Semana del 11 de Agosto al 17 de Agosto de 2023

El caso del Tiburón agresor: De la brutalidad a la viralidad

El caso del Tiburón agresor: De la brutalidad a la viralidad

Oswaldo Ríos Medrano

No hay un plazo que no se cumpla y no hay a nadie, con excepciones vergonzosas, que escape de un asunto tan ominosamente grotesco, digamos que pocos casos han provocado tanta conmoción social, como esta agresión brutal e inmisericorde. Y por supuesto, parecía francamente impensable que un hombre que comete un crimen con tanta alevosía, ventaja, superioridad y regodeo hubiera estado tanto tiempo. Casi cumplía la semana, eludiendo el brazo de la justicia, pero ya cayó y deberá responder por los actos que ha cometido.

Estos hechos han sido, quizás junto al aquel evento de los 15 años de Rubí, el acto más viral, en la historia de San Luis Potosí y vergonzosamente una cobarde agresión de un hombre de 47 años dedicado casi profesionalmente a las peleas de "vale todo", en contra de un niño de 15-16 años que estaba trabajando en vacaciones para ayudarle económicamente a su mamá. Así de dispar, así de agresivo y de violento luce el relato. Y solamente peor superado por la violencia que vimos en el video aquel famoso, que ha llegado a México, a todos los lugares del país y a muchos lugares del mundo.

Ahora hay que cuidar el debido proceso, porque lógicamente hay que cuidar esos detalles finos en una parte procedimental. Sin embargo, aún cuando habría que cuidarlos, me parece que hay otro caudal de conductas y de responsabilidades que se derivan de la carpeta de investigación y del propio acto presuntamente ilícito que serán suficientes para probar su responsabilidad, más allá de que la Policía de Investigación pudiera perfeccionar evidentemente el procedimiento de comunicación de la detención, sin embargo, me parece que son tantos otros elementos probatorios, tan contundentes, que no habrá ninguna repercusión de esto, porque, además, quien se encargó de darle la viralidad a este asunto fue justamente él mismo, al cometer un crimen con una alevosía que seguramente pensaba que no iba a pasar nada, como tantas otras veces ya había ocurrido que él podía golpear así, tan atrozmente, a una persona indefensa, hasta que se le cansaron los brazos de lanzar golpes, sin que nada pasara, y después retirarse porque el miedo de ser golpeado inhibía la participación del socorro de otras personas.

En este caso, creo que él no contaba con esta situación de que la agresión quedaría perfectamente grabada en video y de que la víctima que ha elegido es un pequeño "David", no que frente al Goliat que es este "Tiburón", que no pone resistencia. Ahora el niño que se ha convertido en una figura emblemática, que nos unió en su defensa, con la que todos nos preocupamos, a la que todos sentimos como parte de nuestra familia, a la que necesitamos y exigimos se defienda y se procure y se le ayude en el futuro que se le viene para él.

Ahora que ha sido capturado este "Tiburón" que aparece, por cierto, sonriente en la imagen de su detención, esta es producto de esta celebridad que le han regalado las redes sociales, y que creo que él no lo alcanza a comprender, a lo mejor, él es como muy bueno, porque ya quedó claro en su disciplina, de ejercer la violencia como mecanismo de superioridad o de control, pero creo que quizá no entiende tanto la dinámica de las redes sociales. Las redes sociales son como un molinillo de carne, hace reputaciones pedazos parece que son efímeras, todo pasa; pero él olvida y no debería perder de vista que, antes de sonreír sobre la celebridad que hoy le regalan las redes, creo que debería estar un poco más preocupado por enfrentar un proceso penal que me parece que va a ser una prueba de fuego para la Fiscalía, y que ahora le toca a la Fiscalía acreditar con toda solvencia al Poder Judicial en el Estado, con toda solvencia, y cuando el asunto llegue a los tribunales federales, va a pasar lo mismo.

Todo el aparato judicial, todo el aparato de procuración de justicia, se van a encargar y van a tratar de demostrar que este caso no va a quedar impune. Porque este caso es un caso emblemático y cuando él se dé cuenta de que la celebridad que le dieron las redes y que él me parece que equivocadamente piensa que son una celebración de su agresión o una celebración de su violencia, son en realidad indignación social que le va a exigir a las instituciones que no tengan ni un milímetro de consideraciones procedimentales ni de aplicación de la justicia en este caso.

Lo que podría a pasar es que le van a transferir al Poder Judicial y a la Fiscalía una carga de responsabilidad, donde van a hacer su trabajo, si en todos los casos les vale, en este a la Fiscalía y al Poder Judicial no les va a valer, eso sí lo puedo decir. Y aquí no va a haber, como ninguna consideración ni miramiento que permita que ellos salgan a darle a la sociedad una explicación que abatía de babas. diga, -no nada más tanto tiempo, ya se nos fue- porque entonces el malo de la película ya no va a ser el Tiburón, van a ser las instituciones que son incapaces de hacer justicia cuando tienen enfrente una agresión tan ominosa.

Vamos a ver ahora qué abogados se pelean por defender este caso mediático, porque siempre se genera este fenómeno. Ahí va a haber un abogado que va a querer defenderlo para poder adquirir fama y celebridad fugaz y habrá que ver si gana el caso. Yo insisto en que creo que un efecto deseable o positivo de la viralización es que la presión social sobre las instituciones públicas para capturar al presunto delincuente, eso no lo vemos en casos ordinarios, ocurre aquí porque el crimen es tan cruel y abusivo que la indignación que provoca hace que las instituciones actúen con mucha mayor celeridad e incluso apuración y preocupación.

Nos situó el caso del tiburón de cara, de frente, también esa violencia que confrontarnos en este San Luis Potosí y este México, donde pululan en las calles muchos "tiburones" dispuestos a destrozar el rostro de quien les diga, puede pasarse a la fila, oiga no me rebase, oiga estaciónese bien, oiga se puede quitar de mi cochera; y que en ese momento es suficiente para que pierdas tú incluso la vida. Eso me parece que esa reflexión que nos detona este caso va a estar en juego ahora que empieza este proceso y cuando pasen los meses, las semanas, los días, los años, y este asunto camine, vamos a ver la verdadera reflexión de si hubo o no hubo justicia. Pero hoy por lo menos hay que reconocerle a la Fiscalía, la Policía de Investigación que han actuado oportunamente. Tardaron un poco, pero finalmente está detenido y ahora exigirle al Poder Judicial del Estado y al de la federación que como el Tiburón, no tengan ninguna consideración al momento de aplicar la ley.

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