Semana del 29 de Septiembre al 05 de Octubre de 2017

El poder invencible del amor

El poder invencible del amor

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Dramaturgos y literatos han creado obras que exaltan esta virtud en obras teatrales, operas y novelas.

Ha inspirado las más bellas composiciones musicales y los más sublimes poemas. Es el motivo principal de cuadros llenos de colorido que reflejan las más hondas pasiones y los más sublimes sentimientos humanos, Encontramos las huellas de su presencia en esculturas, edificios y monumentos.

Los más grandes actos de heroísmo, de sacrificio y de entrega se han realizado en su nombre. Prácticamente podemos decir que es la fuerza vital que mueve y sostiene a los seres. Es el amor.

A veces parece que se pierde definitivamente por los caminos tortuosos de este mundo, a veces parece que el mal gana la partida, que el odio, la indiferencia, los poderes de la muerte y la maldad son la única realidad que prevalece.

Sin embargo, la vida todavía vale la pena ser vivida porque el amor existe, la esperanza, la alegría y la fe se niegan a morir y prevalecen porque el amor no se ha extinguido y, aunque a veces no sepamos cómo, ni porque, su llama sigue ardiendo inextinguible, luminosa, llenando de calor este mundo y a los seres que se refugian en su luz.

Claro, la experiencia humana del amor es siempre un intento, una aspiración. Somos seres débiles e imperfectos. Pero el amor es un llamado constante, un camino que nos invita siempre a ser recorrido. No es un sendero fácil, es exigente; exige renuncia, generosidad, fidelidad; en una palabra, nos exige todo, pero a cambio nos concede el don de la verdadera humanidad, de la paz, y la armonía de los espíritus.

Para descubrir la fuente del amor verdadero, tenemos que mirar más allá de la experiencia humana, debemos volver la mirada hacia Dios. Ese amor se concreta y se humaniza en Cristo, se hace presente en la forma de una cruz grabada en la historia de la humanidad.

Ese amor, el más puro y verdadero, escapa a toda definición, inefable como es nos enseña que la medida del verdadero amor es la entrega sin medida. Quedamos perplejos porque comprendemos que semejante acto de gracia es el milagro más grande y transformador, es la fuerza más poderosa que se ha desplegado entre los hombres.

Por amor viniste a nosotros, Señor, por amor moriste, por amor te levantaste de la muerte para darnos la vida, por amor nos llamas a seguirte.

¿Qué podemos decirte entonces? Te pedimos nos ayudes a morir a nosotros, y a resucitar a nueva vida, para seguir abriendo contigo rutas de esperanza, paz y reconciliación en este mundo. Sabiendo que nada puede derrotar al amor porque contigo, Señor, triunfó definitivamente.