Semana del 19 de Octubre al 25 de Octubre de 2018

El arte de las campanas, una tradición que sigue sonando

El arte de las campanas, una tradición que sigue sonando

Nallely Rivera

Esta familia lleva casi 130 años dedicándose a la elaboración de este trabajo artesanal.

La familia de Elvis Miguel Gómez ya tiene 3 generaciones dedicándose a la elaboración de campanas artesanales, un oficio que han preservado desde el año 1890 a la fecha.

Proveniente del estado de Hidalgo, se gana la vida elaborando campanas que se ocupan en las iglesias, siendo esta una pasión que le han heredado y un trabajo que le gusta hacer, porque dice, colabora a la fe católica.

Proceso de elaboración
Una campana se compone del batiente, que es donde debe pegar el badajo para que se genere el sonido, lo más delgado de la campana es el cuerpo, le sigue el platillo y la corona.

Acerca del proceso de elaboración, dijo que la técnica para fundir el metal ha ido evolucionando, ya que a principios de 1900 se fundía el metal con leña y esto tardaba hasta 3 días, pero que de 1985 a la fecha se empezó a fundir con diésel.

Es a base de una aleación de cobre con la que se hace rígido el metal, de bronce para diluir los demás materiales y un poco de estaño; este último es el responsable de darle el sonido a la campana, este es el mismo material que se ha usado desde el principio, aunque anteriormente se acostumbraba usar la plata en lugar de cobre y en ocasiones hasta se le agregaba un poco de oro.

La creencia es cierta, ninguna suena igual que otra

Precisó que no hay ninguna campana que suene igual que otra, ya que todas son únicas al ser un trabajo artesanal hecho a mano, que varía también en forma y tamaño, a la semana la familia de Miguel produce una tonelada y media de campana en su fábrica.

La campana se vende por kilo ya elaborada y oscila entre los 300 y 400 pesos, se maneja de este modo por la subida y bajada del dólar ya que les afecta en la compra de su materia prima, sobre todo cuando se dispara el precio del cobre, material que compran a productores nacionales.

Comenta Elvis Gómez que la campana se sigue vendiendo igual y es un producto muy comercializado, además de que cada vez hay capillas nuevas que ocupan de ellas.

A lo largo de su carrera como artesano se ha topado con clientes que le han hecho pedidos especiales con diseños personalizados y extravagantes.

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