Semana del 10 de Noviembre al 16 de Noviembre de 2017

Ramón Ramos: El Poeta Oculto de huapangos y valonas

Ramón Ramos: El Poeta Oculto de huapangos y valonas

Manuel Ramos

Nacido en El Ranchito en el año de 1924, cerca de Pinal de Amoles, municipio de Querétaro, Ramón Ramos García trabajó durante su niñez al lado de sus padres, Primo Ramos y Pánfila García, de quienes aprendió la labor del campo y el gusto por el trabajo.

Fue el mayor de nueve hermanos: Gregorio, Gelasia, Leonor, José del Carmen, Juan, Antonia, Concepción, Eufrasia, de quienes hoy sobreviven sólo cuatro.

Desde niño aprendió a trabajar entre cultivos de maíz, frijol y caña, y entre el ganado, allá en Querétaro, y a la edad de 8 años tuvo la mala experiencia de ver partir a su padre Primo, en 1932, por lo que vivió adolescencia y juventud al amparo de su madre, creciendo con esfuerzo y trabajo.

SU PASO A NOGALES Y ESTADOS UNIDOS
Con los años, Ramón Ramos García viajaría a nuestro estado de San Luis Potosí, específicamente a Nogales, municipio de Rayón, donde conocería al amor de su vida, la Sra. María Teresa Hernández, en la colonia El Naranjo y con quien procrearía seis hijos: Jorge, Manuel, Amparo, Joaquina, Magdalena y Aurelio, pero a ellos se les pudieron haber unido el hijo mayor de todos quien falleció de pequeño y dos gemelos que también tuvieron la desdicha de morir recién nacidos.

Después de haber contraído nupcias con su esposa María Teresa, trabajó arduamente en Nogales, labrando el campo y enseñándole a sus hijos estas mismas diligencias, entre arados, sembradíos y cosechas, pero siempre se dio el tiempo para escribir algunas poesías regionales.

Ramón Ramos trabajó mucho tiempo en la ciudad de Monterrey, en empresas y construcciones, tratando de sacar a su familia adelante, pues la vida en las zonas rurales era muy precaria y siempre tuvo la inquietud de explorar otras tierras en la búsqueda de mejores oportunidades que los pudieran sacar adelante.

EL PROGRAMA BRACERO
Después de enterarse que estaba vigente el Programa Bracero, Ramón Ramos García viaja a Estados Unidos contratado por una compañía mexicana para trabajar en aquellas tierras, esto sucedió durante la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial y la Posguerra, entre los años 1942 y 1967. El Programa Bracero contrató a más de 4 millones 600 mil trabajadores mexicanos para laborar en los campos agrícolas y en la construcción de vías férreas, conforme a un Convenio Internacional de Trabajadores Temporales suscrito por ambos países.

Durante años Ramón Ramos estuvo peleando el fondo de ahorro que instituyó este programa desde los años noventa, junto con miles de ex braceros que sólo pedían lo correspondiente al producto de su trabajo durante años, siendo hasta la época del Presidente Vicente Fox cuando se creó un fideicomiso que permitió a todos los ex trabajadores migratorios mexicanos de aquella época un “apoyo social” de 38 mil pesos, por única ocasión. Eso sólo sirvió para mediatizar la exigencia de justicia de los ex braceros, con una solución mezquina, hipócrita y engañosa.

Ramón Ramos peleó por su derecho durante los sexenios panistas de Fox y Calderón, logrando obtener su dinero casi al final de su vida, pero a la fecha, aún quedan más de 3 millones de ex braceros o sus beneficiarios en posibilidad de reclamar el pago de ese apoyo social.

En el año de 1968 Ramos García tuvo un fatal accidente en la carretera al Ingenio Plan de Ayala, en Ciudad Valles, donde perecieron más de 5 personas y sólo él y otro compañero lograron salvarse por fortuna, pero este suceso le impidió continuar trabajando durante algún tiempo y sus hijos mayores tuvieron que entrarle duro a la vida laboral.

SUS GUSTOS MUSICALES
A la par de estas cuestiones Ramón Ramos no dejó de seguir escribiendo canciones, relacionadas al son arribeño y el huapango huasteco, logrando escribir múltiples canciones, algunas con rasgos de la llamada poesía décima, y otras octosílabas y valonas.

Siempre tuvo gusto por el baile, cantar en fiestas y reuniones, fuera con familiares o amigos, compartir sus anécdotas con sus hijos, nietos y vecinos, además de convivir con algunos grupos de la región como “Los Caporales de Valles”, “Sol Vallense” y “Los Broncos del Norte”, y el mismo “Dr. Chessani y sus Huapangueros de Rioverde”.

El son arribeño de Ramón siempre estuvo acompañado del violín, la guitarra huapanguera y la jarana o vihuela. Él mismo cantaba sus composiciones o trovas, donde los que bailaban la música al mismo tiempo la danzaban, porque muchas veces no sólo se cantaba, también se recitaba, a diferencia de nuestro huapango huasteco.

Su vasta obra no tuvo el alcance que Ramón soñó alguna vez, pues con el trabajo y las actividades diarias, las mantuvo enclaustradas durante años y así permanecen aún, pudiendo decir que fue un “poeta oculto”, al que sólo bastaba echarle una mirada a sus composiciones para que las cantaran los grupos regionales, pero no sucedió de esa manera.

LA PEREGRINACION GUADALUPANA
A finales de los años 60, Ramón Ramos trabajó en coordinación con otras personas de la colonia Guadalupe para llevar a cabo la que sería una de las más grandes peregrinaciones de nuestra ciudad, la cual ya tiene medio siglo de llevarse a cabo, y es en honor a la Virgen de Guadalupe, cada 12 de Diciembre, en la cual participan las colonias Doracely, Loma Bonita, Emiliano Zapata, Márquez, Pancho Villa, 12 de Julio, Lázaro Cárdenas y muchas más.

Cada año esta peregrinación se llena de colorido y música, adornando camionetas con flores e imágenes de la Virgen María y San Juan Diego, niños vestidos como el indio o la misma Virgen, acompañados de bandas de viento y cohetes de carrizo.

En el año de 2015 su nieto, el compositor vallense Manuel Ramos le escribiría un huapango en su honor, titulado “Don Ramón”, el cual interpretó al lado del trío huapanguero “Los Caporales de Valles” y tiene miles de visitas en YouTube.

Ramón Ramos García falleció el 18 de diciembre del año 2011 en Ciudad Valles, San Luis Potosí, y sus restos mortales descansan en el Panteón de la Estación de los F.F.C.C.

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