Semana del 25 de Noviembre al 01 de Diciembre de 2016

Vallense destacada... Susana Lárraga Ortega el perfil de la ortodoncia

Vallense destacada... Susana Lárraga Ortega el perfil de la ortodoncia

Llegó a pensar en la posibilidad de abandonar definitivamente los estudios, ahora ha conformado una de las más importantes clínicas en la Huasteca

Susana Lárraga Ortega nace en el seno de una reconocida familia vállense, forjada en base al trabajo y muy ligada al más mexicano de los deportes: la charrería. Actualmente es una destacada profesionista y prominente empresaria, sin embargo, llegar a serlo no ha sido a través de un camino fácil sino por uno transitado entre muchas vicisitudes.

Aunque sus padres siempre le inculcaron valores para hacer frente a la vida, ésta no le ha sido sencilla, pues ha tenido que enfrentar etapas complicadas, como aquella en que en ella emergió un carácter impulsivo, o cuando pasó por su mente la posibilidad de abandonar en definitiva sus estudios profesionales.

La vocación

Susana Lárraga refiere que decidirse por la profesión, fue realmente algo por casualidad, pues su madre la llevaba con el dentista y una vez él le dijo que tenía una bonita sonrisa y que debería estudiar odontología, y entonces desde ahí se sembró esa idea, porque ella no tenía ninguna referencia, ya que no hay ninguna persona en su familia que sea dentista ni médico.

Después aplicó varios exámenes psicométricos y el resultado fue que sí tenía el perfil, entonces entró a odontología e inmediatamente que ingresó a la escuela se dio cuenta que le gustaba la ortodoncia y desde ese momento nunca quitó el foco de terminar su carrera y estudiar la especialidad.

Todo se le fue dando, aplicó en Tamaulipas y pasó su examen, egresó del posgrado de ortodoncia de la UAT, y ya tiene veinte años en la profesión "y la verdad es muy grato, estoy enamorada de mi especialidad, creo que si regresara volvería a escoger la misma, y me siento plena como profesionista y como mujer".

Familia y estudio

Creció en la charrería, aunque desarrolló muchas etapas feas de carácter, pues fue desde una niña dócil hasta una niña rebelde y hasta medio "leperona", pero gracias a la disciplina fue corrigiendo cosas, y de ser una niña impulsiva, llegó a corregirse, porque no era correcto que hablara de esa manera.

Recuerda que una vez andaba en el caballo y se estaba luciendo, pero no le podía dar vueltas a un lado al animal y entonces le dijo su papá: "si no puede, bájese", y fue cuando le entró el coraje y el orgullo, y pudo, él me ha enseñado a tener coraje para hacer las cosas y a corregirme.

Susana destaca que tiene la dicha o bendición de haber nacido en una familia de trabajo, y recuerda que cuando estaba joven no le fue bien en San Luis Potosí, después como niña caprichosa se fue a Guadalajara, porque de allá es la familia de su mamá, estuvo en la Autónoma de Guadalajara, donde era un desastre, aunque no era una niña problema, pero admite que le faltaba dirección.

"Entonces decidí que ya no quería estudiar, y me dijo mi papá: 'qué, terminas porque terminas', entonces algo que me decía él, era que para triunfar en la vida se necesita tener ganas, vergüenza y coraje, de modo que no había de otra y de ahí dije: tengo que terminar odontología y terminar el posgrado, porque tengo que llegar a la meta", expresa.

Ormadent

Un día platicando con su papá, le dijo "oye hija, tú qué estás aportando a Valles", y le respondió que ella era una simple dentista, pero él le hizo ver que debería aportar algo al municipio desde su profesión, entonces ella le preguntó a su padre qué que podía hacer, y le expresó "piénsalo"; después volvió a platicar con él y le comentó "da fuentes de trabajo", y eso para ella fue impactante.

Y así, el trabajo la ha llevado de una cosa a otra, y satisfactoriamente puede decir que empezó en un consultorio pequeño ubicado en Comonfort y ahora ya son 25 personas trabajando en las cuatro clínicas, que les encanta porque están dando fuentes de trabajo y ofreciendo una odontología muy buena, porque son muchos profesionistas que están dando ese servicio, no es Susana, es un equipo de trabajo que está dando un mejor servicio dental.

Misión empresarial

En esos veinte años, la vallense ha fortalecido las clínicas Ormadent, en la que ya son veinticinco doctores trabajando, muchos especialistas, y su tendencia es romper paradigmas, como aquellos que relacionan al dentista con el miedo o con el dolor.

Les platica a sus pacientes que el promedio de vida es de entre 80 y 90 años y que debemos llegar sanos a esa edad, y entonces por qué la gente no llega con sus dientes a esa edad, o en qué momento se metió ese chip de que la gente mayor tenía que llegar con una plaquita o sin dientes y "como que no me entienden y yo les digo, si a usted le duele un ojo, no se lo quita, entonces por qué un diente sí, tenemos que llegar completitos a la edad que Dios nos permita, claro, con una buena dieta, haciendo ejercicio, teniendo una buena vida sana, eso es lo que yo les estoy transmitiendo ahorita a las nuevas generaciones, de llegar completitos", expresa.

El atletismo

Ahora, el deporte que realiza es correr, que también es una disciplina, desde que se para a las cinco de la mañana, se pones los tenis y se va a correr 18 kilómetros, porque entrena para un maratón, que son 42 kilómetros 176 metros, y no es algo fácil, porque va sola corriendo y peleando con ella misma y se va ordenando, porque en la vida todo es disciplina, constancia, perseverancia y tener el foco.

"Hablar así es muy bonito, pero lo más importante son las bases que me dieron, de creer en una sola persona, en Dios, sin Dios yo no soy nada y me pierdo, entonces Dios es mi brújula, es mi guía, es el camino que quiero seguir, y yo sé que ahora en esta etapa de mi vida, 48 años, soy responsable de mis pensamientos, de mis emociones y que no puedo responsabilizar a nadie de mis decisiones, entonces yo decido en este día ser feliz y todos los días de mi vida", comenta.

El aprendizaje

Susana Lárraga considera que todas las personas que han pasado en su vida han contribuido a lo que ahora es, sus padres, sus amigos, sus maestros, su esposo, que ha sido un apoyo muy importante, sus hijos, que son de gran bendición, los doctores que están con ella todos los días trabajando y haciendo el día a día, "porque todo esto, a mi hace crecer como persona, a todas las personas les tengo que agradecer y claro a Dios, que sí existe, porque sé que sí existe".

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