Es una de las voces más reconocidas en la Huasteca Potosina
En la actualidad, una de las voces más reconocidas en la radio en la Huasteca Potosina, es sin duda la de Rogelio Cruz Balderas, locutor de las estaciones tradicionalmente conocidas como XECV y XEXR, que fundara el extinto empresario Rafael Castro Torres. Pero llegar hasta donde hoy se encuentra en el mundo de las ondas hertzianas, no ha sido un transitar fácil.
Recuerda que fue cuestión del destino que hace 35 años, en 1983, tuviera la fortuna de llegar a la XECV, donde lo recibieron bien, aunque fueron difÃciles los inicios, pero ahà fue aprendiendo poco a poco, pero sobre todo tomando como base fundamental el respeto, la ética, el cubrir y el obedecer los artÃculos fundamentales para el público, para que asà supiera de su labor.
Tuvo el privilegio de contar con grandes maestros de la locución, como Federico Reyes Márquez, Salvador Pérez Valdez, Regina Ãlvarez-Lamar, Belém Altamirano Izaguirre, más adelante la licenciada Marcela Castro y Miguel Barrientos -que ya está en el cielo transmitiendo- y el altote de Felipe Montalvo, con los que tuvo un aprendizaje total y completo.
Ahora se dice fácil que, al despertar, sea la voz institucional que abre las transmisiones de la XECV y la XEXR, sin embargo, atrás hay un duro comienzo y hasta llegar al encuentro del punto de enamoramiento con ese mundo, porque no se llega a la radio con un destino manifiesto, sino que hay que trabajar incesantemente para mantenerse y continuar.
âLo importante una vez que inicias en la estación, es que al saber que te escucha mucha gente que ni siquiera te imaginas, porque no es lo mismo ser locutor que radioescucha, te pones del otro lado y entiendes lo maravilloso de todo esto, yo siento que fue poco apoco, porque en los tiempos que empecé era más difÃcilâ, rememora.
Y es que no era llegar a una estación y que le dieran el micrófono, tampoco llegar y creer que ya mañana iba a estar transmitiendo dando la hora, âno, es un proceso de aprendizaje, de vocalización, de parafraseo, de leer editoriales, de escuchar a otros locutores que tiene la sabidurÃa y los años de experiencia y por supuesto ir metiéndose poco a poco en el mundo maravilloso de la radioâ.
Aunque admite que âda gusto y te sientes muy complacido que en la calle te digan: â¿oiga, usted trabaja en la radio, ¿verdad? Su voz es inconfundible, échele ganas, lo escuchamos en tal colonia, siempre lo seguimosâ, entonces eso te va motivando a que sientas como tuya la labor que realizas, pero que también haya un respeto y sobre todo un mayor compromiso con los radioescuchasâ.
Rogelio Cruz nació en Ciudad Valles, la Puerta Grande de la Huasteca Potosina, hace 58 años y por azares del destino sólo pudo estudiar hasta el bachillerato en el CBTIS No. 46, porque su abuelo ya no lo pudo apoyar para ir a una institución de educación profesional, en donde su intención era estudiar ingenierÃa en mecánica.
âY la verdad no me arrepiento de haber estado aquÃ, por los impulsores que tuve y que permitieron ser lo que soy hoy. Ahora estoy recibiendo lo que nunca esperé, pasaron los años, siempre trabajando, pero empiezan a llegar los reconocimientos, empiezan a valorar y eso es fundamental en lo que uno hace, hacerlo por gusto y además te paganâ, expresa.
Algo que ha sido importante en su trayectoria, es que supo entender que sus compañeros locutores no tan solo eran voces, sino personas que tenÃan grandes conocimientos, que también eran exigentes y lo primero que pedÃan era que se encauzara bien, que supiera bien hacia donde querÃas dirigirse, porque el público merecÃa no tan solo oÃr su voz, sino oÃrla con propiedad, con educación, con respeto, eso era antes.
âCada vez que tenÃamos un error o no parafraseabas bien, o no leÃas bien una noticia, doña Belém Altamirano no se andaba por las ramas, igual Regina Ãlvarez-Lamar, me tocaba estar sentado al lado de ellas en una lectura de noticias y cada que pasábamos un audio o Ãbamos a corte, eran palabras fuertes, pero es lo que ayudaba a que aprendierasâ, comenta.
De la intervención de don Rafael Castro en la estación, considera que es normal que tengan cierto temor a que el mismo director venga y les llame la atención, pero afortunadamente fueron pocas ocasiones en las que se cruzó con él, y cuando eso sucedió siempre era un saludo: â¿Cómo estas Rogelio?â, pero nunca le mencionaba el tema de la radio.
âSabÃamos que era el primer radioescucha, el que más señalaba si tenÃas un error, por eso procurábamos no cometerlos, y tenemos aun afortunadamente a uno de sus descendientes que tiene la fuerza para venirte a decir que âpor ahà no esâ, qué no debes decir, que te equivocaste, âlee más, estudia más, prepárateâ, porque cuando estás ya frente al micrófono, no se vale decir lo que no es aceptableâ, asevera.
Sobre la labor de un locutor, destaca que âlo importante es que siempre pienses hacia quién es que te diriges o con quién estás compartiendo tus conocimientos, porque la gente ahora sà les das la oportunidad de que te llame y te haga ver tus errores, y que te critique y que te exhiba, es una enseñanza másâ.
Lamenta que âen la actualidad habemos muchos que no le tenemos respeto al micrófono, cualquiera lo toma, pero no es para desmotivarlos, al contrario, qué bueno que tienen la oportunidad de estar frente a un público a través de la radio, la televisión, para que precisamente se expresen lo mejor posible y que pueden divertir, pueden entretener, pueden hacer que se rÃa la gente que está escuchando, pero sin usar adjetivos, ni calificativos, ni palabras que no van en un medio de comunicaciónâ.
Finalmente les recomienda a todos sus compañeros que âojalá y todos nos pusiéramos en ese canal, si de repente piensa que lo señala uno porque lo escuchó o porque alguien es asÃ, no, lo que se trata es hacer un buen trabajo en la radio, precisamente para seguir teniendo la base fundamental de los medios, que es el radioescuchaâ.
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