De casi perder la vida en un accidente, se ha convertido en un joven emprendedor
Impulsó âEl Parqueaderoâ, un concepto innovador que genera empleos en Valles
La vida transcurrÃa normal para Diego Olivares Salazar, un joven originario de Ciudad Valles que estudiaba una carrera en la ciudad de San Luis PotosÃ, pero ésta le tenÃa preparada una difÃcil experiencia, de la que no obstante tendrÃa la oportunidad de elegir entre amargarse justificándose en el negro destino, o resurgir para abrirse paso ante las dificultades y dar la batalla para salir adelante.
Apenas saliendo de secundaria, dejó este municipio para estudiar en otros lares la preparatoria, posteriormente ingresó al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey Campus San Luis, en donde estudiaba la carrera de Finanzas, y en las vacaciones de cada año venÃa a la localidad y trabajaba con sus padres Tomás Olivares y Raquel Salazar durante los dÃas de la feria.
CorrÃa el año de 2010, cuando un dÃa en compañÃa de sus amigos salÃa de un partido de futbol en el estadio de la Capital y sufrió un accidente, la camioneta en la que viajaban volcó y dio varias volteretas en el Periférico de aquella ciudad; âiba con unos cuates, de copiloto, y la verdad Ãbamos tomados, enfiestados, tuve una fractura en las cervicales, que dañó la médula ósea y el sistema nervioso, por lo cual no podÃa caminarâ, confiesa.
âEra una tarde normal que sales con tus amigos, pasa un accidente, algo que yo ni siquiera conocÃa, yo no sabÃa que eso te podÃa pasar, y pues de repente de un dÃa para otro la vida cambia, pero no sé, lo mejor que me pasó, fue que lo primero fue como agradecer que no me morÃ, porque el accidente sà realmente estuvo grave⦠yo llevaba el cinturón, si no me hubiera muertoâ, recuerda.
Tras haber librado la muerte, como él dice, fue casi un año de estar en hospitales, en rehabilitación, con la ayuda de sus papás y de sus hermanos, y después de operarse en San Luis Potosà se trasladó a la Ciudad de México para recibir una mejor atención, en el Nacional de Rehabilitaciones, y cuando salió su familia lo convenció que estudiara Derecho y Finanzas en el Tec Campus Ciudad de México, que estaba a tres cuadras del nosocomio.
Y es que está consciente que luego del accidente y del tiempo de rehabilitación, sólo habÃa dos alternativas: amargarse por lo que le habÃa sucedido, o transformar ese episodio en una experiencia de vida para salir adelante.
âTenÃa 23 años, pero realmente no fue un proceso, te despiertas y dices ¡ah la madre!, casi me muero, y ya te toca desde el primer dÃa de la operación recibir visitas, primero no podÃa mover del cuello para abajo, y a empezar con terapia, todo ese año fue cada dÃa algo nuevo, entonces no te da tiempo de ponerte a pensar y agüitarte, tienes que seguir⦠y lo bueno es que al principio todos los dÃas vas mejorando, y asà fue, ya después ya se me hizo normal, a todo te acostumbrasâ, comenta.
Superado ese proceso le vinieron ideas de iniciar algunas actividades productiva, gracias a que, afirma, en el Tec de Monterrey todo el dÃa les están proponiendo que emprendan, que creen su propio trabajo, les inculcan una cultura de no salir a buscar trabajo sino salir a crearlo y generar empleos también, no hacerse rico, pero generar su propio trabajo donde no tengan que responderle a nadie más.
Esa fase para él empieza durante el último semestre que estuve estudiando, cuando con un amigo de San Luis, compran un camión viejo de Bimbo y lo empiezan a restaurar poco a poco, despacito, lo hicieron âfull truckâ, y lo ponÃan primero afuera de un terreno donde él vivÃa, hasta que los corrieron, y el problema fue que allá estaban bien difÃcil los permisos en ese entonces, porque no habÃa ningún marco jurÃdico en el que entrara los âfull truckâ.
Entonces decide venir a Valles, en donde podrÃa haber un terreno y empezó a buscarlo, para su fortuna encontró uno de la familia, se los rentó a unas tÃas, pero estaba abandonado, de hecho ahà habÃa maquinaria y coches viejos, que hubo que sacar, y con un primo comenzó, instalando el camión y arreglando el lugar, y asà poco a poco se fue generando el espacio.
âY dijimos, el espacio está bien padre, no como para quedarnos con un camioncito, por qué no invitamos gente, entonces la idea original era hacer como un lugar donde nosotros pudiéramos parquear el camión, por eso se llama El Parqueadero, y que más gente llegara con otro tipo de comida y asà hubiera una oferta para todos, de que si traes ganas de una raspa, vas ahÃ, de que si traes ganas de tacos, vas ahÃâ, expresa.
Empezaron con un menú de alitas y tacos, eran como dos restaurantes separados, pero no sabÃa a quién invitar porque como habÃa salido muy joven de aquÃ, no conocÃa mucha gente, salvo cinco o seis amigos de cuando estuvo en la secundaria, por esa razón deciden aventarse solos y hacer ya más un tipo restaurante.
Pero después su primo continúa con otro trabajo y se queda solo este año, por ese motivo cerró por alrededor de tres meses, tiempo que aprovechó para darle una buena remodelada al lugar, una pintada, y le echó la mano el pintor Héctor DomÃnguez, para hacer un espacio muy adecuado, y resultó impresionante ver cómo hacÃa su trabajo, y asà despacio se fueron dando las cosas.
Hoy nuevamente âEl Parqueaderoâ está abierto y tiene seis empleados, y se ha convertido en un lugar de jóvenes que buscan un lugar de esparcimiento sano, y a Diego lo que más le gusta es que trabaja con gente más o menos de su edad, o sea casi todos son jóvenes, todos están aprendiendo sobre la marcha, y aunque ahorita ya no se siente, pero ya van a ser casi dos años de empezó con el proyecto.
âEn mayo van a ser dos años, entonces sà hemos ido aprendiendo bastante, y lo de generar empleo aparte de que sà me causa mucha alegrÃa, es una gran responsabilidad también, porque hay que empezar a generar empleo bueno, que tengan prestaciones de ley, que tengan todoâ, destaca.
A Diego Olivares le tocó llegar cuando apenas habÃa dos o tres personas dedicadas al mismo concepto de negocio, y lo curioso es que todas de su misma edad, ây no sé por qué, como que a nuestra generación nos entró la necesidad de que no hay lugares para ir a relajarte, a echarte una cheve, a ver un partido, o sea a mà me llegó a pasar aquà en vacaciones, de que querÃa ir a ver un partido y no habÃa a dónde irâ.
âEntonces sà entiendes que es por la economÃa de la ciudad, que fue por la inseguridad que todos los lugares que habÃa se cerraron, y a nuestra generación le tocó la calle vacÃa, entonces yo creo que nos nació esa urgencia de volver a revivir estoâ, relata.
Diego Olivares se ha convertido hoy en un joven emprendedor, que está generando fuentes de empleo, pero que estuvo en riesgo de perder la vida y que pese a las consecuencias del accidente, no se limitó a abandonarse en lamentos y resignaciones, sino que de esa experiencia, sacó fuerzas para forjar su carácter, para luchar y para salir adelante, y convertirse en una historia de superación y éxito.
facebook. emsavalles Noticias Publicidad
twitter. @emsavalles
sitio web. emsavalles.com
e-mail. emsavalles@hotmail.com
emsavalles© 2006 - 2024 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos sin previa autorización.
Emsavalles Publicidad, Escontría, 216-A, Zona Centro, Ciudad Valles, S.L.P. Tel:481-382-33-27 y 481-381-72-86. emsavalles@hotmail.com. contabilidad@emsavalles.com
No. de Certificado de Reserva Otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2021-071615041800-203