Semana del 15 de Abril al 21 de Abril de 2022

Orquídea, el 1º refugio para la comunidad LGBT en SLP

Orquídea, el 1º refugio para la comunidad LGBT en SLP

Hace poco más de diez años, Daniel le confesó a su mamá que era gay. Ella al principio lo ignoró, pero más tarde, el mismo día, entró a su cuarto y le dio una orden: No quiero un hijo gay. Vete.

De acuerdo con un estudio elaborado en San Luis Potosí por la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas en 2019, es común que las personas de la comunidad LGBTIQ+ opten por alejarse de sus familias después de haber revelado una orientación sexual diversa, en buena medida porque enfrentan rechazo e incluso violencia.

Además, el mismo documento indica que un 20% de la población encuestada reportó haber sido víctima de algún tipo de agresión física debido a su orientación; y casi un 60% dijo haber sido víctima de gritos, insultos y otras agresiones verbales.

Quizá por ello, que tres años más tarde, en enero de este año, se inaugurara el primer refugio para la población LGBTIQ+ en San Luis Potosí es una buena noticia. En entrevista para este medio, el presidente de Casa Orquídea AC, Francisco Olvera Herrera, explica que su propia experiencia lo llevó a gestionar el espacio.

"Yo empecé a ayudar y hago las cosas de corazón porque recuerdo todas las veces que deseaba tener un lugar así. No es fácil para cualquier familia decir que eres parte de la comunidad, que eres gay y también fue difícil para mí, también me salí de mi casa, anduve con amigos, pasando hambres, en la borrachera.

Luego prefieres un lugar donde puedas resguardarte, porque a fin de cuentas tampoco es fácil aceptarte. Si a mí me hubieran dado a elegir entre ser o no ser gay, no hubiera elegido serlo. Por lo que conlleva.

A final de cuentas tú vas al antro y ves la pose, pero sales de ahí y esta es la realidad que viven las personas de la comunidad: desempleo, marginación, discriminación, discursos de odio. Vienen personas a comer, mujeres trans, adultos mayores de la comunidad. Esa es la realidad.

Este espacio está pensado para que la gente venga en la tarde, para que se siente, para que platique con las comadres, para que se quede de ver aquí. ¿por qué? Porque hay gente de la tercera edad que regresa al clóset porque tienen que vivir con los sobrinos, nietos, hermanos, etc".

Y es que salir del clóset puede ser una experiencia tan traumática que volver en la recta final de la vida puede significar revivir uno de los episodios más dolorosos para alguien de la comunidad.

Daniel recuerda que, después de que su mamá lo corrió, viajó de madrugada para llegar a la casa de su padre, con quien tenía una relación a distancia y de quien, aunque conocía su lugar de residencia, no tenía la dirección exacta.

"Yo cuando vi la publicación de este refugio aquí en San Luis, lo primero que pensé fue en mí. En el Daniel de hace diez años porque a mí me corrieron de mi casa cuando yo salgo del clóset con mi mamá. Con los recursos tanto económicos y emocionales que tenía a los 18 años, que no son los mismos que tienes ahorita.

Agarré una mochila con lo que le cabía, eran las diez de la noche y no tenía dinero, entonces lo que hice fue pedirle a mi abuela, que estaba en ese momento en la casa. Ella me dio trescientos pesos y yo me fui a la Central de Autobuses y pensé ¿a dónde me voy?

Mis papás no viven juntos. Mi papá vive en Rioverde, entonces dije: pues me voy con él. Pero no sabía dónde vivía. Sabía que vivía ahí y como es un lugar pequeño pensé que sería fácil de encontrar su casa.

Agarré una corrida casi a las doce de la noche. Me acuerdo que iba llorando, pero más por la reacción de mi mamá y porque no sabía cómo me iba recibir mi papá. Sí teníamos contacto, pero por teléfono. Cuando llegué a Rioverde había muchos militares en las calles.

Le pregunté a una señora que si conocía a mi papá porque él tiene una tienda de productos naturistas. Ella me dijo que no lo conocía, pero un niño que iba con ella sí se acordó. Fue mi ángel de la guarda en ese momento. Duré como dos semanas ahí hasta que me dijo que habló con mi mamá y que ya podía regresar a su casa".

Aunque Casa Orquídea se encuentra en la capital de San Luis Potosí, en la zona centro, Francisco explica que existe la disposición para recibir personas de todos los municipios de la entidad, pues incluso reconoce que al interior la realidad para las personas gay, lesbianas, transexuales o transgénero puede resultar mucho más adversa.

"Ahorita tenemos una chica usuaria que es de Ciudad Valles. Se le da un plazo de 30 días, atención psicológica y jurídica en caso de requerirlo; alojamiento y alimentación. Ella me decía que no puede estar en la mesa con su papá, porque, aunque ellos saben quién es, no puede estar en el mismo lugar porque empiezan los insultos.

Emsavalles (EV) ¿Qué tiene que hacer un usuario o usuaria que quiera venir al refugio?
Francisco Olvera (FO): Primero presentarse. Podemos recibir de urgencia también. Tenemos un área de psicología que va a ser tu primer contacto, y quienes van a valorar lo que has vivido, para determinar si necesitas el apoyo.

Para el comedor cualquiera puede entrar. Principalmente adultos mayores y hombres y mujeres con hijos. Si vienen hombres y mujeres que todavía tengan la capacidad de trabajar; o personas consumidoras de drogas o alcohol, sí se les da alimento, pero ellos sí tendrían que llevárselo.

EV: ¿Cómo se financia el proyecto?
FO: Hemos tenido mucha resistencia de las personas. Es un refugio LGBT y nadie apoya. Todo lo que ves aquí es donado por la comunidad. A (Enrique) Galindo le mandé un oficio para que me recibiera y no lo hizo. Lo invité a la presentación del proyecto y no vino.

(Ricardo) Gallardo sí nos atendió, no él, pero sí nos mandó con Jorge Vega Arrollo, subsecretario general del gobierno estatal.

EV: ¿El estado debería aportar financiamiento?
Sí, metimos una carta al gobierno solicitando recurso. Esperamos que nos puedan ayudar, por lo pronto se ha manejado con recurso propio.

En general, de acuerdo con Francisco, las autoridades no han mostrado mayor entusiasmo por participar o apoyar el proyecto. A la inauguración fueron invitadas e invitados las y los 27 diputados y únicamente una asistió; además, aunque se comprometió a colaborar, hasta el día de esta entrevista, dicho apoyo no se había materializado.

EV: ¿Cuáles consideras que son las 3 principales razones por las que es necesario un refugio como este?
FO: La falta de oportunidades. Sí hay algunas mujeres trans que tienen su trabajo de maestras, de abogadas, de policías, pero hay mujeres que no pudieron concretar sus estudios. Hay otras que por su edad avanzada no encuentran trabajo ya.

La discriminación es el segundo. La tercera, y una de la más importantes, es el rechazo de la sociedad y de la familia porque a fin de cuentas hay personas que son expulsadas de sus hogares en razón de su orientación sexual y ya no vuelven.

Para Esteban, un joven estudiante de la licenciatura en psicología, la idea de abandonar su hogar no se materializó por temor a no poder concluir sus estudios sin apoyo económico de sus padres; sin embargo, el ambiente hostil que prevalece desde que reveló su orientación sexual, lo llevó a considerarlo seriamente hace algunos años.

"Mi familia siempre ha sido de mentalidad muy panista, como dicen, muy religiosa y más que religiosa, social. Se centran mucho en el qué dirán, qué pensarán y todo eso. Entonces cuando yo le comento a mi mamá, ella entra en el conflicto religioso, pero también le importa mucho que no se me note. Mientras de vistas como hombre, luzcas como hombre, no pasa nada, me dijo.

YO DIVIDO MI SALIDA DEL CLOSET EN DOS PARTES:
Una, cuando mi sexualidad es sabida en mi familia y dos, cuando decido ejercer mi identidad de género. Yo soy un chico queer, aunque estoy conforme con mi sexo biológico, me llama la atención ponerme maquillaje, uñas, tacones, usar otro tipo de ropa, dentro de mi familia esto tiene un impacto.

Entonces mi primera salida del clóset fue a los 15 años. Mi mamá lo procesó muy rápido pero mi papá estuvo como dos años sin hablarme, apenas me dirigía la palabra, apenas tenía contacto amigable conmigo. A veces por traer una uña pintada se estremecía de lástima y entre dientes me decía cosas como qué tristeza, qué horror, o qué desagradable.

A los 16 planeé irme de mi casa. No quería pertenecer a mi familia. Por fortuna no me pegaron, pero sí había esta violencia psicológica o verbal. Mis hermanos tampoco lo tomaron bien. Mi hermana me quería mandar a un psiquiátrico en Monterrey para someterme a un tratamiento para curar la homosexualidad".

Actualmente, Casa Orquídea tiene capacidad para recibir a unas 7 personas que necesiten un lugar dónde vivir mientras resuelven su situación jurídica, laboral e incluso familiar; además, el comedor puede llegar a atender hasta a 30 personas usuarias en un día.

Para Francisco, el siguiente paso en el proyecto deberá responder a la necesidad de atender al que quizá es el sector más vulnerable de la comunidad:

"Mi visión a futuro es tener un asilo para personas LGBT que puedan caminar esta última etapa de la vida juntas, juntos y juntes, que tengan dignidad al vivir su vejez".

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