Semana del 22 de Febrero al 28 de Febrero de 2019

“La Tellitos”, hogar de una familia con carencias

“La Tellitos”, hogar de una familia con carencias

Juan de Dios Hernández

Alejandra Cruz San Juan, originaria de Miramar Nuevo en Xilitla, San Luis Potosí nos cuenta que, debido a los maltratos y golpes que recibía por parte de su familia tuvo que dejar su hogar, comenzando a dormir en las calles, donde conoció al padre de sus hijos con quien se juntó pensando que todo iba a cambiar para mejorar; sin embargo, siguieron los maltratos por parte de él por casi 15 años, tras los cuales abandonó a Alejandra y sus hijos, forzándola a ver sola por ellos.

UN HOGAR ALEJADO
Actualmente tiene 4 años viviendo en la zona denominada “La Tellitos”, ubicada al final de la colonia Ignacio García Téllez, un lugar alejado, donde no hay servicios de agua potable y luz, donde adaptaron un camper a manera de casa, rodeado por una cerca y una estructura a modo de cocina, compuesta por 2 pequeñas mesas, una hornilla hecha con un tanque de metal, algunos enceres y una solitaria silla.

LA LABOR DE CONSEGUIR AGUA
Sus hijos, María de los Ángeles, Mauricio y Claudio son los encargados de recolectar el agua que usan para lavar la ropa, está la consiguen en lo que denominan un pozo, que se encuentra aproximadamente a 200 metros de su hogar. La transportan en pequeños contenedores y ánforas, ayudados por una bicicleta, quien conduce la bicicleta es quien carga más, esa es la condición. Dicho pozo es un registro de una línea principal de agua, que se llena constantemente, más personas consiguen agua ahí, e incluso los animales beben de ahí.

REPERCUSIONES EN LA SALUD
Alejandra se ocupa en diversas labores para conseguir el dinero para el sustento, desde lavar trastes, o hacer mandados diversos. Entre realizar quehaceres diversos, recoger a los niños de sus respectivos centros educativos y alimentarlos le toman la mitad del día, por lo que al salir a buscar por la tarde algún trabajo le dicen que no, porque trabajaría muy poco tiempo y no les conviene.

El tipo de vida que le ha tocado llevar y la desnutrición le ha ocasionado sufrir de anemia y presión baja, para esto los médicos solo le han recomendado comprar sueros, además se medica cada 6 meses con multivitamínico, medicamento con costo de hasta 300 peso. En su ocasional trabajo le pagan 50 pesos, usados para comprar alimentos, “compro tortillas, pero los niños me dicen cómpranos un pan o leche, son niños y no tiene la culpa de estar sufriendo; es difícil para mí cuidar a mis hijos y atender sus necesidades”, menciona. A pesar de tener Seguro Popular no cubre todos los medicamentos.

EL FRÍO, UN CRUDO ENEMIGO
“En época de frio el niño se iba a la escuela con un suéter muy delgado, y las maestras me decían que, por qué iba sin abrigar, no le puedo comprar un suéter mejor, tengo que ponerle lo que haya. Una persona a quien le lavaba ropa me regalo una colcha, nos sirve para cubrirnos un poco”.

En el camper acondicionado el espacio es reducido, han logrado acomodar 2 camas y una sección para baño. “Yo quisiera una cama mejor para dormir y cobijas, cuando el frio es realmente fuerte nos juntamos todos y cubrimos con algunas sabanas”

LO QUE SEA POR LOS HIJOS
El padre de sus hijos había tomado la decisión de regalar a 3 de los niños para que no fueran una carga, “Le dije mis hijos tienen que crecer conmigo, pelee con él y me los dejó; Él me decía -ya estás vieja-, yo no lo estoy, una mujer vale si se cuida si se alimenta, sino se va acabando. Yo sé que Dios no me va a dejar sin comer, le doy a mis hijos y yo me aguanto con una o dos tortillas. Yo soy papá y mamá; no soy como esos que regalan a sus hijos o los tiran.”

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