Semana del 26 de Octubre al 01 de Noviembre de 2018

Doña Lolita, de la necesidad nació su amor por la panadería

Doña Lolita, de la necesidad nació su amor por la panadería

Juan de Dios Hernández

Llegó a Valles con la esperanza de mejorar su vida y encontró una segunda oportunidad

Hace 30 años la señora María Dolores Torres llegó a Ciudad Valles, proveniente de la comunidad de Chununtzén, Coxcatlán, enferma, sin nada en sus manos más que a sus menores hijos y sin un lugar a dónde llegar a vivir ni hablar el español, encontró la ayuda de una mujer a quien ahora ve como su madre adoptiva y quien le dio una esperanza a su vida.

Relata que, al haber quedado viuda y cansada del maltrato de su suegra, estaba muy enferma y vio cómo su única posibilidad el salirse de su comunidad, fue así como llegó a Valles con la esperanza de mejorar su vida, donde conoció a Doña Isabel, quien le abrió las puertas de su casa y la cuidó hasta que se recuperó de su enfermedad.

Además de hogar, Isabel le dio trabajo en su fonda en el mercado municipal, pero hace más de 17 años su estado de salud ya no le permitió seguir trabajando, por lo que quedó desempleada, relata que fue de su hijo Jacinto quien trabajaba en una panadería, de quien aprendió este oficio, de forma autodidacta, solo con ver cómo lo preparaba.

Comenzó a preparar pan por curiosidad y encontró un oficio
Junto con su hijo, comenzaron a hacer pan solo por experimentar en la cocina de su casa y se sorprendieron del buen sabor que tenía, al ver que era mucho Doña Lolita se animó a salir a venderlo con sus vecinos, 17 años han pasado ya desde aquella vez en que salió a vender su pan por primera vez.

Con nostalgia menciona que eso le dio una esperanza de encontrar una forma de ganarse la vida y esto la animó a aprender el oficio y seguir vendiéndolo.

Aunque dice que al principio no fue fácil, porque no sabía la técnica y solo echaba a perder su harina, pero con el tiempo se convirtió en una experta, reconoce que hay algunas piezas que le cuesta más trabajo hacer que otras; como las conchas o los agüayones.

El pan lo elabora en compañía de su hijo desde las 5 de la mañana, en su pequeña cocina que han adaptado en su casa ubicada en la colonia Ampliación Hidalgo, haciendo uso de materias primas como harinas, huevos, azúcar, vainilla y levadura, diariamente hornean unas 400 piezas entre los dos, el proceso requiere de 7 minutos a una temperatura de 400 grados en el horno.


Su carriola la acompaña
Desde las 5 de la tarde y hasta las 10 de la noche sale a vender cada pieza en 2.50 pesos, dice que los da a este precio porque quiere que su pan sea accesible a la gente que le compra, aunque sí le pega el aumento de los productos.

Es común verla recorriendo la calle Galeana de la zona Centro y demás aledañas, donde va empujando una carriola que ha adaptado para colocarle su canasta arriba, con el paso de los años ha conservado clientes que todas las tardes la esperan para que les lleve el pan a sus hogares.

Doña Lolita comparte la realidad de muchos adultos mayores de origen indígena, quienes no cuentan con estudios, comenta que solo llegó hasta el segundo de primaria, que sabe leer muy poco y solo escribir su nombre, relata que ella quería terminar su escuela, pero lloraba porque la situación económica de su familia no le permitía llevar lo que le pedían y recibía burlas de los demás niños por su pobreza, por lo que decidió ya no seguir estudiando.

Dice estar muy agradecida con la señora Isabel, por haberle dado una segunda oportunidad a su vida y a su familia, relata con agrado que aún después de tantos años aún se siguen frecuentando.
.
facebook. emsavalles Noticias Publicidad
twitter. @emsavalles
sitio web. emsavalles.com
e-mail. emsavalles@hotmail.com