Semana del 26 de Enero al 02 de Febrero de 2018

La FUP, un cáncer

La FUP, un cáncer

Desde que Alexis Pérez Guerrero resultó electo como nuevo presidente de la Federación Universitaria Potosina (FUP), comenzaron a surgir críticas y muestras de descontento por parte de estudiantes en general, en mayor medida de quienes son ajenos al movimiento estudiantil (que está controlado por el Partido Revolucionario Institucional) y a las disputas políticas al interior de la UASLP. A menos de un año del cambio de dirigencia, dos escándalos envuelven a la organización estudiantil que lo menos que hace es representar a los alumnos de la máxima casa de estudios.

El pasado mes de junio, circuló en Facebook un video en el que aparecen estudiantes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), presuntamente integrantes de la nueva directiva de la Federación Universitaria Potosina (FUP), siendo amedrentados y amenazados por José Pablo Torres Solana, ex vicepresidente del mismo organismo y cercano al titular de la Coordinación Estatal para el Fortalecimiento Institucional de los Municipios (CEFIM), Gerardo Aldaco Ortega.

Torres Solana, ex vicepresidente de la Federación Universitaria Potosina (FUP) en el periodo 2011-2013, Guillermo Rivera Morales, ex presidente de la FUP y Alexis Pérez Guerrero, dirigente actual, aparecen en el video, sin embargo, solamente el primero dialoga con un grupo de jóvenes.

“Vamos a meter las cosas, vamos a cambiar la chapa, y si quieren después arreglamos eso, el acuerdo es que, hasta agosto, ahorita ya no te puedo decir qué vaya a haber acuerdo por la forma en la que hiciste las cosas”, dice Torres Solana al joven con el que dialoga. En el video no queda claro cómo inicio la discusión, sin embargo, la identidad de los participantes genera dudas sobre la autonomía de la FUP.

“Ya no hay acuerdo por como hiciste las cosas y la oficina la vamos a manejar nosotros, están violentando el patrimonio de la universidad, y eso se da un acta (sic) y los que ya tengan acta se van expulsados de la Universidad”, amenaza el ex vicepresidente de la Federación a los jóvenes. En eso momento de la plática se refieren a la posesión de la oficina de la FUP.

“No confiamos en ti, rompes acuerdos, entonces te hubieras ido con Fuerza Autónoma… ¡ah!, es que también ya los traicionaste”; agrega irónicamente Torres Solana en otra parte de la charla… “Háblenle a los del PRI, para que vengan, si quieren también”, le revira un joven que no aparece en la imagen.

“La gente se está calentando aquí, están poniendo en riesgo a su gente”, y “el presidente de la FUP es de nosotros, y la oficina es del presidente, ‘san se acabó'”, son otras de las frases que Torres Solana expresa a los jóvenes que se resisten, e insisten en que pueden tomar posesión de la oficina ante la negativa del grupo de los ex dirigentes de la Federación.

Cuando Torres Solana era vicepresidente de la FUP, en el periodo 2011-2013, fue relacionado con el actual titular de la CEFIM, Aldaco Ortega, sin embargo, como generalmente ocurre en estos casos, el asunto fue negado por ambos, sin embargo, aparece en documentos de transparencia que confirman sus labores en la dependencia dirigida por el priísta.

De esa polémica ocurrida apenas hace siete meses, surgen nuevas acciones que ponen en duda la legitimidad de la FUP como un movimiento verdaderamente estudiantil. Si bien es conocida la intromisión del PRI históricamente, las cosas ahora han llegado a un nuevo nivel.

Un documento publicado en Facebook por el representante estudiantil de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Alberto González Hernández, revela que la FUP solicitó al gobernador Juan Manuel Carreras López 10 millones de pesos. Antes, la propia Federación había circulado un comunicado sobre diversas peticiones, sin embargo, este particular no lo refirió.

“Que, en cada año fiscal, se destine $10 000 000.00 pesos mexicanos como mínimo para el otorgamiento de becas de transporte, adicional al presupuesto anual que el gobierno estatal y federal otorga a la UASLP”, solicitó la FUP.

Supuestamente, el dinero sería destinado para financiar becas de transportes que se asignarían a estudiantes de “escasos recursos”, así como a quienes acrediten un promedio superior al 8.5 en sus calificaciones.

Adicionalmente a ello, para supuestos apoyos, la FUP solicita a los estudiantes que entreguen credenciales de elector, aunque como tal, los apoyos referidos están en duda, lo que genera suspicacias considerando los tiempos electorales actuales y la relación de la representación estudiantil con el PRI.

Lo peor es que ante la gravedad de las cosas, ni el gobernador, los representantes de la FUP y tampoco el Rector Manuel Fermín Villar Rubio, han dado una postura contundente y han preferido hacer silencio ante lo que se presume como una operación al más puro estilo de guerra sucia para favorecer a intereses particulares.

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