Pastor Héctor de Luna Espinosa
Vivimos en una zona cuya economía se rige en gran parte por lo que se cosecha en el campo. Si hay una buena cosecha o no, eso nos beneficiará o afectará ya sea directa o indirectamente a todos los que aquí vivimos.
Un buen año agrícola permeará en los comerciantes y prestadores de servicios de la región tanto como en los productores.
Y quiero dar mi reconocimiento a todos los agricultores que son hombres de fe. Ellos limpian su campo, preparan la tierra, invierten esfuerzo y dinero y siembran semilla en él esperando recibir su cosecha. Recibir más de lo que se sembró. Y para ello se requiere tener fe.
Entre mejor sea la semilla sembrada, mejor producción se espera.
Podemos sembrar una mala semilla y cosecharemos de acuerdo a ello.
La Biblia nos habla respecto a la siembra y al tipo de semillas sembradas y el tiempo que se debe esperar antes de cosechar:
Gálatas 6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Nos dice que la cantidad de la cosecha está relacionada con la cantidad de lo que se siembra:
2 Corintios 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Nos habla de un tiempo de espera entre la siembra y la cosecha:
Santiago 5:7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.
Los agricultores podrán identificarse con Dios, Quien sembró en la tierra la mejor semilla y espera recoger una buena cosecha. Dios, sembró a Su Hijo Jesús y quiere que tú y yo seamos parte de su gran cosecha.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Oración:
Gracias Señor por poner tu semilla seleccionada, la suprema en la tierra para que muriera pero produjera fruto. Gracias porque a través de tu siembra, de la muerte y resurrección de Jesús, yo puedo vivir. Recibo a Jesús como mi Señor y Salvador, pongo mi vida en tus manos, quiero ser parte de tu gran cosecha en la tierra. Amén.
emsavalles© 2006 - 2025 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos sin previa autorización.
Emsavalles Publicidad, Escontría, 216-A, Zona Centro, Ciudad Valles, S.L.P. Tel:481-382-33-27 y 481-381-72-86. emsavalles@hotmail.com. contabilidad@emsavalles.com
No. de Certificado de Reserva Otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2021-071615041800-203