Semana del 08 de Febrero al 14 de Febrero de 2019

Miguel Ángel Mora Una historia que conmovió a Cd. Valles

Miguel Ángel Mora Una historia que conmovió a Cd. Valles

Juan de Dios Hernández

Entre las últimas casas de la colonia ampliación Las Águilas en Ciudad Valles, sobre la calle 60 tiene su vivienda el señor Miguel Ángel Mora Zúñiga, de 41 años, vive marginado de la ciudad sufriendo un mal que aqueja a más de 6 millones de personas en el mundo, la enfermedad de Parkinson.

Miguel Ángel es originario de Ciudad Valles, salió en busca de oportunidades a la ciudad de Monterrey, donde un tiempo radicó y se dedicó a la albañilería, un trabajo que le permitió tener un ahorro, pero fue víctima de robo “tenía un dinero ahorrando por varios meses en mi mochila, fui a sacar el dinero para un gasto, pero me di cuenta que me habían robado, me dio mucho coraje”, comenta.

Tras esta desventura decidió regresar a su ciudad de origen, después de un tiempo comenzó a sentirse mal, por lo que recurrió al médico, quien le diagnosticó la enfermedad de Parkinson “dijo el doctor que fue por un coraje o un susto, sólo eso me dijo”

UNA ENFERMEDAD DE POR VIDA
Esta enfermedad se caracteriza por la falta de producción de dopamina, una sustancia química en el cerebro, la cual es responsable de ayudar a los movimientos del cuerpo y de regular el estado de ánimo de una persona. Se pueden tomar medicamentos que ayuden con los síntomas.

En un día normal de Miguel Ángel se despierta temprano y se toma una pastilla, o media ya que son de precio elevado, alrededor de $550 pesos cada caja de 30 tabletas, “Me agarro el estómago fuerte en lo que me hace efecto la pastilla, sólo dos horas me dura el efecto. Me voy por la leña, tengo mi carrito para juntar chatarra y botes, y venderlos para conseguir algo de dinero para poder comer ya que no tengo ninguna ayuda. Por la noche sólo dormito por qué me la paso temblando, tengo pastillas para dormir, pero ya no me las tomo por qué me hacen daño, aparte ya caducaron. Si compro las pastillas ya no como, es mi mortificación cada mes”

Debido a su enfermedad se ve imposibilitado para tener un trabajo estable, y un ingreso económico fijo, esto ha ocasionado que no tenga un hogar digno donde habitar. Su pequeña casa está compuesta por 4 troncos, unidos por plástico como pared y un techo de lámina desgastada, por lo que cuando llueve se moja el viejo colchón que usa como cama, y no hay otra opción más que cubrirse con una sábana.

UN POCO DE ESPERANZA
Al conocer esta historia, muchos ciudadanos de Ciudad Valles, incluso gente fuera de México quiso brindarle ayuda. Ofrecieron medicamento, cobijas, un colchón nuevo, despensas, atención médica gratuita, demostrando la solidaridad humana con un hermano caído en desgracia.

Al volver con esta ayuda a casa de Miguel Ángel se sintió feliz, de que su historia haya tocado tantos corazones. De esta manera ahora puede tener una vida más llevadera con su enfermedad. Él sigue necesitando de la ayuda que se le pueda brindar, con este gesto le regresaron la sonrisa donde había tristeza y resignación. El mejor regalo de la gente fue darle una esperanza para seguir luchando contra el Parkinson.

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