Desde pequeña dio muestras de que serÃa la emprendedora: Rosa MarÃa Guerrero
Siempre era cuidadosa con el dinero, lo sabÃa administrar: Doña Virginia Coronado
El principal soporte de un polÃtico indudablemente es la familia, y en ese sentido Delia Guerrero Coronado puede estar tranquila, porque su madre y sus hermanos no sólo respaldan sus proyectos, como en este caso la candidatura a la Diputación Local por el XII Distrito, sino que además avalan su trayectoria por su honestidad y capacidad de servicio.
Delia Guerrero Coronado es hija de don Jacobo Guerrero, ya fallecido, y de doña Virginia Coronado, y es la tercera de cinco hermanos, que son Rosa MarÃa, Beatriz, Virginia y Roberto, y tres integrantes de su familia describen a emsavalles.com cómo es tras la figura polÃtica que proyecta a través del trabajo que ha desempeñado, principalmente legislativo.
Respecto a la decisión que Delia Guerrero tomó de dedicarse a la polÃtica y de buscar actualmente llegar al Congreso del Estado, doña Vicky Guerrero expresa âme siento asÃ, con el corazón bien grande, a ella fue la que le gustó la polÃtica, ni modo hay que apoyarlaâ.
Su hermana Rosy Guerrero afirma âcreo que tiene capacidad de servicio, de cariño y de amar, mamá nos enseñó siempre la honestidad, a mà casi no me has tratado, pero has tratado al resto de mis hermanas, te darás cuenta que no tenemos doble cara, lo que sentimos lo decimos, mi papá asà era, todo te lo decÃa, y yo creo que todas en mayor o menor medida, creo que mayor, tenemos la capacidad de servicioâ.
âA Delia le viene tanto de mamá como de papá, lo trabajadora, lo honesta, mi papá tuvo muchos trabajos todos dignos y todos muy bien realizados, y yo creo que ella tiene esa capacidad de entrega y de responsabilidad de parte de papá, y bueno también mamá muy responsable, nos enseñaron a ser puntuales, honestos, responsables, querer el trabajo que haces, porque eso es muy importante, mamá tiene una capacidad de servicio increÃble, a estas fechas todavÃa me encuentro con compañeros de secundaria y algunos fueron compañeros de trabajo de mamá, y me dicen âtu mamá nos llevaba una manzanaâ, porque mamá trabajó ahà en la cocina en el Seguro Social, 16 añosâ, relata.
De esa época, doña Vicky Coronado recuerda âen el año en que se abrió el IMSS, fui la primera que cayó a la cocina, me eché toda la semana solita y el doctor Tinajero y su esposa se dieron cuenta que saqué el trabajo de todos los pacientes, los enfermos, de ahà me habló el doctor Tinajero, que era el director, y me dijo âla felicitó, porque la estuvimos observando que cumplió usted solita con el trabajoâ, yo me quedé sorprendida, pensé que me iba a regañar, ya ahà me quedé hasta que cumplà 60 años y me jubiléâ.
Vicky Guerrero refrenda âsÃ, mi mamá y don Jaco siempre fueron gente de trabajo y eso nos inculcaron, entonces era lo que veÃamos y siempre nos enseñaron a hacer bien las cosas, o sea si te vas a meter a hacer algo, hazlo bien, no nada más al ahà se va, entonces yo creo que tenemos esa formación, por eso gracias a ellos y a Dios que nos ha ido bienâ.
âA mà me gustó mucho cuando Vicky me dijo que habÃas organizado este programa, porque aparte soy la mayor y tengo bastante experiencia, entre yo y Bety, la que sigue, son cuatro años de diferencia, con Delia son seis y con Vicky son nueve, o sea que sà tengo muchas vivencias, porque yo ya estaba más grande cuando ellas empezaron a desarrollarse. Me acuerdo de Delia, que ella siempre buscaba tener dinero, desde que se iban al rancho, la familia de mamá vivÃa en El Sidral, todavÃa tiene ahà un hermanoâ¦â, señala Rosy Guerrero.
En este momento interrumpe doña Vicky Coronado, para recordar lo que sucedÃa en el rancho: âAhà me echaba las cartas, tengo una virgen grandota donde las escondÃa, todavÃa la tengo, pero mi papá como era carpintero que se le ocurre ponerle tabla y que se caen todas las cartas, dice mi mamá âmira, hasta la virgen tienes de alcahuetaâ y cuando me casé me dijo âten, llévate a tu alcahuetaâ y ahà tengo la virgen, y esa virgen la compró ella en abonos, y desde entonces la tengo en altares y poniéndoles flores, muy devota de la virgen, mi mamá no era tanto asÃ, mi papá era el que nos seguÃa la corrienteâ.
Rosy Guerrero rememora que en las vacaciones iban al rancho y allá pasaban muy buenos momentos, y cuando su mamá iba a visitar a sus papás, como en muchas comunidades hay árboles frutales tan generosos y a veces no los aprovecha la gente que vive ahÃ, porque hay tiradero de ciruelas y mangos, pero Delia varias veces se fue y recogió limones, y entonces ya hasta tenÃa entrega en el Seguro Social, se los compraban, porque entonces no habÃa tanto problema de facturación.
Menciona que desde muy chicas su mamá y su papá les enseñaron a trabajar mucho, barriendo calles o lavando trastes para tener algo de dinero y apoyar, pero por alguna razón a ella se le acababa el dinero, pero a Delia no, entonces siempre tenÃa ahà su guardadito y llegaba el 10 de mayo y pensaban qué le iban a regalar a mamá, pero no habÃa con qué, de modo que iban con Delia y le pedÃan prestado por favor y les prestaba, âporque ella siempre ha sido asÃ, emprendedora y con mucha calidad de servicio, nos prestaba el dinero, se lo pagábamos por supuesto, hasta eso no nos cobraba interesesâ.
Y considera que como que en cada familia, cada hijo tiene sus talentos y sus virtudes, y a Delia se le ha dado siempre eso de cuidar el dinero, pero también de apoyar mucho, siempre lo ha hecho en su trabajo, y a ella le tocó vivirlo como enfermera, ver cómo conseguÃa por ejemplo el helicóptero para que trasladaran a los enfermos, o sea hacer gestiones de ese tipo y luego llegaban allá y le hablaba, âoye hermanita fÃjate que se fue la familia fulana de tal, van vestidos de esta forma, qué crees no tienen dinero, y óraleâ.
âPero siempre hemos sido asà como familia, asà como ella me prestaba para el regalo de mamá, ahora yo apoyo en ese aspecto, pero siempre ha tenido esa capacidad de servicio, si Delia Guerrero te da un abrazo, no es un abrazo fingido, y yo he estado viendo en lo que ustedes publican, en las entrevistas, ve un abrazo de Delia, ve cómo abraza a la gente, y ves esa honestidad, esa entrega que ella tiene, no tiene doble cara, o sea la Delia Guerrero que ves, la Virginia Coronado que ves, la Rosa MarÃa Guerreo que ves, la Beatriz Guerreo que ves, ésas somosâ, destaca.
Vicky Coronado agrega âa mà me gustarÃa compartir otra anécdota, reforzando lo que dice Rosa de trabajar para tener dinero, ella trabajó para sus quince años, ella se festejó sus quince años, ella tenÃa el dinero para eso; ah, pero déjame decirte que don Jaco luego se la pasaba bien, tomaba y ya le daba sueño y se iba a dormir, y nos dejaba con los invitadosâ.
âEso es otra cosa que influye en la formación de todos nosotros y en este caso que estamos hablando acerca de Delia, es como nuestros papás, no tuvieron estudios, o sea por mamá y papá allá en el rancho en San Miguel donde ellos crecieron, nada más se daba hasta tercero de primaria y si se podÃa iban a la ciudad, pero si la familia te decÃa, como en el caso de papá, que le pidieron que se pusiera a trabajar en lugar de venirse a trabajar, se quedaron con tercero de primaria, pero los dos dijeron nuestras hijas van a estudiarâ, añade Rosy Guerrero.
âMi mamá lo que nos dice que nosotras a su edad, vamos a andar gateando; nos quejamos que nos duele la rodilla, que nos duele la espalda y todo eso, nos dice no ya a mi edad van a andar ustedes gateando. Pero estamos orgullosas de ella, de Delia Guerrero, del trabajo que ha hechoâ, puntualiza.
Y doña Vicky Coronado concluye con la entrevista haciendo ver la incesante labor de Delia Guerrero y su esmero por cuidar lo que se ha ganado: âSiempre con el trabajo, pero su dinero acá; le pregunto â¿a poco no tienes Delia?â Y ella responde âbueno, tengo mis centavitos, pero en el bancoââ.
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