. Él también se asustó porque al agarrar yo el cuchillo, quité los pies de los pedales y el coche se empezó a mover solo. Apagué el carro, me estacioné y empezó a amenazarme otra vez. Se bajó, se llevó mis papeles, mi cartera sacó el dinero y devolvió mi bolsa. Eso fue cerca de Xilitla.

INDIFERENCIA DE LA GENTE EN ESTOS CASOS
No estaba sola, pero no ayuda la gente, afirma en tono decepcionado.

“Venía el camión de la basura y estaban 3 señores, en una tienda cercana estaban subiendo cerveza 3 muchachos, yo gritaba pidiendo auxilio, sacaba la cabeza y nadie fue a ayudar. Los muchachos cerraron la puerta y se metieron, los de la basura vieron, pero ni siquiera preguntaron si pasaba algo”.

TAMBIEN UNA BONITA EXPERIENCIA
Considera que el trabajar de taxista es también una bonita experiencia, se conoce a gente muy buena, que te da consejos.

“Llevé una embarazada y yo no sabía que se iba aliviando, por la calle Hidalgo se suben la muchacha, el esposo y la suegra y de repente gritan –rápido porque se va aliviando- y por los carros no podía ir rápido, la señora se molestó, lo único que pude hacer fue sacar la franela y las intermitentes para ver si me dejaban pasar, no encontramos patrulla que abriera paso, y hasta el hospital la llevé”.

“En otra ocasión, iba empezando a trabajar, una pareja se sube e iban peleando por el ‘lonche’ de repente la escucho hablando por teléfono a alguien, preguntando donde estaba, y comenzó a llorar, diciendo que fueran al seguro, porque el muchacho se había puesto mal y se había desmayado, yo volteó y veo que sí, está desmayado, llegó al IMSS y me meto, la enfermera me dice tráigalo, le dije que yo soy taxista, es el pasajero, y me dijeron que agarrara una silla, y fuera por él, después llegó una patrulla y me ayudó a meterlo”.

SUS CLIENTESS LA BUSCAN
En su rampa asevera que si respetan que llegue el cliente buscándonos, y podemos salir de en medio, de atrás.

“Pero hay personas que no saben y me esperan hasta estar en punta, en una ocasión una señora estuvo esperando porque su hijo me vio y quería que yo los llevara y me esperaron hasta estar en punta. Tengo clientes, señoras mayores que llevan a sus nietos porque no quieren irse con señores”.

POSIBLE CANCER DE MAMA
Menciona que estuvo 2 años trabajando en Estados Unidos, pero se regresó por un posible cáncer de mama, pues le salió una bolita en el seno y había secreción, pero como allá el doctor es muy caro, una doctora le quería hacer una biopsia.

“Nunca supe si era cáncer, yo le dije a mi hijo que pasara lo que pasara no iba hacer nada, allá me llevaron y me hicieron la cita para 4 meses después para mastografía la doctora lo quería más rápido, y mi hijo me dijo que mejor regresara. Me la hice en Ciudad Valles, salió bien, me dieron un medicamento allá que me causó algo, porque me dio vómito, temperatura y jamás me volvió el malestar”.

SE SIENTE CAPAZ DE VALERSE POR SÍ MISMA
Dio a conocer que actualmente vive sola, que su hija mayor está en Querétaro, su hijo aquí en Ciudad Valles.

“Cuando me enfermo les comento, pero yo sola me muevo, me han dicho que si quiero puedo estar un tiempo con mi hija, otro con mi hijo y otro sola, para que no esté sola todo el tiempo. Pero yo aún me siento capaz, ya que no pueda entonces sí, si quieren pueden ayudar, no los quiero cansar ni fastidiar desde ahorita. Uno es necio, terco, es otro niño cuando ya es mayor, y les digo pónganme límites”.

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