Jueves, 18 de Abril de 2024
CIUDAD VALLES, S.L.P.
DIRECTOR GENERAL.
SAMUEL ROA BOTELLO
Semana del 26 de Agosto al 01 de Septiembre de 2016

Rodrigo Santos "El Centauro Potosino" dice adiós a los ruedos

Rodrigo Santos "El Centauro Potosino" dice adiós a los ruedos

Samuel Roa Botello



La inspiración de su carrera fue su hermano Mauricio, a quien al fallecer le prometió continuar su gusto por la monta
El huasteco dejó la carrera de Ingeniero Agrónomo por el Rejoneo, en donde llegó a ser la máxima figura mexicana

Rodrigo Santos se dice orgulloso de ser huasteco, y confiesa que al principio pensó sólo en vivir económicamente del rejoneo, pero al paso del tiempo y de los logros, lo ha vivido además emocionalmente; hoy en día, es el máximo exponente mexicano de este arte, pero el pasado 7 de agosto inició oficialmente su gira de despedida de los ruedos, que concluye el 2 de septiembre en San Luis Potosí, donde dirá adiós.

A Rodrigo Santos Alonso Quintanilla, sus padres Don Pepe y Doña Chelito se lo llevaron muy joven de Ciudad Valles, pero aquí tiene enterrado su ombligo en la carretera México-Laredo, actualmente bulevar; "siempre me he sentido muy orgulloso de ser huasteco, nací en la clínica Santa María, pasé mi infancia en el rancho, en la Huasteca y mis raíces, mis costumbres, mi modo de comportarme, mi modo de conducirme son de un huasteco".

Pero ahora, el también conocido como "centauro potosino", se va de los ruedos, deja la conexión hombre-animal, después de 29 años dedicados a esta actividad, aunque admite que el rejoneo "es mi todo, me tracé desde muy chico un sueño y luego una gran ilusión, que se fue convirtiendo en la pasión de mi vida y la manera de vivir en todo los sentidos y aspectos".

Y es que Rodrigo veía que los rejoneadores nunca habían vivido del rejoneo, era gente con capacidad económica y compraban sus caballos, algunos duraban más años y otros menos años, pero no eran profesionales al cien por ciento, por lo que decidió y se fijó como meta vivir del toreo económicamente, pero al paso del tiempo se dio cuenta que vivió emocionalmente del rejoneo.

"Es decir, todo lo que pasaba, mis éxitos, todos los logros me iban llenando el alma y cuando estaba toreando mal, me sentía anímicamente devastado, entonces me di cuenta que no solamente iba vivir económicamente sino emocionalmente, y ahora 29 años después lo digo: viví pleno, viví intensamente una gran pasión que fue el torear a caballo, me siento muy afortunado, porque cuántas personas pueden tener la suerte de vivir de lo que les gusta", explica.

El día de su debut

Del 7 de mayo de 1987, el día de su debut en Nuevo León junto a Gastón Santos, Felipe Sambrano, José Santos, Guillermo Chapa, recuerda que ya venía entrenando, montando y toreando vacas en su casa, y haciendo muchas faenas en la cabeza, ilusiones de faenas en una plaza con público, pero en esa fecha, además, era un cartel de ensueño del rejoneo y mejor aún, él fue el triunfador, cortando las únicas dos orejas de esa tarde.

"Me acuerdo que el juez de plaza era 'El Piporro' y muy a su estilo me dijo: 'los iba a invitar a todos a cenar a la casa, pero al único que voy a invitar es a este muchachito, porque ustedes están viejos y no sirven pa' nada' y al final nos fuimos todos a su casa obviamente y tengo ese recuerdo muy bonito", rememora.

Ya tenía claro que iba a ser rejoneador, pero esa tarde la meta se acentuó y se hizo enorme, empezó a soñar con muchas metas más, con muchos propósitos, que con el tiempo se irían cumpliendo uno a uno.

Los Quintanilla

Eligio Quintanilla González, quien fue dos veces presidente municipal de Ciudad Valles, no sólo es su tío y lo admira, sino que además es su padrino, quien por cierto, recuerda, le debe los "domingos" desde hace 29 años que ha andado en los ruedos, pero confiesa que ya le dijo que después de su última corrida, vendrá a cobrárselos, los de toda la vida, de modo que debe irse preparando.

Y de su tío Óscar Quintanilla, admite que fue su compañero de andadas, porque en todas las primeras corridas que empecé a torear andaba con él para todos lados, para Guadalajara, para Laredo, para Cadereyta, Monterrey, para donde fuera andaba, y serían unos 4 años así, por lo cual se sentía muy "cuerpeado" con él y su hermano Pepe, pues al principio de su carrera estuvieron siempre muy pegados.

La condición de sus padres

Cuando Rodrigo les dijo a sus padres que quería ser rejoneador, no le querían creer mucho y lo condicionaron a que tenía que recibirse de Ingeniero Agrónomo Zootecnista en Monterrey y lo mandaron al Tec, aunque acabó en Querétaro, pero ellos en el fondo no querían que fuera rejoneador, sino que tuviera una vida más llevadera, más fácil de lograr, pues hay muy pocas figuras de a caballo, incluso ha sido el primero que ha vivido de esta actividad.

"Mi mamá veía todo eso y me tenía a fuerza en la escuela, y la condición para torear en los festivales durante esa época, era que pasara todas las materias y a mí la escuela nunca me gustó, muchos dicen que es la mejor época de la vida, yo digo que es la peor época de la vida", comenta.

Le viene a la mente que cuando ya nada más le faltaban 9 materias para recibirse de ingeniero, toreó 7 festivales, una de esas con una novillada, que fue la única que toreó en toda su vida y una corrida con Carlos Arruza en la que cortó 4 orejas; esa tarde pensó "yo lo único que tengo que hacer en la vida es torear a caballo y si no hay caballos por la escuela, entonces tampoco hay escuela, yo ya me voy".

Entonces se fue a Portugal a ver la evolución natural que conlleva una actividad como ésta, de competencia más intensa, pues aquí hay 20 rejoneadores, pero allá hay 300 o 400, entonces es más activa, más vertiginosa.

"Cuando llegué allá vi un mundo diferente, pues ni me imaginaba que existían esas suertes, que se podían llevar a cabo, y estando allá llegó mi papá y me dijo que me tenía una prueba, iba como embajador de mi madre, que estaba bien que toreara en San Luis Potosí en la feria, fue un 28 de agosto del '88, y que si triunfaba pues me apoyaban, pero que si no y si no quería ya estudiar, pues al rancho ya, a trabajar, a la vida", relata.

La corrida era con Gerardo Trueba, Jorge Hernández padre y Carlos Arruza hijo, que eran los mejores de ese momento y él apenas tenía 6 festivales y una corrida, pero ese día cortó el rabo y se quedaron sorprendidos, nadie sabía que yo estaba preparándome, incluso su papá y su mamá, que no tuvieron de otra que dejarlo torear.

El enfrentamiento con el toro

"Si me esperanzara a la venia de Dios, un toro ya me hubiera matado, monto entre 6 y 8 horas diarias y hasta en domingo cuando no toreo, cuando llego de viaje prendo las luces en la casa y sigo montando, y aun así tengo 27 fracturas y 6 cornadas, entonces hay que estar preparados, hay que estar entrenado, hay que ser un profesional y fue lo que yo hice, hice de mi vida un apostolado, una profesión muy seria, mucha disciplina, día a día arriba de los caballos, siempre para darle a la gente lo que se merece, porque comprar un boleto cuesta, porque cuesta mucho trabajo ganarse el dinero y la gente va a divertirse".

Incluso Rodrigo considera que ha creado una manera de torear, que ha hecho su propio sello y la gente quiere ir a verlo torear, la prueba es que ya pasó las 900 corridas, que es un indicativo de que estuve en el gusto del público todo el tiempo, toreaba todos los años entre 35 y hasta 60 corridas, incluso más que los toreros de a pie.

"Pero eso sólo se puede hacer entrenando y siendo muy profesional, teniéndole mucho respeto al toro, a la gente y a tu carrera, y eso fue lo que yo hice, el éxito de mi carrera fue la perseverancia, la disciplina y la constancia", destaca.

El sueño y la herencia

Don José Santos le inculcó el amor por los toros, por los ruedos, porque si hay alguien experto en temas taurinos es su padre, y fue por eso que desde niño se imaginaba entrar a la Plaza México, que es la catedral del toreo, a las Ventas en Madrid y Campo Pequeño en Portugal.

"Siempre me lo imaginé, siempre lo soñé, después siempre lo busqué y hasta que lo logré, pero mi papá me dio una herencia más grande: la manera como él se ha conducido, la manera de ser de él, su honorabilidad, su rectitud, su lealtad, así es como yo he toreado, así es como yo he sido en los ruedos, siempre franco, derecho, honesto y por eso la gente me ha respetado tanto, porque eso lo heredé de mi papá y de mi mamá, es como ellos se han conducido en la vida y así es como yo me conduje dentro del ruedo y he tratado de hacerlo fuera del el mismo en la vida cotidiana", asevera.

Se va por la puerta grande

Rodrigo Santos sigue estando en la cúspide de su carrera y en la plenitud de su facultades para seguir desarrollando esta actividad, pero ha tomado la decisión de irse precisamente en estas circunstancias; "por eso me voy, porque no podría soportar irme de otra manera, ya irse, ya retirarse duele, cuesta un trabajo, no sabes cómo cuesta, pero me imagino yéndome en la cúspide, como el número uno, como la figura, el que ha logrado todo lo que nunca se había logrado en la historia".

Ha toreado más de 80 corridas en España, Francia, Portugal, y sumando Sudamérica y Estados Unidos son más de 100 en el extranjero, nadie había hecho más de 900 y se va a retirar como en 950, que es un número increíble para a caballo, y sigue toreando y cobrando y haciendo más que todos sus colegas y así es como se quería ir.

"Si es muy complicado y duele irme de la manera en que me estoy yendo, imagínate si me voy yéndome mal o ya en decadencia, yo creo que no podría vivir lo que siguiera de mi vida, ahora me voy pleno, me voy satisfecho, me voy lleno de reconocimientos, me hacen homenajes, el trato que me están dando en la despedida no me lo esperaba, entonces me voy muy contento, son sentimientos encontrados pero que son para bien", confiesa.

Rodrigo Santos dirá adiós a los ruedos, en una corrida programada para el 2 de septiembre en la Plaza "Fermín Rivera" de San Luis Potosí.

La familia

Está convencido que sus padres integraron una familia muy unida, pues crecieron siempre contentos de estar juntos y que los llevaran al racho. Pepe era el hermano más grande, después Chelo que vive en Monterrey, luego Mauricio que murió cuando él tenía 11 años, era un gran equitador, se les adelantó pues partió cuando tenía 17 años, y recuerda que siempre se burlaba de él porque jugaba futbol y le decía que eran 11 tarugos atrás de una pelotita y que lo que tenía que hacer era montar.

"Cuando él muere yo ya soñaba con ser rejoneador, entonces decidí ese día que lo único que yo iba a hacer en mi vida, era estar arriba de los caballos para poder honrar su memoria, sus gustos; y hay algo que nunca lo había dicho porque era algo personal, pero ahora que me voy ya lo he dicho, ya lo he compartido y ahora que estoy hablando con la gente de mi tierra, con mi gente de Valles, se me llena la boca en decirlo, que yo creo que lo honré suficiente", afirma.

Habla con amor hacia sus hermanas Chelo y Alejandra, dos seres humanos que lo han acompañado en las buenas y malas de su vida." Mis dos hermanas son mi mayor orgullo, las quiero y nos une un gran lazo que fue inculcado por nuestros padres, son parte fundamental de mi vida", advierte.

Orgullo huasteco

"Somos huastecos de hueso colorado y hemos sido toda la vida orgullosos de serlo, se nos llena el hocico de decir que somos huastecos, voy a contar una anécdota muy bonita, estaba toreando en España y entonces me contrataron para torear en Navas del Rey, y fue raro porque ellos hacen su publicidad y no te consultan, entonces me fueron a consultar y me dijeron:

-¿Mexicano verdad?
-No, soy huasteco.
Me dijo este hombre, un gachupín:
-¿Cómo que huasteco?
-Sí, usted póngale ahí huasteco Rodrigo.
Y entonces en el cartel aparece: "huasteco".

Nunca te consultan, siempre ponen de México, pero esa vez que me consultaron, yo preferí ser huasteco que mexicano.

Los altibajos de la vida

En esta carrera como en la vida, el ser humano se tiene que preparar para el éxito y para el fracaso, y Rodrigo ha tenido altibajo, los has reconocido y sin lugar a dudas eso le ha enseñado a ser mejor persona, pues ha sabido adaptarse a los triunfos y a las derrotas.

Admite que "es imposible creer que solamente vas a triunfar y a tener las buenas, tienes las duras y las maduras, es verdad que mi carrera fue muy rápida, mi ascenso fue muy rápido, lo cual me provocó algunos contratiempos en la vida y esos golpes en la pared, me hicieron madurar, yo soy una persona que tarde en madurar, contrario a lo que pareciera, toda la atención se la ponía a los toros, toda la conciencia se la volcaba a mi carrera".

Incluso confiesa que la vida, en lo personal, la dejaba un poquito al garete y parecería que una persona que le va bien en algo, siempre está equilibrada, pero eso no le pasaba a él, "yo no estuve equilibrado emocionalmente muchas veces, pero el toro me ayudó a conseguir ese equilibrio, esos sinsabores de la vida me hicieron también asentarme y aunque llegó tarde la madurez, más vale tarde que nunca".

El medio artístico

¿Cómo querían que tuvieras esos detalles de madurez si traías lana, presencia física, presencia artística y conviviendo con las mujeres más bellas de este país?, se le inquiere.

"Pues sí tuve suerte de conocer algunas, tuve algunas novias que tenían que ver con el medio artístico, hice algunas novelas, algunas series, incluso algo de modelaje, hice muchas cosas pero siempre con mi gran pasión que era el toreo, siempre alternándolo, nunca deje de torear y es a lo que me refería, yo vivía del toro y era lo que me daba esa seguridad anímica, me hacía estar bien y entonces me permití hacer algunas cosas", responde.

Y agrega "pues sí algunas muchachas conocí de ese medio y con algunas tuve relaciones sentimentales muy profundas, con otras no tanto y ha sido parte de estos intensos 29 años de carrera, vivía fuera de San Luis, en Europa viví un tiempo, hice 3 campañas, luego viví en México y luego felizmente vine a regresar a San Luis, estoy muy contento de estar aquí y al final ya de una carrera de todo tipo, artística, taurina, ya fue suficiente, ya lo que viene será muchísimo más tranquilo y aceptado, hay tiempo para todo en la vida".

Rodrigo el 2 de septiembre partirá plaza por última vez de manera profesional, pero su amor por el rejoneo, los caballos y las luces de los trajes seguirán en su ser, como todo Centauro, el mismo preparo lo que podría ser una salida mitológica para un grande de la tauromaquia.


FRASES

"Si algún día me diera por la política, tendría al mejor asesor, a mi tío Eligio Quintanilla, y Oscar sería el que me hablara al oído".

"A mí lo único que me gustaba en la vida era montar a caballo y torear, y mira que de eso he vivido, me siento verdaderamente suertudo en la vida".

"Piporro que me sentó a su lado, yo me sentía que no me cambiaba por nadie, imagínate triunfando al lado de esos personajes, de esas figuras de toreo a caballo, con ese cuadro, todo tipo de personajes estaban ahí, políticos, actores, etcétera".

"Me quería ir y que fuera una sorpresa, que cuando yo dijera que me iba, todo mundo me pidiera que no me fuera, porque el día que me pidieran que me fuera, sería como si te pegaran una puñalada en la espalda".

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