Samuel Roa Botello
Recuerda los inicios en esta actividad, que fueron bastante difÃciles porque no habÃa la cultura de la protección
Actualmente ha consolidado en Valles un despacho dedicado a la asesorÃa en estos servicios profesionales
Una invitación a probar suerte con la promesa de una prometedora capacitación en Monterrey, cuando era aún muy joven, llevaron a Gregorio Rivera Garza a iniciarse en la venta de seguros en Ciudad Valles, en una época en la que no habÃa entre la gente la cultura de la protección tanto de los bienes materiales como de la salud y la vida misma; de modo que empezar, fue bastante difÃcil.
Hoy, casi treinta y ocho años después, Goyo Rivera reflexiona lo que ha sido su vida y no se arrepiente de la decisión que en aquel tiempo tomó, pues ésa lo ha llevado a ser considerado como el lÃder en esta actividad no sólo en esta localidad sino en toda la región Huasteca, donde es ampliamente conocido.
En la actualidad mucha gente lo busca, tanto por la amistad como para la confianza en sus servicios, y por el trato siempre amable que les brinda.
âEn julio cumpliré treinta y ocho años en este medio tan hermoso, en el que la verdad empecé por necesidad, sin saber lo que el dÃa de mañana podÃa alcanzar a lograr; gracias a Dios muy contento, muy satisfecho por todo lo que he podido hacer en estos añosâ, comenta.
âNO TENIA TRABAJO Y ME INVITARON A UN CURSOâ
Sobre cómo es que se decidió por esta actividad, recuerda que âfue una invitación que me hicieron en Valles, me dijeron:âoye Goyoâ fÃjate que van a venir unas personas de Tampico, van a reclutar personas para vender seguros, no sé si a ti te interese poder participarâ; en aquel tiempo yo no tenÃa trabajo, estaba desempleado, y me dijeron:âte van a mandar a un curso de capacitación, cuando menos treinta dÃas a Monterreyâ, y le dije bueno apúntame, sà me interesa, pues era irme a Monterrey treinta dÃas, a todo dar, estaba soltero, eran otros tiempos y de esa manera inicie en esta actividadâ.
âAunque la verdad no hubo ningún viaje, la capacitación y el entrenamiento lo recibimos aquà en Valles y empecé en el año del â79, cuando todavÃa no era muy conocido el medio del seguro, era una odisea venderlos, me acuerdo en aquellos años, a quien reconozco mucho por esta profesión es a don Tito Méndez, hasta la fecha toda una institución, un gran personaje en el medio aseguradorâ, relata.
Era entonces una época en la que llegaba con una carpeta y les decÃa a las personas que vendÃa seguros de vida, para el auto o de gastos médicos, que eran los portafolios más comunes, y lograban acomodarlos quizás por cansancio o quizás por convencimiento.
âCreo que me compraban algunas personas por la insistencia de estarlas buscando, por estarles pidiendo prácticamente que me ayudaran a que me compraran un seguro, porque realmente no habÃa ni la experiencia, ni las relaciones, ni el conocimiento, y las amistades eran muy pocasâ.
âA quienes conocÃa les decÃa no seas malo cómprame un seguro, no seas gacho, y de esa forma empecé realmente, tocando puertas, batallando demasiado y créeme que me gustó la actividad de ventas, porque no tenÃa horario, no tenÃa jefe, lo que podÃa hacer era asesorado por la gente que venÃa de Tampico, pero era una actividad totalmente independiente, sin horario, sin salario inclusive porque te pagaban puras comisionesâ, señala.
ABRIR CAMINO NO FUE FACIL
Insiste en que era una época difÃcil, porque el mexicano no tenÃa la cultura de asegurar sus bienes o su propia persona, entonces era tocar puertas y tratar de llegarle al corazón a la gente.
âDefinitivamente, como en todos nuestros trabajos, llegamos a tener éxito, pero también altibajos, con muchas necesidades, el seguro en la actualidad es algo de mucha necesidad, la gente lo acepta un poquito más, pero en aquel tiempo no, tenÃas que estar insistiendo y realmente pidiendo de favor que te compraran, porque la gente no estaba convencida, aparte era muy difÃcil obtener los servicios inclusive de las mismas compañÃas de seguros, habÃa muchas dificultadesâ, asevera.
Pero está consciente que al ir construyendo las relaciones de amistad, se fue generando confianza con la gente, sobre todo cuando en realidad le brindada el respaldo cuando lo requerÃa.
âEn realidad era el compromiso, darles una atención y un servicio, si tú comprabas una póliza, yo tenÃa que responderte, porque es el negocio de cara a cara, y ellos no sabÃan quién era la compañÃa de seguros, de alguna manera tú ibas a buscar a las personasâ.
Goyo Rivera inició en Seguros Monterrey, empresa con la que aún tiene relación y,recuerda que la primera oficina la abrió en la calle Galeana y EscontrÃa, y desde entonces ha hecho diferentes alianzas con compañÃas aseguradoras y afianzadoras0
Pero ser agente de seguros le ha implicado una transformación, pues ha crecido como persona, como empresario, porque hoy en dÃa Gregorio Rivera Garza y Asociaciones ya es una marca registrada, es un despacho que ofrece no nada más un seguro para auto sino una gama de alternativas.
âNosotros en este momento estamos constituidos en un despacho y nuestra labor principal es la asesorÃa en el ramo de los seguros en general, muchas veces las personas no conocen cuál es nuestra profesión; mi trabajo consiste en dar a conocer un programa de seguro, pero lo más importante es asesorarlos en su momento, muchas veces compran un auto y lo financian con un banco y éste les da el seguro, qué pasa cuando llegan a tener un accidente y requieren de una asesorÃa, no hay quien se las brinde, no hay quien los guÃe, porque en el banco no te dan ese servicio, aunque es una obligación cuando lo haces de esa forma, cuando tu compras uno a través de un agente de seguros, lo que estás comprando es el servicio de esa persona, la atención personalizadaâ, expresa.
EL RECONOCIMIENTO A LOS PRECURSORES
Reitera que los inicios fueron fundamentales para que haya decidido mantenerse en esta actividad, pues âen aquellos años vivà algunas experiencias que me marcaron, me acuerdo mucho de un señor de aquella época, don Gumersindo Vázquez, que en paz descanse, y don Tito Méndez, eran los principales agentes de seguros en la ciudad, ellos eran los que realmente tenÃan el mercado de los clientes, hay otro agente de seguros de Nacional Provincial, el señor Soberón, ellos tres eran los pilares principales en el negocio de los seguros, y con tristeza me doy cuentas que esas personas ya no están en el medio aseguradorâ.
Considera que ver trabajar a esas personas, aprender y aplicar su propio estilo, le ha permitido ganarse un lugar en la venta de los seguros, sin embargo reitera que no ha sido nada fácil, pero ha valido la pena para llegar hasta donde ha llegado.
âEstoy convencido de lo que estamos haciendo el dÃa de hoy, con el apoyo principalmente de Goyo mi hijo, que es formar este despacho, realmente darle una visión y una forma empresarial al negocio, que si el dÃa de mañana yo ya no estoy en él, el servicio y la atención va a seguirâ.
Goyo es atleta, corre y practica su ciclismo de montaña, pero su máxima pasión es haber formado una familia a lado de Doña Lupita, de sus hijos Goyo, Claudia Elena y Anilu; agradece a la vida por haber forjado una carrera en los seguros.
âAhorita tenemos un equipo de trabajo, tenemos un encargado del área de sistemas, hay una persona que se encarga exclusivamente del área de siniestros, de todos los servicios de seguros de autos, gastos médicos, accidentes personales, tenemos un par de chicas asistentes, tenemos más de diez personas trabajando con nosotros en el despacho, estamos dedicados a tratar de dar un mejor servicioâ, concluye Goyo Rivera.
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